Aunque el paro es cada vez menor en España, todavía hay 3,02 millones de afiliados que no tienen trabajo (79.800 menos que el año pasado), un desempleo endémico que roza el 13% y es el más alto entre los países de la OCDE, formada por 38 de los estados más desarrollados del mundo. Y entre estos 3,02 millones, hay un porcentaje importante, de un 30,1%, de parados de larga duración. Eso son 853.6000 desocupados de larga duración, 58.400 menos que el año pasado, según el Monitor Adecco de Oportunidades y Satisfacción en el Empleo. Pero hay comunidades que tienen un porcentaje superior al 30% de parados de larga duración entre sus desempleados. Concretamente, ocho. ¿Cuáles son? ¿Está Catalunya entre ellas? 

La peor comunidad autónoma en parados con más de 24 meses sin trabajo es Asturias, que cuenta con un 35% sobre el total en esta situación. Canarias cuenta con un 34,4% de sus desempleados en situación de larga duración, mientras que Madrid tiene a un 33,2% y es la tercera comunidad con un mayor porcentaje. La Comunidad Valenciana y Andalucía, cuarta y quinta comunidad en este ránking, comparten un 32% de parados de larga duración. Castilla-La Mancha y Galicia, con un 30,2% cada una, y País Vasco, con un 30,1%, cierra la lista de las ocho comunidades con más de un 30% de desempleados de larga duración con el mismo porcentaje que España. Inmediatamente después está Murcia, con un 29,3%, mientras que ya las siguientes se colocan en un 27,2% (Cantabria) y un 27% de Castilla y León. 

 

 

Catalunya ocupa un buen lugar en esta clasificación, es la tercera con menos paro de larga duración, con un 23% sobre el total de 387.200 desocupados. Son 84.300 parados de larga duración, 17.300 menos que el año pasado, aunque en este mismo año han aumentado en 9.100 personas los parados de corta duración. En Andalucía, Baleares, Canarias, Castilla u León, Extremadura, Galicia, La Rioja y la comunidad Valenciana, el número de parados de larga duración se ha reducido al tiempo que ha bajado el desempleo. En cambio, en Asturias, Aragón, Castilla-La Mancha, Comunidad de Madrid, Navarra y País Vasco han aumentado tanto el paro como los desempleados de larga duración. 

De los desempleados españoles, un 67,8% está cobrando una prestación por desempleo, un porcentaje que es un 0,8% inferior a la del año pasado. Extremadura es la comunidad con mayor cobertura para sus desempleados:el 100% cobra la prestación. Le siguen Cantabria y Baleares, con un 87,1% y un 81,4% respectivamente, únicas comunidades con más del 80% de sus desempleados cobrando prestación. Catalunya, con un 69,6% de sus desempleados cobrando prestación, ocupa la octava posición en esta clasificación. 

Más huelgas, menos huelguistas

El informe de Adecco analiza también la conflictividad laboral en España y concluye que el número de huelgas ha crecido pero sus participantes han disminuido en España. El aumento es moderado, pero se acumulan seis semestres consecutivos de huelgas al alza, con una fuerte lucha por actualizar los convenios y equiparar las subidas salariales al IPC. Existen 12,3 conflictos laborales por cada 100.000 empresas, lo que supone un 5,7% más que el año pasado. En 2022, esta variable quedó estable alrededor de los 12 conflictos por cada 100.000 habitantes, un ratio menor que los 16,8 conflictos por cada 100.000 habitantes que se daban en 2019. 

La conflictividad es mucho más alta en el País Vasco y Navarra que en cualquier otra región española. Euskadi registra 131 conflictos por cada 100.000 compañías, el doble que Navarra, que con 64,7 es la segunda clasificada en esta clasificación. Completando un top 3 nórdico y con gran peso industrial se encuentra Asturias, que con 38,9 conflictos y un aumento del 25% en relación al año pasado por cada 100.000 firmas es la última comunidad por encima de 20 conflictos. Catalunya se encuentra en la novena posición de esta clasificación, con 9,4 conflictos por cada 100.000, por debajo de la media española. La comunidad con menos conflictos es Andalucía, donde solo se han registrado 1,9 huelgas por cada 100.000 empresas, con una caída del 61,6% en relación al año pasado.