Ahorrar no está de moda. La filosofía del ‘carpe diem’, que hace referencia a vivir el momento, se ha implantado entre los españoles, quienes reconocen en su gran mayoría que llegan achuchados a fin de mes más veces de las que debería. En concreto, más de un 60% asegura que se quedan sin dinero para cubrir bienes de primera necesidad, o suministros básicos como la electricidad y el agua, hasta tres veces al año. Mientras que un 90% admite tener dificultades para afrontar el pago de las facturas y compromisos de crédito, en gran parte, por la inestabilidad de su fuente de ingresos.
Un estudio elaborado por Advantere School of Management para N26 destaca que en el caso de tener un gasto inesperado equivalente a los ingresos de un mes, un 85% de los encuestados confiesa que necesitaría pedir dinero prestado o usar una tarjeta de crédito para poder asumirlo, ya que sus ahorros serían insuficientes. Sin embargo, en torno al 40% tiene una cantidad igual o inferior a dos sueldos mensuales ahorrada y disponible en este momento.
Conforme a estos datos, el banco online interpreta que existe una falta de planificación financiera a medio y largo plazo por parte de los españoles, a pesar de que la mitad de los encuestados afirma revisar regularmente sus gastos mensuales. Desde N26 creen que las prioridades de los españoles han cambiado de forma notable en los últimos años. Y se ha pasado de la incertidumbre, la contención y el miedo que llenaron las huchas de los españoles durante la pandemia a la era del ‘carpe diem’. Las ganas de vivir se han impuesto al ahorro, aunque la subida de precios por la fuerte inflación también está afectando a la economía de las familias.
Tanto es así que la tasa de ahorro de los hogares bajó hasta el 7,2% de su renta disponible a finales de 2022 (la cifra más baja desde 2018) tras alcanzar el primer año de la pandemia una cifra récord del 17,7%, según datos del Instituto Nacional de Estadística (INE). La inflación ha disparado también el precio de las hipotecas y otros préstamos, lo que ha llevado a muchos ahorradores a amortizar sus créditos con los ahorros para no pagar más por la subida de tipos.
Pero tener dinero guardado para mantener el ritmo de vida actual en la vejez tampoco es una prioridad en nuestro país. De hecho, los españoles reconocen que destinan menos del 16,6% de sus ahorros para la jubilación, en concreto, casi el 65% de los encuestados coinciden con esta afirmación. Según revela la investigación, el colchón económico de los españoles estaría por debajo del 20% recomendado por parte de los expertos para llegar a tener una jubilación sin sobresaltos. Únicamente el 30% de los españoles afirma tener metas de ahorro para cubrir emergencias, jubilación y posibles gastos grandes.
Desde N26 se aconseja, dentro de lo posible, planificar las finanzas de forma ordenada, por ejemplo, aplicando la regla del 50/30/20 en la organización de las finanzas particulares para conseguir alcanzar el bienestar financiero en presente y en futuro. Lo que implica destinar aproximadamente el 50% de los ingresos a gastos fijos (como el alquiler, la hipoteca o las facturas), el 30% a los gastos variables no esenciales (por ejemplo, deporte o compras) y el 20% restante a los ahorros.
Los españoles, insatisfechos con lo que ahorran
El 60% de los españoles está insatisfecho con la cantidad que consigue ahorrar cada mes, en línea con la población europea, según el Informe Europeo de Pagos de Consumidores de Intrum, que revela que el 61% también estaría descontenta con su capacidad de ahorro. En concreto, entre los 24 países encuestados, los consumidores en España se encuentran en el undécimo lugar por la cola, igualados con los austriacos y los británicos. Los ciudadanos más satisfechos con su capacidad de ahorro serían los ciudadanos de Países Bajos (pues solo el 49% afirma no estarlo; menos de la mitad).
Pese a que el 86% de la población española analizada reconoce ahorrar parte de sus ingresos mensuales, la mitad destina menos de un 10% de su salario mensual a ello. Así, el 22% reserva menos de un 5%, y el 32%, entre un 5% y un 10%. De hecho, tan solo el 12% de los consumidores estaría reservando más de un 20% de su salario.
Esta falta de ahorro hace que determinadas familias no puedan hacer frente a gastos inesperados. En caso de surgir un imprevisto económico, solo el 27% de los ciudadanos podría permitirse afrontarlo sin contraer deudas y siempre que sea un gasto menor a un mes de su salario. El dato también está en línea con Europa, donde el porcentaje asciende al 28%.