La industria es uno de los tractores motores de la economía europea. Según el informe de la Comisión Europea (CE) Industry 5.0 – Towards sustainable, human centric and resiliente European industry, entre el 2009 y en el 2019 este sector representó en torno al 20% del PIB de la UE, creando miles de puestos de trabajo, oportunidades de negocio y riqueza al conjunto de los estados miembros. No obstante, la economía actual se enfrenta a desafíos constantes con que la industria tiene que trabajar, como la globalización, el panorama geopolítico o las interrupciones en las cadenas de valor.
¿Dejará de existir la industria 4.0?
Si bien se habla del famoso 5G en telefonía móvil, en el sector de la industria también se quiere empezar a hablar de esta cifra y pasar de la industria 4.0 a la 5.0, admitiendo que la primera es la gran apuesta, hay que mejorarla, pero ya se puede concebir como una transformación de ella misma con los últimos acontecimientos. Eso es lo que pone de manifiesto estos días el salón de referencia europeo, Advanced Factories desde Fira Barcelona.
Para tratar estos retos y mejorar todavía más la eficiencia, las manufactureras se han tenido que vincular a una innovación continuada, que, en gran parte, viene de la aplicación de tecnologías digitales cada vez más avanzadas. Tal como destaca la misma Comisión, la ingeniería relacionada con la industria 4.0, como el Big Data o la Inteligencia Artificial, está optimizando una amplia gama de procesos industriales e impulsando su competitividad. Este es un impacto "altamente transformador" que, según el mismo organismo comunitario, se puede igualar a una "cuarta revolución industrial".
IA, guerra y covid
No obstante, hoy día no todo se sostiene en la industria 4.0, ya que el impacto de la covid ha puesto de manifiesto la necesidad de replantear los métodos de trabajo existentes y adaptarse a las nuevas realidades. Este contexto ha provocado que surja el nuevo concepto de industria 5.0, que revaloriza el crecimiento económico dando importancia no solo a la innovación, sino también a las personas y su entorno. El término fue acuñado a principios de 2021 por la Comisión Europea con el objetivo de reenfocar el desarrollo del sector hacia un modelo de producción que utilice la tecnología para ser más competitivo, pero también para generar un impacto positivo a la sociedad.
En este sentido, la industria 5.0 no viene para sustituir la industria 4.0, sino que aparece para complementar el progreso aportado por las diferentes tecnologías y potenciar la relación positiva entre los hombres y las máquinas. Los tres ejes son los siguientes: Sostenibilidad, entendida como los esfuerzos por reducir la huella de carbono, fomentar la circularidad y la incorporación de sistemas de producción basados en energías renovables. Protagonismo de la persona, para tratar los derechos humanos y fundamentales como una prioridad, por ejemplo, con el Reglamento General de Protección de Datos, y para que los trabajadores se beneficien de la transición digital y de las ventajas de la tecnología. Y resiliencia, considerada como la capacidad de adaptarse a las situaciones económicas y comunitarias difíciles, y de tomar medidas para una recuperación basada en las prioridades ecológicas, digitales y sociales.
Así pues, hasta ahora la industria 4.0 era aquella que se dotaba de capacidad de inteligencia. Con la 5.0, también asume el compromiso social y económico. Más allá de una declaración de buenos principios, hay consecuencias de facto si se aplica. Si esta acaba teniendo carácter normativo o legislativo puede cambiar muchos paradigmas y comportar grandes esfuerzos. Séan O'Reagain, dirección general de investigación e innovación de la Comisión Europea: "La digitalización de la industria basada únicamente en la mejora de la productividad no es suficiente". Y ha añadido recientemente: "Estamos hablando de un cambio de un enfoque basado en la tecnología a un enfoque centrado en el ser humano, que ve al trabajador como una inversión y no solo un coste, y busca aplicar tecnologías que mejoren su capacidad y creatividad como actores activos en el proceso".