La Comisión Europea ha dado este martes su visto bueno al proyecto presupuestario de España, pero ha advertido que el país afrontará una situación fiscal "muy difícil" en 2024, con un déficit por encima del límite del 3% y una deuda "bastante elevada". El Ejecutivo comunitario acepta las cuentas presentadas, basadas en una prórroga del presupuesto anterior, porque se ajustan a las recomendaciones del Consejo europeo de julio de 2023, pero ha instado al nuevo ejecutivo español a presentar un plan de actualización de las mismas, entre otras razones por la asunción de nuevas medidas como la prórroga de la reducción del IVA para los alimentos básicos.

Fuentes comunitarias, consultadas por Europa Press, han advertido de que la situación fiscal en España para el próximo año será "muy difícil", ya que las previsiones económicas apuntan a un déficit por encima del límite del 3% del PIB, tanto en 2024 (3,9%) como en 2025, junto a una deuda pública "bastante elevada", que se prevé que siga superando el 100% del PIB en 2024, superando también el umbral del 60% que marcan los tratados.

Las mismas fuentes han subrayado la necesidad de que España establezca una estrategia fiscal "creíble" a medio plazo y han apuntado que Bruselas pedirá conocer los "detalles" de la prórroga de la rebaja del IVA de los alimentos anunciada por el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, durante su discurso en la sesión de investidura.

Ante unas tensiones geopolíticas que "arrojan una sombra de incertidumbre sobre las perspectivas económicas" en un año en que se desactivará la cláusula que mantenía congeladas las reglas fiscales por la pandemia, el comisario europeo de Economía, Paolo Gentiloni, ha señalado que es importante que los gobiernos se mantengan "ágiles".

En la misma línea, el vicepresidente económico de la Comisión, Valdis Dombrovskis, ha recomendado a los Estados miembro que apliquen políticas fiscales "más prudentes", lo que "contribuirá a reducir la inflación, mejorar la sostenibilidad de la deuda y reconstituir las reservas tras el gasto público a gran escala durante la pandemia y la crisis energética".

La Comisión considera que esto es "coherente" con la necesidad de restablecer con el tiempo los colchones fiscales y mejorar así la sostenibilidad de la deuda pública en algunos Estados miembro, al tiempo que es "vital" mantener las inversiones y la absorción de los fondos de los planes de Recuperación y Resiliencia.

Riesgos potenciales en la convergencia social

En materia social, Bruselas afirma que el mercado laboral español afronta "desafíos sustanciales, pese a su sólida recuperación". En ese sentido, señala que la tasa de empleo creció hasta el 69,5% en 2022, por encima del 68% anotado en 2019, pero añade que todavía se sitúa "muy por debajo del promedio de la UE del 74,6%, lo que constituye una 'situación crítica'". 

Sobre la tasa de desempleo y su componente de largo plazo, Bruselas dice que como resultado de su tendencia descendente ya no considera que se encuentren en una "situación crítica", sino que han pasado a una "situación débil, pero en la que mejoran" en 2022. De todas formas, la CE señala que permanecen "significativamente" por encima de la media de la Unión Europea, según recoge Efe. También apunta que el porcentaje de jóvenes que no estudian, no reciben formación y no trabajan ha mejorado hasta el 12,7 % en 2022, pero la CE opina que aún debe permanecer "en observación". Asimismo, indica que el paro juvenil sigue siendo alto, y pone el acento especialmente en Melilla, Ceuta y Canarias.

Por otro lado, la brecha laboral de género se sitúa en España "en la media", mientras que en lo referente a la brecha laboral de las personas con discapacidad, el país se encuentra entre los que consiguen mejores resultados en el club comunitario. Al mismo tiempo, Bruselas constata que el crecimiento en la renta bruta disponible de los hogares 'per cápita' sigue en una situación "crítica" y todavía por debajo del nivel de referencia de 2008.