En el compromiso con el continente africano, España anunció la movilización de más de 2.000 millones de euros para financiar proyectos de transición energética en el continente africano, concretamente en Sudáfrica, durante los próximos años. Además, recientemente se anunció una línea de financiación de 200 millones de euros para el desarrollo de proyectos de hidrógeno verde en Mauritania. De esta manera, España se une así a otros países europeos como Francia, Alemania, Italia o el Reino Unido al impulso de energías renovables en el África. Estas son las cifras que se han extraído como conclusión de lo Africa Energy Forum celebrado en Barcelona y que ha reunido inversores y empresas del sector energético como el Banco Mundial, Engie, Power Africa, GE Vernova, Nedbank, Total Energías y AfDB.

En torno a una veintena de ministros de Energía de Nigeria, Egipto, Kenia, Sierra Leona y Malaui, entre otros países africanos, y medio centenar de altos mandatarios de toda África han puesto sobre debate, el uso y el avance de la energía verde en el África. Después del negocio de la extracción de minerales o el de recursos fósiles como el gas natural, África también se convierte en el punto de partida del negocio de las energías renovables. Abdoulaye Sylla, Director de de Desarrollo Corporativo en EnergyNet, explica para ON ECONOMIA el por qué de esta premisa: "El desarrollo del sector energético en África es fundamental para Europa y el mundo por varias razones estratégicas y económicas. La diversificación de las fuentes de energía es crucial para reducir la dependencia del gas ruso, especialmente en el contexto geopolítico actual. África, con sus grandes recursos energéticos, puede contribuir significativamente a garantizar un suministro más seguro y diversificado para Europa. Además, el desarrollo del sector energético africano es una poderosa herramienta para estimular el crecimiento económico en el continente. Incrementar la producción energética no solo crea puestos de trabajo directos, sino que también impulsa el desarrollo de infraestructuras y genera beneficios económicos a gran escala. La prosperidad económica de África, con su mercado potencial enorme, tiene repercusiones positivas en la estabilidad y el crecimiento económico mundial".

Abdoulaye Sylla en el AEF
Abdoulaye Sylla en el AEF

¿Qué consumo registra África?

A pesar de todo, hay que tener en cuenta que esta inversión también vaya a parar al mismo conjunto de la población africana si la apuesta va más allá de la inversión privada extranjera. Así pues, África albergará una quinta parte de la población mundial en el 2030, por lo cual tendrá un papel cada vez más importante al ecosistema energético mundial. A pesar de esta proyección, el continente enfrenta importantes desafíos energéticos. La demanda de energía está creciendo rápidamente, pero el uso moderno de energía per cápita sigue siendo uno de los más bajos del mundo. Aunque el África solo representa el 6% del consumo mundial de energía y menos del 3% de las emisiones mundiales de CO2 relacionadas con la energía, más de 600 millones de personas viven sin acceso a la electricidad y casi 1.000 millones no tienen acceso a suministros netos para cocinar. Estas cifras subrayan la necesidad urgente de mejorar la infraestructura y el acceso a fuentes de energía sostenibles en toda la región.

Desde Barcelona, Sylla hace un llamamiento: "Promover la inversión extranjera en el África es esencial porque impulsa el crecimiento económico y fomenta la diversificación y fortalece la economía local y aumenta el producto interno bruto (PIB). Además, esta inversión mejora las infraestructuras clave y aumenta la conectividad, facilita el desarrollo económico y social en toda la región. La transferencia de tecnología y conocimiento innovador que acompaña estas inversiones es clave para el avance tecnológico y la modernización industrial en el África". Y añade: "Invertir en África ofrece nuevas oportunidades de mercado para empresas españolas, especialmente en sectores como la energía y la tecnología, facilitando la expansión internacional. Fortalece las relaciones económicas con los países africanos, promoviendo colaboraciones que benefician ambas partes en términos de comercio y desarrollo conjunto. África también es una fuente importante de recursos naturales, como minerales y energía, que son cruciales para industrias clave. A nivel diplomático, la inversión en África refuerza la influencia de España dentro de la Unión Europea, promoviendo objetivos comunes de cooperación regional y de estabilidad económica".

¿Dependencia de España con África?

Algunas de las bases de esta propuesta ya se están llevando a cabo, sobre todo en las relaciones entre España y el continente africano. Emprendidas como Acciona y Abengoa están involucradas en proyectos significativos de energías renovables en el África contribuyendo a la expansión de infraestructuras energéticas sostenibles. A la vez, se quiere que países europeos como el estado español, proporcionen pericia técnica y programas de formación para fortalecer las capacidades locales a países africanos, impulsando así el desarrollo tecnológico y la gestión eficiente de recursos energéticos. Y también se pide el compromiso y apoyo financiero europeo. A modo de ejemplo, instituciones financieras como el Banco Europeo de Inversiones (BEI) y el Banco Europeo de Reconstrucción y Desarrollo (BERD) proporcionan préstamos y subvenciones para financiar proyectos energéticos en el África facilitando la inversión y el desarrollo de infraestructuras.