La Autoridad Independiente de Responsabilidad Fiscal (AIReF) calcula que la senda de gasto comprometida por el gobierno español con Bruselas permitirá reducir la deuda pública en 21,4 puntos de PIB entre 2025 y 2031, la mitad de lo que estima el ejecutivo de Pedro Sánchez (42,4 puntos).
En su observatorio de deuda publicado este lunes, la AIReF apunta que el plan fiscal del gobierno central limita el aumento del gasto primario neto de las administraciones públicas a una media anual del 3% entre 2025 y 2031, una tasa que la AIReF eleva al 3,6% si no se adoptan medidas adicionales.
Esta diferencia en los cálculos se refleja también en la evolución de la deuda, que según el ejecutivo se reducirá en 42,4 puntos de PIB en ese periodo con respecto a un escenario sin ajustes gracias a esa senda de gasto, una corrección que la AIReF rebaja a la mitad (21,4 puntos).
Al margen de los cálculos del plan fiscal, la AIReF estima que, si no se toma ninguna medida, la deuda pública bajará al 98% del PIB en 2029 gracias al crecimiento económico para después repuntar hasta el 108,9 % del PIB en 2041.
Desde el techo alcanzado en el primer trimestre de 2021 (124,2%), la deuda todavía se mantiene 6,8 puntos por encima del nivel previo a la pandemia. Según la AIReF, el crecimiento económico sigue siendo el principal impulsor de la disminución de la ratio. En el periodo 2020-2023, su aportación a la reducción de la deuda ha sido de 20 puntos, mientras que un déficit público con una tendencia decreciente ha ayudado a consolidar la reducción.
Por su parte, la última revisión del PIB ha supuesto una reducción de 2,9 puntos como efecto de un mayor denominador del cociente. A pesar del descenso, España es en la actualidad uno de los países de la Unión Económica y Monetaria (UEM) con mayores niveles de deuda, por detrás de Grecia, Italia, Francia y Bélgica.
De cara a los próximos años, la AIReF estima en su proyección inercial en el medio plazo una reducción de la ratio de deuda de 7,2 puntos de PIB respecto al nivel de 2023 y la sitúa en el 98% en 2029. La reducción vendrá sustentada por el crecimiento del PIB nominal, donde el deflactor tendrá una contribución muy notable.
La moderación de la contribución del crecimiento nominal supondría una ralentización en la reducción de la deuda, que se agotaría a final de la década. A largo plazo, la AIReF estima que la deuda podría retomar una senda ascendente en un escenario a políticas constantes, situándose en el 108,9% en 2041.
Medidas adicionales
De acuerdo con las estimaciones de la AIReF, para garantizar el cumplimiento de la senda comprometida con la UE en el plan fiscal estructural a medio plazo, será necesario adoptar medidas adicionales a las recogidas en el escenario a políticas constantes de la AIReF. Mientras que el plan del gobierno español recoge un crecimiento promedio del gasto del 3% en el periodo 2025 a 2031, el escenario sin medidas de la AIReF estima un promedio anual del 3,6%.
Bajo el supuesto de que se cumple la senda de gasto comprometida, el ejecutivo estima que la deuda podría reducirse en 42,4 puntos en 2041 respecto al escenario inercial sin ajuste. En cambio, la AIReF proyecta una menor reducción, de 21,4 puntos, aun cuando se alcancen las tasas de evolución del gasto neto comprometidas.
Desde el punto de vista de AIReF, el plan presentado por el ejecutivo, si bien puede ser acorde con las orientaciones de la Comisión Europea de junio, no ofrece detalle suficiente de las medidas que se pretenden introducir para cumplir con el compromiso de gasto, por lo que no constituye una herramienta útil de planificación presupuestaria a medio plazo.
Mercados de deuda
El organismo independiente ha destacado que en los dos últimos años la rentabilidad de la deuda soberana ha mostrado una evolución bastante estabilizada en los distintos plazos y países. Dentro de los grandes emisores europeos, España ha mejorado su posición relativa, mientras que Francia se ha deteriorado por su inestabilidad política y fiscal.
La prima de riesgo española ha mostrado una tendencia a la baja, situándose en niveles similares a los de octubre de 2021, por debajo de los 70 puntos básicos. En septiembre de 2024, la rentabilidad del bono español a 10 años se igualó con la del bono francés, un hito no observado desde 2007.
En cuanto a la financiación del Estado, el coste medio de las nuevas emisiones del Tesoro ha marcado un punto de inflexión en 2024, reduciéndose 28 puntos básicos, hasta el 3,16%, mientras que la vida media de la cartera sigue en valores máximos en torno a los 8 años.
Esto ha permitido suavizar el impacto de la subida de los tipos de interés, de manera que, el coste medio de la deuda en circulación ha subido sólo 57 puntos básicos desde su mínimo histórico en 2021, frente a la subida acumulada de 350 puntos básicos de los tipos oficiales en el mismo período.
Para 2025, el Tesoro Público propone aumentar las emisiones netas 5.000 millones de euros, hasta 60.000 millones, y la emisión bruta a 278.448 millones, un 7,4% más. El Tesoro pretende seguir promoviendo la diversificación de la base inversora a través de la emisión de bonos verdes y bonos ligados a la inflación. Adicionalmente, se recibirán por primera vez importes significativos de préstamos europeos del programa Next Generation EU.