El alcalde de Palma, Jaime Martínez, hace un llamamiento a las ciudades del Mediterráneo: "hace falta debatir y buscar sinergias para gestionar el turismo". Martínez considera que solo de manera colaborativa se podrá avanzar y encontrar soluciones a algunas de las problemáticas que despierta el turismo, especialmente en las grandes ciudades que se han abierto al mar y en aquellas que reciben a muchos visitantes, por varias vías. Pero ha hecho referencia especial a los cruceros. Esta es la demanda que ha lanzado este viernes durante su intervención en la mesa redonda La economía azul y las ciudades, en el marco de la jornada Los retos de la economía azul que ha organizado El Nacional y On Economia.

En la mesa Martínez ha abordado este tema junto a los alcaldes de San Sebastián, Eneko Goia; y el alcalde de Badalona, Xavier Garcia Albiol; además del teniente de alcalde de Economía, Hacienda, Promoción Económica y Turismo del Ayuntamiento de Barcelona, Jordi Valls; y Jaume Giró, presidente de la comisión de empresa y trabajo del Parlament de Catalunya.

El alcalde de Palma ha insistido en que se tiene que hablar de turismo, y más en una ciudad como Palma, donde el turismo genera el 80% del PIB —directa e indirecta— y el 45% —directamente—. Según Martínez, Palma tiene que repensar su modelo turístico, pero ha dejado entrever que también lo tienen que hacer otras ciudades del Mediterráneo. Ha puesto de manifiesto que "se tienen que tomar decisiones", pero "hacerlo unilateralmente es una equivocación". Se tienen que ligar complicidades porque "el turismo no deja de crecer". En este sentido, ha mencionado las realidades de las Islas Baleares y las Canarias que, conjuntamente, este año recibirán la visita del 50% de los ya 100 millones de turistas que visitarán España.

El responsable municipal ha manifestado que "hay que partir de la base que los problemas son muy diferentes según los territorios y que, por lo tanto, el desgaste de un territorio y otro es muy diferente en el conjunto del Mediterráneo y de España. Se ha quejado de que los territorios más 'desgastados' son los que más han aportado en temas de fiscalidad, pero que no todo ha revertido: "los municipios y los entes locales tienen que gestionar sus impuestos para cubrir las necesidades de los ciudadanos residentes, pero al mismo tiempo también los de los visitantes" y eso no está contemplado. "En Palma, cada año, se empadronan 6.000 personas", ha sentenciado.

Sostenibilidad e impactos colaterales

Con respecto a otras vertientes que han sido objetivo del debate, Martínez ha abordado varios temas, especialmente el de la sequía y la falta de agua. Al respecto, ha destacado la planificación que hace tiempo que ha realizado la ciudad de Palma, como la puesta en marcha de varias desaladoras. No obstante, sin obviar su efectividad, el alcalde ha alertado de que las nuevas infraestructuras y el uso de las nuevas tecnologías tienen que ir de la mano y ha hecho referencia a los impactos colaterales.

Por eso, ha puesto de ejemplo, cómo de difícil es gestionar los residuos que generan estas infraestructuras. "La salmuera que se genera se tiene que reciclar", ha avisado y ha expuesto que tienen proyectos en marcha que obtienen hidrógeno y cloro de la salmuera que sirven para generar energías alternativas.