La crisis por el acceso a la vivienda no cesa. Vivir de alquiler requiere de media un 46% más ingresos que los necesarios para pagar una hipoteca en caso de comprar la misma vivienda. Así, el dinero necesario para alquilar una vivienda de 2 dormitorios y no superar el umbral del 30% de los ingresos recomendado se sitúa en los 31.550 euros, mientras que para pagar la cuota hipotecaria se sitúa en los 21.561 euros (a lo que habría que añadir unos ahorros mínimos de 43.467 euros).

Es la conclusión de un nuevo estudio publicado por el portal inmobiliario Idealista. Entre los grandes mercados, Valencia es el que registra una mayor diferencia entre los ingresos netos necesarios para el alquiler y la compra, ya que se sitúa en el 56%. Le siguen Barcelona (39%), Sevilla (33%), Bilbao (32%), Madrid (24%) y Málaga (15%).

Por el lado contrario se encuentran San Sebastián y Palma, donde la renta familiar imprescindible para alquilar es más baja que para la compra: en San Sebastián es un 12% más baja, y en Palma un 10%. La única ciudad en la que se repite este fenómeno es Granada (-3%).

La mayor diferencia se da en la ciudad de Huelva, donde hay que ganar un 81% para alquilar una vivienda que para comprarla. A continuación se encuentran Lleida (77%), Jaén (71%) y Murcia (66%). Según Idealista, este encarecimiento del precio de los alquileres en España está provocado principalmente por la "cada vez menor oferta de viviendas".

Barcelona, la ciudad que exige más ingresos

En línea con los altos precios de sus alquileres, la ciudad de Barcelona es donde se exigen unos ingresos más elevados para acceder a una vivienda arrendada, con 59.125 euros netos. Le siguen Palma (51.002 euros netos), Madrid (50.835 euros netos), San Sebastián (47.573 euros netos), Valencia (44.674 euros netos), Bilbao (37.508 euros netos) y Málaga (37.280 euros netos). En el lado opuesto encontramos a Ciudad Real, con 17.840 euros netos de ingresos para alquilar una vivienda de dos dormitorios.

Respecto a los ingresos necesarios en el caso de la compra, sin incluir los ahorros para hacer frente al 20% de entrada y el 10% de gastos, son de 56.652 euros netos en Palma, mientras que en San Sebastián se sitúan en 53.977 euros netos. En tercera posición se encuentra Barcelona (42.458 euros), y tras ella las ciudades de Madrid (41.146 euros netos), Málaga (32.304 euros netos) y Pamplona (31.358 euros netos).

Solo 6 capitales exigen unos ingresos familiares netos inferiores a los 14.000 euros anuales para hacer frente a la compra de una vivienda: Jaén (11.873 euros netos), Huelva (12.649 euros), Palencia (13.050 euros), Lleida (13.081 euros) y Zamora (13.736 euros).

Los ahorros para comprar vivienda disparados

A pesar de los elevados precios de los alquileres frente a las cuotas hipotecarias, otro de los principales problema de acceso a la vivienda es la gran cantidad de capital que hay que destinar a pagar la entrada de la casa. Es decir, los ahorros necesarios para hacer frente al 20% del valor de tasación que no financia la banca y al 10% de gastos e impuestos.

Por territorios, la ciudad donde esa cantidad de ahorro que es necesario aportar es más alta es Palma, ya que alcanza los 114.211 euros para una vivienda de dos habitaciones, seguida por San Sebastián con 108.817 euros. Por debajo de los 100.000 euros de ahorro se encuentran las ciudades Barcelona (85.595 euros), Madrid (82.951 euros) y Málaga (65.124 euros).

Jaén, por su parte, es la ciudad en la que menos ahorros son necesarios (23.936 euros), seguida por Huelva (25.501 euros) y Palencia (26.309 euros). Según Francisco Iñareta, portavoz de idealista, "este informe vuelve a poner de manifiesto el perverso efecto de la ley de vivienda en el mercado inmobiliario que, al reducir la oferta del alquiler, ha dificultado el acceso a la vivienda no solo en alquiler sino también en venta".

Iñareta destaca que "la alta demanda genera tensiones en los precios, que siguen subiendo y exigiendo cada vez un mayor esfuerzo a los inquilinos y limitando cada vez más su capacidad de ahorro, lo que hace que sean cada vez más las familias que se ven 'condenadas' a vivir de alquiler".

Desde Idealista señalan que romper este "círculo vicioso" pasa por un cambio en las políticas de alquiler que "logre aumentar significativamente las viviendas, relajando la tensión sobre las mismas y logrando una tendencia bajista en los precios que incremente la capacidad de ahorro de las familias para hacer frente a la entrada en un futuro".