Las empresas de coches han vendido en España 431.808 turismos en España en lo que va de año, 27.800 más que en el mismo periodo del pasado año, lo que arroja un crecimiento del 6,9%. Sin embargo, son solo números que ocultan un mercado del automóvil en condiciones más precarias que el año pasado, pues la compra por parte de las empresas de alquiler está salvando el año. El peso de este canal se ha elevado al 25,5% del total de las matriculaciones (irá disminuyendo después del verano), frente al 18,7% del mismo periodo de 2023.
Juan Luis Barahona, presidente de Feneval, la patronal de las empresas de alquiler, resalta los buenos resultados en lo que va de año. “El notable incremento en las matriculaciones refleja la recuperación y el dinamismo del mercado de alquiler de vehículos, impulsado, en gran medida, por la reactivación del turismo y el aumento de la demanda de movilidad flexible y segura por parte de los usuarios”.
De hecho, si no fuese por la demanda de estas empresas, un tercio de las marcas estarían en números rojos y, descontando este canal, las matriculaciones estarían en negativo respecto al pasado año. Lo que no es bueno para los fabricantes, porque los coches de alquiler aportan una menor rentabilidad, son unidades pequeñas, generalmente utilitarios, y escasamente equipados, lo que merma los beneficios de las empresas. Y, sobre todo, afecta negativamente a los concesionarios, pues una buena parte de las ventas al canal del alquiler recae directamente sobre las marcas directamente y los comercios se limitan a las entregas, por lo que cobran poco dinero.
Las compras de coches para el alquiler han crecido un 45% en el año, una espectacular subida que se explica por el recorte del pasado año que estas empresas sufrieron por parte de los fabricantes ante la falta de stock. La escasez de microchips -que empezó en 2022, perduró el año pasado- paralizó la fabricación de vehículos y los constructores dieron prioridad a los concesionarios en detrimento del alquiler. El objetivo fue doble: salvaguardar el negocio de sus redes comerciales y destinar su producción a los clientes particulares que adquieren coches de mayor valor añadido y rentabilidad para los productores de coches.
En el sector se da por hecho que cuando los particulares compran muchos coches, el alquiler se ha de conformar con menos unidades y viceversa. Las cifras dejan patente que las familias no están muy propensas a cambiar de coche este año, pues sus compras crecen un 8% (182.330 coches hasta mayo), sobre 2023, un año tampoco muy boyante. Lo que está pasando factura a numerosos constructores que han puesto sus esperanzas en el alquiler, ante la falta de demanda de los particulares, pero también del tercer canal: las empresas.
Hasta el punto de que un tercio de las marcas, incluidas algunas muy grandes, están vendiendo menos coches a particulares y empresas este año que el anterior, según los datos de MSI, consultora del mercado de automoción. Otras, a pesar de que aumentan sus ventas en esos canales, han recurrido al alquiler para generar volumen. Es el caso de la coreana Ssangyong que ha vendido este año 1.584 coches para el alquiler, cuando el año pasado tan solo fueron 12. O Volvo, que ha pasado de 274 a 1.680; Mitsubishi que ha vendido este año al rent a car 1.043, frente a 253 el año anterior. Jeep, en esta particular lista, ha aumentado de 631 turismos a 2.495; Nissan triplica, de 1.054 a 3.360; al igual que BMW, que ha vendido al alquiler 3.104 en 2024 y 1.122 el año pasado; Dacia, que crece de 850 a 1.860 o Mercedes, de 1.888 a 3.928. Aunque estos fabricantes estarían en positivo en el año, sus incrementos serían muy inferiores a los que presentan.
En caída
Sin embargo, hay una quincena que estarían en números rojos, si no fuese por el alquiler, pues sus ventas a particulares y empresas están por debajo de las del año pasado. Las ventas al alquiler de todas ellas también han registrado un fuerte tirón, aunque no lo suficiente como para dar incrementos en el año. Entre estas, destacan Ford, que a pesar de haber aumentado las matriculaciones al rent a car de 475 a 2.308; tiene un descenso del 22,7% en el año; Kia reduce un 7,3% sus ventas en el año a pesar de haber destinado al alquiler 2.300 coches más que el año pasado; Cupra, cuyas matriculaciones caen un 2,6%, aunque ha aumentado en 800 coches lo destinado a este canal. También están en este pelotón de los que venden menos que en 2023 -a pesar de sus incrementos al alquiler- Opel (2.000 coches más vendidos al alquiler); Peugeot (3.000 turismos); Fiat, que a pesar de haber aumentado 1.000 coches en el canal del alquiler y aumentar las ventas de particulares, no ha podido compensar el fuerte descenso del canal de empresas.
Algunas, sin embargo, gracias al intenso apoyo del alquiler han conseguido vender más coches que el pasado año, aunque hayan sufrido caídas en los otros dos canales. Es el caso de Citroën, que gracias a aumentar en 4.500 coches sus ventas al alquiler, ofrece un incremento de matriculaciones del 8,5%; Renault que crece en el año un 2,7% tras incrementar en 1.500, los coches de alquiler; Skoda, que sube un 14,7%, con 2.000 coches de alquiler, aunque también han subido en 1.000 las ventas a particulares. O en marcas de menor volumen, también DS y Alfa Romeo salvan el año gracias al alquiler.
Las marcas destacadas
Por volumen, Peugeot ha sido la marca que más coches ha destinado al rent a car, 12.100, el 45% del total de sus matriculaciones en el año. El segundo lugar es para Citroën, con 10.000 coches, 1 de cada 2 vendidos hasta mayo; Seat coloca en el canal 8.900 unidades, pero su porcentaje se reduce a un tercio de las ventas de este año. El cuarto puesto, con cerca de 8.000 turismos, lo ocupa Volkswagen, aunque el peso del alquiler es del 29% y el top-5 lo cierra Opel, con 7.110 coches para el alquiler, lo que supone el 53% de sus matriculaciones.
Un porcentaje que solo superan la china Lynk&Co (59,5% de sus matriculaciones han ido a empresas de alquiler), Ssangyong (57,1%), Alfa Romeo (55%) y otra china, Polestar, (53,5%).