La oferta de alquileres de temporada se disparó un 56% en el primer trimestre del año hasta representar el 11% del total, mientras que la de los alquileres permanentes se redujo un 15%, según el portal inmobiliario Idealista, que lo achaca a las sucesivas políticas puestas en marcha por el Gobierno español.
Según sus datos, entre los grandes mercados, el mayor incremento de la oferta de temporada se ha dado en Palma y Málaga, que cuentan con un 79% más que hace un año, seguidos por San Sebastián (77%); Sevilla (74%); Valencia (62%); Madrid (56%) y Barcelona (53%).
En Bilbao, por su parte, la oferta de alquileres temporales ha crecido un 49% en los últimos 12 meses, mientras que se ha incrementado un 29% en Alicante, recoge EFE.
El portal, que suma más de 1,5 millones de anuncios, señala también que en algunos pequeños mercados donde este fenómeno era hasta ahora prácticamente inexistente, han comenzado a ofertarse alquileres de temporada, provocado subidas muy pronunciadas. Son los casos de Badajoz (2.560%); Cáceres (800%); Huelva o Lleida (650% en ambos casos).
El 30% de la oferta de Barcelona es de temporada
De acuerdo con Idealista, en San Sebastián y Barcelona el 30% de las viviendas que se ofrecen lo hacen para el alquiler de temporada, mientras que en Cádiz lo hacen el 21% del total. Les siguen Badajoz (18%); Madrid (15%); Valencia (13%) y Málaga (13%). Por debajo de esta cifra se encuentran los mercados de Palma, Santander y Bilbao (con el 11% en los tres casos).
En paralelo a estos crecimientos, los alquileres de larga estancia han caído en este último año en los principales mercados. Según el portal, el mayor descenso se da en Bilbao (-33%); seguido por Sevilla (-27%); Madrid (-24%); San Sebastián (-22%); Palma (-20%) y Barcelona (-15%).
Según el portavoz de Idealista, Francisco Iñareta, legislar de espaldas a los propietarios acaba destruyendo el mercado y las medidas adoptadas en materia de alquiler han trasladado la oferta del alquiler permanente al alquiler de temporada, una fórmula perfectamente legal, pero que viene a dificultar aún más el acceso a la vivienda de las personas y las familias más desfavorecidas.
En este sentido, ha apuntado que el origen de los problemas de alquiler no está en los precios, sino en el enorme déficit de oferta, lo que genera tensiones en los precios y dificultades de acceso. Por ello, cree que la situación exige un reequilibrio en las relaciones de propietarios e inquilinos que aflore mucho producto al mercado y permita que la situación se normalice.