¿Cuál es el funcionamiento y las estrategias de Airbnb en Barcelona? Con la pandemia, los anfitriones particulares adoptaron prácticas de los grandes tenedores. Esta es la principal conclusión de un estudio elaborado por la Universidad Abierta de Catalunya (UOC) que muestra cuál ha sido el impacto que ha tenido en la estructura económica y turística de la ciudad la plataforma de alojamientos. En este sentido, el informe señala también las "noches mínimas de estancia", la gestión activa de precios y la profesionalización como estrategias adaptativas de la plataforma, junto con la cesión de alojamientos en el mercado del alquiler residencial de medio y largo plazo.

La covid-19 estimuló que los particulares adoptaran también las estrategias de "precios dinámicos", que antes solo practicaban los anfitriones más profesionales y los propietarios de los alojamientos más valiosos. En el 2020, por ejemplo, los anfitriones se centraron en reducir los precios para atraer el turismo interior movilizado después del confinamiento. Los resultados apuntan, además, que, aunque los actores profesionales de los apartamentos turísticos fueron los más afectados por las consecuencias económicas de la covid, también fueron los que se beneficiaron más del negocio generado por la recuperación del turismo en la ciudad. Durante la pandemia, este perfil bajó los precios más significativamente que los particulares, aunque la tarifa media que cobraban seguía siendo más alta.

Estancia mínima y profesionalización de los anfitriones

Asimismo, la exigencia de una estancia mínima fue una práctica que influyó positivamente en la rentabilidad de los alojamientos y, por lo tanto, afectó a la tasa de supervivencia. Así, los anfitriones profesionales que gestionan muchos alojamientos tienen un peso relativo muy importante dentro de Airbnb: en el 2022 representaban más de un tercio de la oferta de alojamiento turístico que se había mantenido en la plataforma continuadamente desde el 2016.

En pandemia, los precios de los alquileres bajaron en toda la ciudad, pero con más intensidad en los barrios más turísticos. Esta caída de los alquileres y el incremento de la disponibilidad de alojamientos impulsaron la demanda de usos residenciales en los distritos más céntricos, y esta fue la segunda estrategia adoptada por los propietarios para superar la covid-19. En el periodo estudiado por los analistas de la UOC (2016-2022), solo el 16% de los pisos se han mantenido en todo momento en la plataforma. "Eso da una idea del grado de adherencia de las viviendas a la oferta como alquiler turístico frente a otros usos como el alquiler residencial a largo plazo", apuntan desde el informe.

"El estudio muestra como Airbnb influye en el mercado de la vivienda de la ciudad. De hecho, el traspaso de la oferta de alojamientos de la plataforma en el mercado de la vivienda de medio y largo plazo durante el contexto de la pandemia, con la desaparición del turismo internacional y una gran limitación del mercado interno, es una de las estrategias de adaptación detectadas", explica Soledad Morales, profesora de los Estudios de Economía y Empresa de la universidad, que agrega, que "nuestro sistema identifica esta tendencia de manera clara y evidente, pero es difícil de cuantificar dada la complejidad de los factores que intervienen en el mercado de la vivienda y la falta de datos en abierto", añade la investigadora de la UOC.