La junta directiva de l’Associació d’Apartaments Turístics de Barcelona (Apartur), que ejerce de lobby ante las administraciones en defensa de un segmento de actividad que está en entredicho por parte de las administraciones, ha recurrido a Marian Muro, la que fuera exdirectora de turismo del Govern y de Barcelona para dirigir la patronal. Gracias a su trayectoria profesional, Muro tiene un amplio conocimiento del funcionamiento de las instituciones y del sector, para el cual actualmente ejerce como consultora. Así lo ha reconocido explícitamente la asociación en un comunicado, en el que expresa que "el amplio conocimiento del funcionamiento de las instituciones gubernamentales y el entorno empresarial de Muro ha sido determinante para la elección de Apartur".
Presidida por Enrique Alcántara, Apartur tiene abierta una batalla pública y legal con la Generalitat, a través de la federación Federatur. El detonante ha sido la última ley que regula y limita la implantación de los pisos turísticos en más de un centenar de municipios catalanes -que se considera que tienen una excesiva masificación turística que impacta en el acceso a la vivienda de sus residentes- y está encajando el último anuncio del alcalde de Barcelona, Jaume Collboni: cerrar todos los pisos turísticos de la ciudad en 2028. La nueva directora general de Apartur, Marian Muro, encara esta situación como "un reto clave en una industria que quiero, valoro y deseo potenciar por el bien de la economía barcelonesa y catalana".
Ante esta medida, Apartur argumenta que las viviendas de uso turístico en Barcelona representan un 0.77% sobre el total del parque de viviendas de la ciudad. Con estos datos en la mano, Apartur ve en el anuncio del alcalde una cortina de humo por su fracaso en las políticas de vivienda en la ciudad. “Un fracaso que el consistorio repercute ahora expropiando a los pequeños propietarios que con su actividad económica legal emplean a unos 5.000 trabajadores de forma directa y otros tantos de forma indirecta y aporta anualmente más de 347 millones de euros a las arcas públicas de Barcelona”. Según sus datos, cada año, el sector da alojamiento a 2,5 millones de turistas que están de paso por la ciudad y que, sin esta oferta, no tienen alternativas porque faltan hoteles debido a la moratoria que también tiene en vigencia el consistorio de Barcelona.
La patronal insiste en que "los pisos turísticos son imprescindibles para el liderazgo del turismo como primera industria en la capital catalana si se quiere atender la demanda de calidad que tanto el visitante de ocio como el que llega para asistir a ferias y congresos está solicitando", señala el presidente Enrique Alcántara. La patronal, que agrupa a más de 350 empresas y profesionales que gestionan apartamentos turísticos, ha advertido que contraviene la legalidad limitar su existencia.