En tan solo un día como presidente de los Estados Unidos, Donald Trump ha conseguido atraer la atención de todo el mundo, también de inversores y actores económicos internacionales. Más allá de la deportación de inmigrantes y de cómo afectará a sus empresas, y de la influencia de las grandes tecnológicas, la nueva apuesta del mandatario para la primera potencia mundial tiene mucho de imprevisible y algunas primeras líneas marcadas. El petróleo tiene que recuperar protagonismo en contra de los tratados internacionales por el clima (de los cuales ya ha anunciado que se retirará), las energías renovables perderán peso y se protegerá la producción y el consumo local imponente fuertes aranceles a las importaciones.
Hace días que Donald Trump afirma que la palabra "arancel" es su "favorita" del diccionario. Aunque falta saber cómo y en qué nivel se aplicarán, Trump ha dicho que piensa en un 25% de aranceles para las importaciones del Canadá y México, mientras que por ahora no ha mencionado en China, a quien Joe Biden aplicó aranceles para los coches eléctricos y para quién el propio Trump había prometido en campaña aranceles de hasta el 60%. Falta para ver cuáles serán los aranceles para las economías europeas, que podrían ver muy afectadas sus exportaciones. Ahora bien, las primeras órdenes ejecutivas no han ido tan directas hacia estas restricciones como se podía esperar.
Una de las áreas que más puede afectar a las empresas europeas y españolas es la energética. Por una parte, porque la declaración de emergencia energética declarada por el presidente abre las puertas a una mayor extracción de hidrocarburos, que Trump ha dicho que estimulará al mismo tiempo que los Estados Unidos volvían a salir, como en su anterior legislatura. Y de la otra, porque ha anunciado que dejará de construir turbinas eólicas y que retirará ayudas a las energías verdes y no estimulará la electrificación del automóvil. La paralización temporal de nuevos permisos para eólica marina ha sido una de las medidas más contundentes. Iberdrola tiene algunos proyectos que podrían verse afectados. Mides todas que van en la línea contraria a reducir las emisiones de CO₂.
Habrá que ver qué pasa con los 393.000 millones de dólares anunciados en el 2022 por Biden para fomentar energías verdes después de que Trump haya ordenado poner fin en la parte de la Inflation Reduction Act (IRA) que se dedicaba en eso y qué hacen las empresas que invierten en los Estados Unidos en parte por estos estímulos.
Con respecto a la inflación, Trump ha pedido a los departamentos y agencias federales que se ocupen, pero no ha dado detalles al respecto. Tampoco ha dado detalles sobre si intentará meter mano en la Reserva Federal (Fed), después de que la agencia Bloomberg publicara que estudió si era legal destituir a su presidente, Jerome Powell.
Después de criticar el gasto público y echar a algunos asesores ya el primer día, Trump ha firmado también una orden para crear el Departamento de Eficiencia Gubernamental (DOGE) que dirigirá Elon Musk, con unos 20 empleados destinados a aplicar la tijera de gasto público. También congelará contrataciones federales excepto del ejército hasta que asuma el control total del gobierno y obligará a la presencialidad a todos los trabajadores federales.
Con respecto a Tiktok, que se cerró cautelarmente porque daba a China una puerta de entrada a los datos personales, Trump ha dado tiempo a la empresa china con el fin de encontrar a un comprador de los Estados Unidos o bien cerrarla.
Trump también ha dejado sin efecto en los Estados Unidos el acuerdo de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE) de aplicar al menos un 15% de impuestos a todas aquellas empresas con una facturación superior a los 750 millones. Los Estados Unidos no lo aplicarán.
La eliminación del fomento de la diversidad puede también tener un efecto en las empresas que han invertido, así como en trabajos creados para cuidar de esta cuestión en los sectores públicos y privado.
El presidente de los Estados Unidos impulsará la llegada a Marte, por lo cual es previsible que ayude a la empresa de Elon Musk SpaceX que prepara estos viajes, y pretende una deportación masiva que puede dificultar la contratación de profesionales. Hay que ver también qué pasará con los trabajadores cualificados de las tecnológicas, que Musk quiere proteger.
Los mercados, por ahora, han reaccionado de manera más bien positiva a las decisiones a pesar de las posibles repercusiones para muchas empresas. El Dow Jones tiene una leve subida de los alrededores de un 0,74% y el Nasdaq de un 0,072%, que en los últimos días es del 5%. Con respecto al Ibex, cerró ayer con una leve subida del 0,4%, pero hoy está perdiendo comba, un 0,29% en las 16h48.