Donald Trump ha empezado una guerra comercial a nivel mundial que podría arrastrar a ciertas economías a la recesión, incluida la de Estados Unidos, pero también Alemania (que parte de una posición muy débil). En el desenlace tendrá mucho que ver la contundencia de las represalias que adopten los principales países afectados por los nuevos aranceles impuestos por la administración Trump, especialmente China y otros países asiáticos.
Desde CaixaBank Research señalan que “la región más penalizada es Asia, con aranceles anunciados a China del 34% (que sumados a los ya vigentes llevan a un total cercano al 70%); Vietnam, del 46%; Taiwán, del 32%; Corea del Sur, del 25%, y Japón, del 24%”. Los economistas del banco señalan que este nuevo escenario conducirá en el corto plazo a una mayor inflación y un menor crecimiento a nivel global y, aunque no hablen expresamente de recesión, es un riesgo que subyace en los análisis de estos días. Unos efectos que “dependerán de las represalias que puedan tomar otros países”, señala el centro de análisis de CaixaBank.
Josep Oliver, catedrático de Economía Aplicada de la Universidad Autónoma de Barcelona, considera que la guerra de aranceles abierta entre la Unión Europea y Estados Unidos se saldará con un acuerdo: “La sangre no llegará al río”, señala. Un análisis en el que incluye el papel que juega la OTAN entre ambos lados del Atlántico, pues los compromisos de un incremento del gasto en armamento por parte de Europa acabarán en parte en manos de empresas estadounidenses. En su opinión, Trump rebajará los aranceles impuestos a Europa; de hecho, él mismo se ha mostrado dispuesto a negociar y este lunes la Comisión Europea ha mostrado su interés por el diálogo.
“Distinto es el caso de China”, señala Oliver, que matiza que si el resto del mundo reacciona con más aranceles “habrá recesión en el corto plazo”, aunque a nadie le “interesa una situación semejante”, matiza. De momento, la cosa no pinta bien entre los dos gigantes mundiales que se juegan la hegemonía geoestratégica. China ha respondido con aranceles del 34% a los productos estadounidenses (la misma tasa anunciado por Estados Unidos para el país asiático) y la respuesta de Trump ha sido echar más leña al fuego y este lunes ha amenazado con aranceles del 104% si China no retira los suyos.
Recesión en EE.UU.
Raúl Mínguez, responsable de departamento de Economía de la Cámara de Comercio de España, señala si bien hace unos meses se descartaba una recesión en Estados Unidos, ahora se ve probable y se considera que hay entre un 45 y un 50% de posibilidades. “El encarecimiento de la oferta en Estados Unidos por la subida derivada de los aranceles hará caer la demanda, se retraerá el consumo y tendrá efecto sobre la inflación”, señala Mínguez.
Una posible recesión en la primera economía del mundo tendrá efectos globales, considera, pero descarta una recesión global. “El comercio y la economía mundial caerá unas décimas”, señala. Y deja a fuera y, especialmente, a España, la economía comunitaria que más creció el año pasado y mejores previsiones tiene para este año.
Efecto sobre España
Con los aranceles del 20% anunciados por Estados Unidos, el impacto sobre la economía española será contenido. El análisis realizado por la Cámara de Comercio calcula que, en términos del PIB, los aranceles de Trump restarán este año un 0,21% al PIB español, una cifra similar al 0,2% que baraja CaixaBank Research, el mismo impacto que recibirá Francia. Dentro de la zona euro, Alemania e Italia serán los países más afectados, con el 0,4% de su PIB.
La Cámara de Comercio señala que, de mantenerse los aranceles actualmente anunciados para el conjunto de la Unión Europea, las exportaciones españolas a EE.UU. se reducirán entre el 10 y el 18%, previsiblemente el 14% que supondría una merma de ingresos de unos 2.600 millones de euros. Por sectores, el más afectado será el de máquinas, aparatos mecánicos, y material eléctrico cuyas exportaciones caerán un 22%; los productos químicos y farmacéuticos con un descenso del 13%; los metales y sus manufacturas el 8%; los productos alimenticios y el tabaco el 4,3% y las manufacturas de piedra, yeso, vidrio y joyería el 1,5%.
A medio plazo
En opinión de Oliver, el Día de la Liberación de Trump no es tan preocupante en el corto, como en el largo plazo. El economista señala que subyace una guerra abierta por la hegemonía mundial entre Estados Unidos y China que arrancó en la presidencia de Obama. La diferencia con este nuevo movimiento es que, en opinión de catedrático de Economía, se ha producido la ruptura de la confianza mundial en Estados Unidos que ha repercutido en la credibilidad del dólar que en esta ocasión ha dejado de ser la divisa refugio. Desde CaixaBank Research ahondan y defienden que a nivel mundial EE.UU. se aleja del papel de “socio fiable” que ha desempeñado desde el final de la Segunda Guerra Mundial.
Lo que abre un escenario realmente incierto que se agranda con las incógnitas que siempre concita la política china. Mínguez coincide en que este episodio comercial viene de lejos y que la constatación de políticas más proteccionistas a nivel mundial ya se deja notar desde 2016-2017. Por tanto, la respuesta de China es impredecible y podría buscar el acuerdo o el enfrentamiento consciente de que se juega la hegemonía mundial. Lo que eleva la batalla más allá de unas meras subidas de aranceles.