El primer cuatrimestre de 2024 deja datos muy significativos sobre la tendencia inmobiliaria en el terreno de la compra. Así pues, según un último estudio de la consultora Hipoo, concluye que el perfil hipotecario de los residentes en la provincia de Barcelona se sitúa en los 37 años, con un contrato indefinido y una nómina de 2.600 euros mensuales. De estos, mayoritariamente se decantan por las hipotecas fijas, el 53,3% de las solicitudes, 15 puntos menos que la media nacional, y el 35,1% fueron mixtas, 11,2 puntos más que a nivel nacional.

Un 4% es compra de obra nueva

Pero a partir de estos datos es interesante tener en cuenta la tipología de vivienda que compran. El 81,3% de las solicitudes de hipotecas se dirigieron a vivienda habitual. Mientras que el 10,6% ha estado por segunda residencia y el 8,1% a inversión. Mientras tanto, en el 2023, el 78,5% se destinó a vivienda habitual, el 8,2% en segunda residencia, y el 12,6% a inversión, siguiendo la línea de la media nacional. Pero el más relevante es el descenso de 4 puntos de las peticiones para inversión. Un dato que va estrechamente ligada con el hecho que solo el 4% de la compra de vivienda va ligada en la obra nueva, es decir, nueve puntos menos que la media nacional que consigue mantenerse en el 13%. El resto ha estado en un 90,9% por|para segunda transmisión y el 5,1% a autopromoción.

Las causas del descenso de la obra nueva o sobre plano son diversas, según los expertos consultados por ON ECONOMIA. Pero hay dos grandes aspectos a tener en cuenta. De entrada, el auge de los alquileres. A pesar de la regulación de precios, la especulación que se da en este campo cada vez es más fuerte y ha crecido la competencia porque se ha reducido el poder adquisitivo para optar a una hipoteca. "El último edificio que hemos construido lo hemos destinado exclusivamente a alquiler, no hacemos tantas promociones de compra en los últimos tiempos y si sale alguna cosa buena ya hay clientes con mucho poder adquisitivo que lo pagan al contado", asegura Marc González, promotor inmobiliario.

Pero hay otra derivada, el efecto del fin de las golden visa. El pasado mes de abril, el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, anunció el fin de la concesión de la Golden Visa que permite acceder al régimen de residencia cuando se invierte más de 500.000 euros en bienes inmuebles y aseguró que tomarían las medidas necesarias para garantizar que la vivienda sea un derecho y no un mero negocio especulativo. "Este no es el modelo de país que queremos, no es la España que queremos, el de la inversión especulativa en la vivienda," subrayó entonces. A expensas de la rumorología de que estas se podrían prolongar, las intenciones de retirarlas próximamente son públicas por parte de Sánchez y, especialmente, el partido de coalición con el PSOE, el Sumar de Yolanda Díaz, que insistió el pasado mes de mayo. Las Golden Visa dan el permiso de residencia a cambio de pagar una vivienda por un valor que se alza a partir de los 500.000 euros. "En Madrid hay una zona que ya es 100% de personas latinas de Venezuela y México con un altísimo poder adquisitivo", asegura González. De esta manera, si estas se detienen, la motivación inmobiliaria para seguir creando estas viviendas de lujo o semilujo de obra nueva, disminuye sustancialmente. Y Barcelona, junto con Madrid, Málaga, Valencia, Alicante y Mallorca, estaban entre las ciudades con más demanda.

Hipotecas más largas

Por todo ello, la tradición de comprar sobre plano o de obra nueva parece quedar reducida a los privilegios de muy pocos. Y las hipotecas van en esta línea de pérdida de acceso a este perfil de vivienda. Con respecto al plazo medio de las hipotecas, se sitúa en 28 años, según señala el informe de Hipoo con una muestra de análisis de 2.300 hipotecas solicitadas y gestionadas en toda España durante los dos periodos (primer cuatrimestre 2024 y del año pasado. En los últimos tiempos, la demanda se situaba en los 25 años por término medio, ahora hace falta más tiempo para pagarla. En último término, el importe medio de las hipotecas solicitadas durante el primer cuatrimestre de este año fue de 189.790 euros, 27.790 euros (casi un 8%) más que el mismo periodo del año pasado, que alcanzó 162.000 euros, según el informe cuatrimestral elaborado por la plataforma hipotecaria Hipoo. Durante los primeros cuatro meses de este año el número de solicitudes bajó un 9,6%, aunque en abril esta tendencia ha girado en pequeña medida y ha aumentado un 4,3% con respecto al 2023. Eso puede indicar "una mejora en la previsión que se espera del euríbor para los próximos meses", según Rafael Moral, analista de Hipoo.