No pasa una semana sin que portavoces del sector inmobiliario pongan el grito en el cielo por los efectos que tendrá o tiene sobre el sector la nueva Ley de Vivienda aprobada el pasado mes de abril en el Congreso de los diputados y en vigor desde el mes de mayo tras su paso por el Senado. Si hace un mes, los administradores de fincas de Barcelona y Lleida explicaban a ON ECONOMIA un desplome de prácticamente la mitad de la oferta de los pisos de alquiler en la ciudad de Barcelona, ahora desde Pisos.com alertan que, en muchas ciudades, los propietarios que tenían pisos en alquiler están pasándose al alquiler de habitaciones, más desregulado, para evitar las restricciones de la nueva norma.
El director de Estudios y portavoz de pisos.com Ferran Font alerta que la tendencia de alquilar habitaciones es "inédita a la par que peligrosa" y alerta que "el número de propietarios que optan por vender sus viviendas en lugar de alquilarlas está en aumento, lo que reduce la oferta y aumenta los precios del alquiler". Font recuerda que "la Ley de Arrendamientos Urbanos (LAU) no regula el alquiler de habitaciones", de forma que "los propietarios pueden sortear el control de precios de la nueva ley" con esta fórmula.
La reflexión no solo casa con la caída de la oferta de los pisos de alquiler en lugares como Barcelona o Madrid, donde la caída es de un 20% según Fotocasa, sino también con un reciente informe de Idealista, que cifraba en un 34% el crecimiento de las habitaciones en piso compartido en el último año. El aumento de la oferta se había dado en prácticamente todas las capitales de provincia de España, con especial crecimiento en Castelló de La Plana, donde aumentó un 156%, y Almería, donse se han doblado. La media de edad de quienes alquilan habitación es de 32 años y de la mano del aumento de la oferta también se vivió un aumento de precios, el mayor de todos en Ávila y en Palma de Mallorca, donde subió un 19%.
En Pisos.com, el precio medio del alquiler de la habitación es en agosto un 6% mayor que en el trimestre anterior, de 405 euros al mes (en Idealista es de 350), con Barcelona, Madrid y Vitoria como ciudades más caras. Para Font, la situación lleva a "la necesidad de implementar unas reglas de juego más claras y adaptadas a la realidad actual del mercado de alquiler", especialmente en relación a la vivienda compartida, y piden a las administraciones "soluciones reales que equilibren los intereses de propietarios e inquilinos en un mercado en constante cambio e inaccesible para un sector de la población".