La tasa de riesgo de pobreza o exclusión social (AROPE) ha mejorado levemente en Catalunya, pero ha empeorado entre jóvenes y mujeres, mientras hombres y jubilados han mejorado sus valores, según ha publicado este lunes IDESCAT. Un 24,4% de la población catalana se encontraba en riesgo de pobreza o exclusión social al cierre de 2023, tres décimas por debajo del 24,7% de 2022 y aun por encima del riesgo de pobreza en la era prepandemia, ya que en 2019 era del 24,9%. Entre hombres, la tasa es del 22,8%, tres puntos inferior a las mujeres, entre las cuales hay un 25,9% en riesgo de pobreza, 5 décimas más que el año pasado.
La privación material y social severa, que afecta a las personas más excluidas que no tienen acceso a los bienes básicos, ha empeorado este año en Catalunya hasta alcanzar el 8,9%, una cifra solo empeorada desde el año 2015 en 2021, cuando alcanzó el 9%. La carencia material severa catalana está un punto por debajo de la media española, que es del 9%, y muy por encima de comunidades como Baleares (6,1%), Aragón (7,1) y es exactamente la misma que en Madrid. En cuanto al riesgo de pobreza, está dos puntos por debajo de la media española del 26,5% y casi duplica al 12,5% de tasa de riesgo de pobreza de Madrid.
Los menores de 16 años catalanes son las personas más vulnerables y un 33,1% se encuentran en riesgo de pobreza, seis décimas más que el 32,5% del año pasado. También aumenta la tasa de pobreza entre la población de 16 a 64 años, al pasar del 24,3 al 24,7%. Los jubilados, en cambio, mayores de 65 años, han visto una mejora al caer un 3% su tasa de riesgo de pobreza hasta el 16,2%, coincidiendo con la subida de las pensiones. El lindar que marca el riesgo de pobreza se encuentra en los 12.564 euros de ingresos anuales, un 6,1% más que el año pasado. Se calcula con el 60% de la media de ingresos por unidad de consumo en Catalunya.
Parados y extranjeros, los más vulnerables
Parados y extranjeros son los colectivos más vulnerables en Catalunya, pero los primeros han empeorado su situación, mientras que los segundos la han mejorado. Un 55,6% de los parados se encuentra en riesgo de pobreza y exclusión social, por el 53,6% de 2022, mientras que los extranjeros han pasado de un 50% de riesgo de pobreza a un 48%.
La tasa AROPE en hogares con hijos dependientes también ha crecido del 25,1% al 28,1%, mientras que en los hogares sin hijos a cargo ha bajado del 20,8 al 20% en 2023.
Un 46,5% de los catalanes llegan con dificultad a finales de mes, dos puntos menos que el año pasado, pero aumentan en 1,2 puntos quienes llegan con mucha dificultad, que ahora son el 9,2%. Los que llegan con mucha facilidad a final de mes han pasado de ser el 2,7% de la población catalana al 3,2% de 2023.
El nivel de privación de los hogares afecta sobre todo a los gastos imprevistos de a partir de 800 euros. Un 36,1% de la población catalana declara no tener la capacidad de afrontar este tipo de gastos, un 1,3% más que el año pasado. También aumenta el porcentaje de población que asegura no poder mantener la vivienda a una temperatura adecuada y son ya el 20% de ctalaanes, por el 19,3% del año pasado. Mejoran levemente el porcentaje de personas que se pueden permitir una semana al año de vacaciones, que pasan del 30,9 al 29,8%.
La Encuesta de Condiciones de Vida del Instituto Nacional de Estadística enfocada en Catalunya por Idescat ofrece cifras de ingresos medios correspondientes a 2022. Los ingresos medios netos de los hogares catalanes fueron entonces de 38.888 euros y de 15.830 por persona, una mejora del 7,5% y del 7,7% en relación con el año anterior.