En Catalunya hay 29.653 personas a la espera de recibir las ayudas del Plan Moves III por la compra de un vehículo eléctrico y 16.394 por la instalación de un punto de recarga, según fuentes Fecavem, la patronal de los concesionarios catalanes, con datos del Icaen (Instituto Catalán de la Energía) encargado de gestionar las ayudas en Catalunya. Una ayuda que supone de media 4.166 euros por vehículo -se incluyen turismos, furgonetas y diversos modelos de motocicletas y quarts- y 2.318 euros por la instalación de un punto de recarga. Eso significa que el 79,2% de los residentes en Catalunya que han comprado un coche eléctrico están a la espera de cobrar la ayuda y el 76,8% de los que han instalado un cargador.
El 13 de abril de 2021 se aprobó el Plan Moves III que se ha ido prorrogando en sucesivas ocasiones y está pendiente de que el Gobierno de Pedro Sánchez presente al Congreso una nueva prórroga que se aplicará con carácter retroactivo desde el 1 de enero. Con los datos de Fecavem, en Catalunya se han presentado 37.455 solicitudes de ayudas por la compra de un vehículo eléctrico desde que se puso en marcha el Moves III, pero a 10 de marzo solo han recibido el dinero 7.802 compradores -el 20,8% del total de las solicitudes- y se han pedido ayudas para la instalación de 21.355 puntos de carga de las que se han cobrado 4.961 -el 23,2%-.
Joan Blancafort, secretario general de Fecavem, señala a On Economia que Catalunya no es la excepción, sino la regla en el retraso del pago de las ayudas. Aunque no hay datos de cuántas personas están a la espera de cobrar la subvención en el conjunto de España, declara que Catalunya está en la media. El IDAE (Instituto para la Diversificación y el Ahorro de la Energía), dependiente del Ministerio de Transición Ecológica, organismo que coordina las ayudas a nivel del Estado, no aporta datos tan desagregados como los del Icaen. Por tanto, con la información que publica en su web no se pueden conocer el número de personas -expedientes- que han solicitado ayudas, ni tampoco desagregar por tipo de ayuda: vehículo o cargador.
El IDAE limita su información al porcentaje del dinero que ha sido ya informado positivamente, lo que significa que el solicitante de la subvención ha sido comunicado, que tiene derecho a cobrar la subvención que acabará recibiendo antes o después. Porque la tramitación no solo es larga, es incierta, pues hay que esperar entre 6 u 8 meses, tras la compra del vehículo o la instalación del punto de recarga, para saber si se tiene derecho a cobrar la ayuda o la han denegado. Y una vez recibida dicha comunicación hay que esperar otros 10 o 12 meses para recibir el dinero. Blancafort coincide con estos plazos y señala que el plazo espera ronda entre al año y el año y medio. Pero el IDAE nada dice de cuánto dinero se ha pagado realmente, información que sí está disponible en la web del Icaen.
Subvención aprobada
Centrándonos en la comparativa del dinero que cada administración autonómica ya se ha comprometido a abonar, de los 1.594 millones de euros solicitados a lo largo de los 4 años que ha estado en vigor el Moves III, las 17 comunidades autónomas más Ceuta y Melilla han contestado positivamente por valor de 916 millones de euros, el 69% del total pedido. En el ranking del IDAE, tras las ciudades autónomas, que tienen el porcentaje más alto de dinero concedido -que no entregado- la Comunidad de Madrid ha respondido positivamente por valor del 76% de las ayudas solicitadas, y Catalunya, el segundo, con un 68%. Muy por delante de la Región de Murcia, que tan solo ha comprometido la entrega del 17% de las ayudas solicitadas, Asturias, el 21% y La Rioja, el 32%. El dato que aporta IDAE sobre Catalunya difiere ligeramente del del Icaen, que señala que se ha otorgado el 74,46% de las ayudas solicitadas.
Sistema 'garantista'
Blancafort explica que los retrasos se deben al proceso, muy garantista, impuesto para la concesión de una subvención que viene de los fondos Next Generation. Es frecuente que las ayudas que provienen de Bruselas tengan un exceso de control. Por este motivo, el secretario general de Fecavem considera que el problema no estriba en que la gestión de las ayudas se haya cedido a las comunidades autónomas, sino a la burocracia que se ha generado. Un proceso que está colapsando todas las oficinas autonómicas encargadas de pagar las ayudas y, que en caso de centralizarse, bloquearía igualmente la administración central.
Por este motivo, Fecaven, al igual que Faconauto, patronal de los concesionarios a nivel nacional, o Anfac, la patronal de las marcas, han pedido un giro de 180 grados al sistema del pago. Se ha solicitado a la Administración Central que el pago se realice en el momento de la compra del vehículo, sin tanta exigencia y burocracia.
Cuello de botella
Este proceso tan garantista ha generado un cuello de botella que, en vez de achicar el número de expedientes que están pendientes, lo agranda. En 10 meses, desde mayo del pasado año a mediados de marzo del presente, se ha pagado la subvención de 3.478 coches, pero, en ese mismo periodo, se han abierto 9.035 nuevos expedientes de solicitud de ayudas. Lo misma ha sucedido con la instalación de puntos de carga.
El embalsamiento de expedientes sin resolver es como una bola de nieve que engorda cada mes. Pero, con los datos que maneja Fecavem, a pesar de que desde mediados de enero no entran nuevos expedientes -al estar en suspenso la prórroga del plan Moves III-, la lista de espera no se ha podido reducir. Con los datos de IDAE, se aprecia que todavía quedan coches sin pagar que se compraron bajo el paraguas del Plan Moves II, que estuvo en vigor desde el 16 de junio de 2020 al 13 de abril del 2021. Pues bien, de los 85 millones solicitados, tan solo se ha asignado favorablemente el 58%.