“Creo que va a suceder y creo que es necesario que suceda”. Así hablaba durante la jornada de ayer el presidente de Brasil, Lula da Silva, sobre el proyecto de moneda común que el país carioca pretende impulsar junto con Argentina. El pasado domingo, Financial Times informaba acerca de la idea que los gobiernos de ambos países mantenían con la creación del ‘sur’, la divisa común a la que aspiran las dos naciones más grandes de Latinoamérica.

Esta es una nueva intentona de una propuesta que ambos estados han querido impulsar sin éxito en otras ocasiones. Financial Times señaló que tanto Argentina como Brasil aspiran a crear “el bloque monetario más grande del mundo” después del euro. Y es que, a la hora de hablar de una moneda común, la divisa europea acapara todos los focos. Varios economistas han recurrido al euro y a su lanzamiento hace más de 20 años para evidenciar lo difícil que es crear una moneda común.

¿Qué tan necesaria es una unión continental?

El economista argentino Santiago Bulat expresó a través de su cuenta de Twitter los requerimientos necesarios para la incorporación de los países a la Unión Europea, los cuales mantienen el euro como moneda oficial. Bulat comentó que “para formar parte de la UE se debían cumplir tres normas: inflación como máximo 1,5% por encima de los miembros con menor IPC; deuda sobre el PIB menor a 60%; y déficit fiscal menor al 3% del PIB”. Tras ello, el experto argentino concluyó expresando “la tarea primero”.

Y es que, para que se dé luz verde a un proyecto de este calado, se antoja necesaria una unión continental, en las que se establezcan unos parámetros económicos conjuntos. Desde el Gobierno de Argentina dejan claro que se trata de un proyecto a largo plazo. Pese a esto, y mostrando su ambición, desde el Ejecutivo liderado por Alberto Fernández remarcan que “tenemos la intención de superar las barreras a nuestros intercambios, simplificar y modernizar las reglas, y fomentar el uso de las monedas locales”.

La economía argentina es un hándicap

Para el presidente de Brasil, el proyecto es necesario “porque no podemos, en medio del siglo XXI, seguir haciendo lo mismo que hacíamos en el siglo XXI”. Pese a las intenciones de ambos mandatarios, la idea de lanzar una moneda común se antoja complicada, sobre todo por la dispar situación económico-fiscal de ambas naciones. Gustavo Negré, economista argentino, comentó en la CNN Radio Argentina que “una moneda común es un proyecto complejo. Los indicadores económicos de un país y otro no tienen nada que ver. Es como si estás en un coche a 100 km/h y otro a 10 km/h”. El analista concluyó indicando que “es muy difícil hacer esta operación”.

Y es que, el gran déficit de este proyecto radica en la complicada situación económica de Argentina. Segré cree que una moneda común “podría ser posible una vez que los indicadores económicos de Argentina se parezcan un poco más a los de Brasil”. El dato más revelador de la diferencia económica entre ambos países y que, a su vez, influye sobre las monedas actuales de cada país, es que el país con capital en Buenos Aires mantiene una inflación del 94%, mientras que el IPC de Brasil se mantiene sobre el 5,9%.

Los tipos de interés de Argentina se ubican sobre el 75%, mientras que los del país carioca se asientan sobre el 13,75%. Es evidente que las realidades económicas de ambos países son diferentes.

Una idea imposible a corto plazo

Para Eduardo Moutinho, market analys de Ebury, “no existe ninguna posibilidad de que se produzca una unión monetaria entre ambas naciones a corto plazo”. El experto cree que “la integración beneficiaría poco a Brasil, que dependería de la desastrosa situación fiscal y la mala gestión económica de Argentina”. Refiriéndose al peso de las monedas oficiales de cada país, Moutinho hace hincapié en que, pese a que Brasil cuenta con problemas fiscales, “ha logrado conservar las funciones clave del real como medio de cambio, depósito de valor y unidad de cuenta, mientras que el peso argentino no cumple con ninguna de estas funciones”.

El objetivo que persiguen ambos países es reducir la dependencia del dólar. Lula comentó durante la jornada de ayer que “hay países que a veces tienen dificultades para adquirir dólares y se pueden establecer acuerdos que, después, los bancos centrales fijen el tipo de cambio para hacer el intercambio comercial”.

Pese a esto, Eduardo Moutinho expresa para ON Economia que “es posible que el Gobierno de Lula ni siquiera llegue a debatir seriamente estas propuestas. De hecho, Fernando Haddad, ministro de Hacienda de Brasil, ha restado importancia a la posibilidad de una moneda común”.

Chile se desmarca de la moneda común

Tanto Lula da Silva como Alberto Fernández han comentado que, pese a que el primer paso del proyecto es una moneda común entre ambas naciones, la invitación para unirse al bloque está abierto para toda Latinoamérica. Desde Chile, el ministro de Hacienda, Mario Marcel, recordó que la nación con capital en Santiago de Chile es un “espectador” de Mercosur. Tras esto, el político expresó que “por el momento, estamos cómodos teniendo una política fiscal y monetaria propia”.

El tiempo dirá si el ‘sur’ sigue adelante o, al contrario, se queda en una idea fugaz. Hoy por hoy, la economía y la política fiscal de Argentina es un hándicap que Brasil debe tener en cuenta. Para los expertos, se trata de una idea compleja de concretar y que, de llevarse a cabo, necesitaría tiempo.