Los datos que se derivan de los primeros cuatro días del año 2023 confirman que la medida de excluir o disminuir el IVA de ciertos productos básicos que ha implantado el gobierno de Pedro Sánchez no tiene una efectividad notoria en el bolsillo, aunque se hace evidente que los precios de ciertos productos han bajado de un día para otro. Así pues, si recogemos la información que proporciona la plataforma DataMarket, que tiene datos diarios desde marzo 2021 de miles de productos de Mercadona, Día y Carrefour, la bajada de precios no es elevada. Comparando los datos del 31 de diciembre de 2022 y del 1 de enero de 2023, se constata el cambio de precios en un total de 360 productos de los tres supermercados, como leche, verduras o pan. De estos, a 285 productos les correspondía perder un IVA del 4% y 75 productos tenían que pasar de un 10 a un 5% de IVA. Sin embargo, de los 285 productos que tenían el IVA superreducido, un 27% son ahora —con datos del 1 de enero— al menos un 4% más baratos que el 31 de diciembre de 2022.

Y si entramos en el detalle de los 75 productos analizados que les tocaba bajar de 10% al 5% del IVA, tan solo un 29% de estos productos son ahora al menos un 5% más baratos que el último día del año pasado. Hay, pues, varios productos analizados que han tenido una rebaja de precio ligeramente por debajo del 4% y 5% de IVA que les correspondería. Esta diferencia entre el precio actual y el que debería aplicarse con la medida de Pedro Sánchez, sin embargo, tan solo se traduce en la mayoría de casos en una diferencia de un céntimo o menos. Si hacemos un ejercicio práctico, podemos ver de una forma más gráfica el impacto real que tendrá en los bolsillos de los consumidores. Seleccionamos una cesta de 22 productos que han tenido descuento. Esta cesta, en fecha del 31 de diciembre de 2022, valía 68,19 euros, y ahora, con fecha de 1 de enero de 2023, cuesta 64,6 euros (3,59 euros menos). Eso es un 5,26% menos de lo que costaba el año pasado. Ahora bien, se tiene que tener en cuenta que el IVA de los productos básicos ya era reducido en comparación con otros, del 4% que ya era el superreducido, pasando por el 10% del reducido y el 21% de los generales. Así pues, al quitar solo la cifra más pequeña, evidentemente el efecto también será menor.

Datos desiguales

No obstante, un reciente informe de la Asociación de Usuarios Financieros (Asufin) calcula que la rebaja del IVA de los alimentos supondrá un ahorro del 10% en el cesto de la compra. Así lo constata un estudio de la entidad, que después de analizar los precios de cinco cadenas de supermercados durante los últimos días detalla que por término medio cada ticket de la compra se abaratará unos 3,56 euros. La asociación de usuarios financieros también ha asegurado que desde este lunes, cuando entró en vigor el nuevo paquete anticrisis del Gobierno, ha detectado que "muchos de los productos" tienen promociones. Asufin remarca que hay que tener en cuenta que después de Navidad y Fin de Año los alimentos "empiezan a experimentar un descenso de precios" por tal "de estimular" el frenazo del consumo.

"Los que no apliquen la rebaja del IVA, pueden ser sancionados"

Delante de este escenario, hay otros factores a tener en cuenta de esta medida. La gran pregunta que es si las grandes superficies igualarán el precio que ya costaba y el IVA se lo repercutirán para ellos mismos. En este sentido, Francesc Reguant, presidente de la Comisión de Economía Agroalimentaria del Colegio de Economistas de Catalunya, lo ve difícil: "Teóricamente, no se puede hacer. Existen los organismos de la competencia y ya han dejado claro que controlarán los movimientos". Además, se pueden fijar los precios tal como estaban, pero también tienen que contar con qué tendrán una mayor competencia. Ahora, este producto tiene un coste menor sin el impuesto del IVA y, por lo tanto, si el precio va vinculado al coste, eso se tiene que ver repercutido en el consumidor. "Pueden ser sancionados los que no lo hagan y tendrán que justificar muy bien por qué crean un nuevo coste que haga inamovible el precio actual sin el IVA. Incluso, por un tema estético, dudo de que se atrevan a hacerlo. Detrás de esta medida está el Gobierno y se juega su credibilidad si no funciona", argumenta el economista Reguant. Por otra parte, que las grandes superficies se peguen al argumentario como el coste energético no sería justificable, ya que, precisamente ahora, este está bajando. El obstáculo que ahora puede surgir, según los expertos, es qué uso harán, en su condición de oligopolio, las grandes superficies.

La política económica del gobierno de Pedro Sánchez

Así pues, hay interrogantes que se responderán en las próximas semanas, pero también se constata un cambio de tendencia en la política económica aplicada hasta ahora por el gobierno de Pedro Sánchez entre PSOE y Unidas-Podemos. Reguant subraya que, hasta ahora, las cosas no se habían hecho bien: "Venimos de dos intentos frustrados que no eran técnicamente correctos y son el tope de precios y el impuesto en las grandes superficies". El hecho de limitar los precios ha sido una estrategia errónea: "Las grandes superficies, entre ellas, ya se marcan y parten de una competencia feroz. Si lo tienen que hacer acondicionadas a factores externos, lo repercutirán en los de debajo. Y en paralelo, el comercio pequeño no podrá competir, como ya se ha demostrado y lamentaron". Por otra parte, el impuesto en las grandes superficies sí justifica que, inmediatamente, estas suban los precios. I Reguant afirma que si el gobierno se niega a esta tendencia entrarían en "la interpretación de que pasan a ser precios públicos y ya sabemos que si entramos en este terreno, la cosa se empieza a complicar".

Otras medidas aplicadas

¿Cuál es la gran diferencia con las medidas actuales? Que no rompen las dinámicas de mercado. Si se saca un impuesto al consumo, este va directo al precio y si no se cumple, el estado sí tiene argumentos para vigilar y controlarlo. En paralelo, hay que recordar que esta gran medida ha ido acompañada de otros en el campo de la alimentación. Una de ellas, menos mediática, es la ayuda para fertilizantes. Estos suponen un coste esencial de los alimentos y hay que incentivar a los agricultores para que la producción les salga rentable. Además, coincide un momento en el cual, el mundo agrícola está ahorrando fertilizantes y hace que la producción baje y haya más debilidad. Reguant sostiene que hace falta mantener la cadena alimenticia y no poner en riesgo el abastecimiento global. Otro aspecto es que se mantiene la reducción del precio del diésel y la gasolina para la agricultura y el transporte. Y, para acabar, las ayudas de 200 euros para familias con menos recursos que beneficiará 4,2 millones de familias con rentas inferiores a 27.000 euros y un patrimonio inferior a 75.000 euros. El cheque, de pago único, se puede solicitar desde el 15 de febrero hasta el 31 de marzo del 2023. "Puede ser que sea una medida más estética, pero este sector de la sociedad tiene grandes debilidades económicas y puede ser de gran ayuda". A pesar de todo, hay dos aspectos negativos: el cobro no se hará efectivo hasta el mes de mayo y las personas que tienen que acceder a esta ayuda lo tienen que hacer por Internet y a través de un trámite burocrático demasiado pesado. En más, su perfil coincide con el mayoritario de lo que tienen acceso a Internet y con una brecha digital mayoritaria.

La fuerza de estas medidas, sumada a la supresión del IVA, es que no rompe las dinámicas de mercado actual y afecta directamente a los costes, vital para fijar el precio, y al precio de venta. Reguant considera que "puede conseguir romper, en parte, los oportunismos de tendencia" y pronostica una situación mejorable, a pesar de tener en cuenta la incertidumbre del momento derivado, especialmente, de la guerra de Ucrania que sigue vigente y el próximo mes de febrero cumplirá un año desde la invasión de la Rusia de Vladimir Putin. El economista especializado en políticas alimentarias concluye con un pronóstico: "Este mes de enero tendremos malas noticias con respecto a la inflación ya que venimos de un mes que tradicionalmente ya es muy inflacionista. Ahora bien, los efectos de este IVA reducido, si nada pasa de forma repentina, se empezarán a reflejar a partir del mes de febrero".