El control de los precios en enero ha sido notorio en la alimentación, en especial en aquellos productos que se han beneficiado de la reducción del IVA. Sin embargo, qué parte de la contención de los precios se debe a la medida del Gobierno y cuánto a factores estacionales. Pues bien, el INE permite conocer qué habría pasado si los impuestos hubiesen continuado igual que en diciembre y determinar el ahorro que ha supuesto para una familia media la rebaja del IVA. ON OCONOMÍA lo ha calculado: el ahorro ha sido del 20% para una cesta de la compra básica compuesta por los alimentos con rebaja del IVA. Aun así, no se puede olvidar que el precio de los alimentos ha subido un 15,4% en los últimos doce meses.

El INE ha hecho un cálculo producto a producto de cuál habría sido la evolución de los precios a impuestos constantes; es decir, si no se hubiese reducido el IVA e, igualmente, confirma que han sido 15 los alimentos agraciados con una reducción del impuesto, a pesar de que hay tres derivados de cereales y harinas que se han quedado fuera. Pues bien, cotejando el comportamiento con y sin bajada del IVA de estos 15 productos, las diferencias son abultadas. Gracias a la medida fiscal, 12 han reducido sus precios respecto a diciembre y 3 han tenido incrementos. Pero si no se hubiese aplicada el descuento en el IVA, el INE da una proporción inversa, pues 12 de los 15 alimentos habrían registrado aumentos sobre diciembre y solo 3 habrían reducido sus precios en términos mensuales.

Además, gracias al menor IVA las bajadas han sido mayores y las subidas muy inferiores. Centrándonos en los 3 productos que finalmente han aumentado sus precios aún con la rebaja fiscal, el arroz es paradigmático: en enero sufrió un incremento del 3,7% en términos mensuales, aunque sin la medida el incremento en un solo mes habría sido del 7,6%, según el INE. Lo que significa que una familia media se habría ahorrado en enero un 3,9% si hubiese comprado un paquete de arroz.

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Otros alimentos que finalmente han subido son las legumbres y hortalizas secas, el 1,5% respecto a diciembre, cuyos precios se habrían elevado el 2,4% sin la rebaja del IVA y las legumbres y hortalizas frescas que cayeron una décima gracias a la medida, cuando sin ella habrían aumentado un 3,9% sus precios. El mayor ahorro se ha producido en el aceite de oliva que se tendría que haber pagado un 4,5% más caro sin la rebaja fiscal, sólo superado por el 4,6% de ahorro en las legumbres y hortalizas congeladas.

5,8% del gasto total

Pero tan importante como la diferencia en la evolución de los precios con y sin rebaja del IVA es el peso que cada uno de estos 15 productos tiene en el presupuesto de una familia media, pues no es lo mismo el gasto en fruta y hortalizas frescas que en arroz. En conjunto, estos 15 alimentos se llevan una parte importante del gasto, en concreto el 5,8% del presupuesto anual de una familia media (casi un tercio del gasto en alimentación), con datos de 2021. Entre ellos, la partida de frutas y hortalizas despunta, pues por si solo implica el 1,4% del gasto de una familia, mientras que las harinas apenas suponen el 0,03%.

Una persona gastó de media 11.780 euros en 2021 (29.243 euros por hogar) de los que un terció los destinó a la vivienda, incluida la luz, agua y energía; en alimentación un 16% (4.800 euros al año, sin contar restaurantes) y en tercer lugar el transporte que se lleva el 11%. Pues de los 11.780 euros, los alimentos subvencionados suponen un coste de 685 por persona al año, unos 57 euros al mes. Por lo que, en enero, cada persona se ha ahorrado de media unos 11,5 euros gracias al descuento del IVA. El 20% de ahorro se calcula, pues, ponderando la bajada o la subida de cada uno de estos alimentos en relación con el porcentaje de gasto que suponen sobre el presupuesto de una familia.

Un porcentaje muy similar al que maneja la Asociación de Fabricantes y Distribuidores de Gran consumo (Aecoc) que ha cifrado en un 17 % la subida que los precios para el conjunto de la alimentación habrían experimentado este enero de no haberse reducido el IVA en los alimentos básicos, pastas y aceites. Y achacan esta subida al incremento de los costes de producción en un escenario global inflacionista y de la escasez de algunos productos esenciales como, por ejemplo, el aceite.

Presión del Gobierno

El Gobierno se comprometió a realizar un seguimiento de la aplicación de la rebaja del IVA en las grandes superficies. A tal fin, el ministro de Agricultura, Pesca y Alimentación, Luis Planas, ha convocado un encuentro el próximo 20 de febrero del Observatorio de la cadena alimentaria que agrupa a las organizaciones representantes de todos los eslabones del sector, para abordar, entre otras cosas, el precio de los alimentos.

El observatorio de la cadena alimentaria reúne a las organizaciones agrarias y las cooperativas, las asociaciones que representan a las diferentes compañías distribuidoras y la patronal de las empresas e industrias de la agroalimentación. En la mesa se abordará el cumplimiento de la ley de la cadena alimentaria, que consagra que cada eslabón pueda vender a un precio superior a su coste de producción, así como la situación de los precios al consumidor de los alimentos y las bebidas.