El Govern balear propondrá en el Parlament un incremento generalizado de la ecotasa de marzo a diciembre, de hasta el 200% en el caso de los cruceristas, y un nuevo impuesto a coches de alquiler y particulares de uso turístico en el marco de un paquete de medidas para contener la masificación turística. El ejecutivo autonómico del PP, que tendrá que negociar para sacar adelante sus iniciativas porque no cuenta con mayoría parlamentaria, también plantea prohibir nuevas plazas de alquiler turístico en viviendas plurifamiliares e incrementar hasta los 500.000 euros las sanciones contra la oferta de alojamiento ilegal.
El anuncio se produce una semana después de que se conociese que el Govern y los Comuns hayan alcanzado un acuerdo en Catalunya para duplicar la tasa turística hasta los 7 euros, incluso Barcelona podrá cobrar hasta 15 euros en el caso de los hoteles de cinco estrellas.
El anuncio en Baleares ha causado una reacción inmediata en el sector turístico del archipiélago. La patronal del alquiler de coches de Baleares Baleval ha calificado la nueva tasa sobre los vehículos de alquiler propuesta por el Govern este viernes de "discriminatoria y puramente recaudatoria". "Puede perjudicar al sector de los coches de alquiler y no conseguirá descongestionar las carreteras de las islas", sostiene Baleval en un comunicado. Por su parte, la Federación Empresarial Hotelera de Mallorca (FEHM) ha rechazado el aumento del Impuesto de Turismo Sostenible (ITS) anunciado por el Govern y ha advertido de que esta medida, contradictoria con el objetivo inicial de la ecotasa, detraerá el gasto de los turistas en comercios, restaurantes y ocio. La FEHM ha considerado acertadas y necesarias las medidas contra la oferta turística ilegal anunciadas por el Govern este viernes, aunque ha pedido mayor ambición para no solo no dar nuevas licencias a pisos turísticos, sino reducir las existentes para liberar vivienda de forma inmediata.
A diferencia de países como Italia, donde la tasa turística está implantada a nivel estatal y se extiende a todo el territorio, en España la implantación se deja al albur de las administraciones locales y autonómicas. A este nivel, solo se aplica en Catalunya y Baleares y a nivel local, se cobra en ciudades como Santiago de Compostela o Toledo. El gobierno madrileño de Isabel Díaz Ayuso ha reiterado su voluntad de no aplicar la tasa, así como el consistorio de Madrid.
Turismo masivo
El conseller balear de Turismo, Jaume Bauzá, ha declarado que las medidas para contener la presión del turismo masivo son coherentes con los objetivos establecidos por las entidades sociales, económicas y políticas integradas en el Pacto por la Sostenibilidad, que busca hacer compatible el modelo económico del archipiélago con el medio ambiente y el bienestar de los ciudadanos. "Las islas han llegado a su límite", ha afirmado Bauzá recogiendo la frase que dijo la presidenta del Govern, Marga Prohens, cuando anunció su intención de frenar el crecimiento del turismo y aliviar la presión que sufren los residentes por efectos como la saturación de las carreteras y la carestía de la vivienda.
El conseller, que ha cifrado en 125.000 las plazas hoteleras y de alquiler vacacional creadas bajo el último Govern de izquierdas (casi una cuarta parte del total), ha indicado que el impuesto de turismo sostenible (ITS), conocido como ecotasa, se incrementará con el objetivo de regular el flujo de visitantes y se subiría particularmente sobre los cruceristas porque son un sector de mayor "impacto". Es una queja frecuente en Mallorca, que la afluencia de cruceros aporta un volumen de turistas que colapsa Palma de Mallorca, un turismo que además no aporta grandes beneficios económicos por el escaso gasto que realizan los cruceristas en la ciudad.
Descuento a los baleares
Además de a inversiones medioambientales y de modernización, la recaudación del ITS se destinará también a mejoras del mercado laboral, como incentivar la reconversión en indefinidos de contratos fijos discontinuos, así como a combatir la oferta turística ilegal. El mínimo del impuesto será de 0,25 euros la noche en los alojamientos de menor categoría y el máximo los 6 euros de los cruceros y de los hoteles más caros en temporada alta. Se suprimiría el cobro en enero y febrero.
Asimismo, el Govern propone que los residentes de Baleares que pagan la ecotasa por alojarse en establecimientos del archipiélago puedan deducirse hasta 250 euros anuales en el tramo autonómico del IRPF. El plan contempla, además de prohibir un nuevo alquiler vacacional en edificios plurifamiliares (ya vetado en municipios como Palma), elevar las exigencias de calidad para renovar las licencias ya concedidas. Bauzá ha apuntado que se reactiva el intercambio de plazas y el cambio de usos de establecimientos turísticos obsoletos para crear viviendas de precio limitado y se crea una bolsa de plazas temporal a la espera de que los consells insulars fijen nuevos límites.