Los resultados de la última Encuesta de Préstamos Bancarios de 2023, realizada por el Banco de España a las entidades financieras, revelan que, en los últimos meses del año pasado, entre octubre y diciembre, los criterios de la banca para conceder crédito solo se endurecieron en el segmento de préstamos al consumo para familias. El motivo, según han respondido las propias entidades, fue el aumento de los riesgos percibidos (principalmente un repunte de la morosidad) y, en menor medida, los aspectos relacionados con el capital bancario y su coste.
Es decir, que el exceso de liquidez de la banca no tuvo ningún impacto sobre la política crediticia de las entidades encuestadas, ni sobre el volumen de préstamos concedidos durante la recta final del año pasado. Y tampoco se prevé que tenga una repercusión significativa en el primer semestre de 2024. Pero sí la morosidad, que precisamente ha subido y sigue subiendo en este tipo de créditos, que van destinados a pagar las vacaciones, reformas, estudios o la compra de un coche.
Durante el segundo semestre de 2023 la ratio de dudosos empezó a subir y propició un cierto endurecimiento de los criterios de concesión en los créditos a hogares. Así, de cara a este primer semestre de 2024, se anticipa que la morosidad también podría influir y provocar un ligero endurecimiento de las condiciones crediticias, advierte el supervisor.
El informe del Banco de España explica que las condiciones aplicadas por los bancos al resto de créditos (más allá de los créditos al consumo) siguieron endureciendo de forma generalizada en el cuarto trimestre de 2023, aunque con una intensidad menor que la registrada en el tercer trimestre. En cuanto al porcentaje de solicitudes de crédito rechazadas, aumentó en la financiación a hogares para consumo y otros fines, mientras que se mantuvo estable tanto en los préstamos otorgados a empresas, como en las hipotecas.
Por su parte, la demanda de préstamos también se redujo en todos los segmentos, una dinámica que ya se había observado en los tres trimestres anteriores. No obstante, este descenso de la demanda habría sido moderado y de menor intensidad que el reportado en el trimestre previo, según el organismo que dirige Pablo Hernández de Cos. La disminución de las peticiones de fondos se explicaría, principalmente, por el elevado nivel de los tipos de interés.
Para el primer trimestre del año en curso, las entidades financieras encuestadas esperan que la oferta siga reduciéndose en el segmento de créditos a hogares para consumo y otros fines, mientras que no variaría en el resto de modalidades. En cuanto a la demanda de préstamos, se anticipa también una nueva reducción generalizada de las solicitudes, con una intensidad similar o algo mayor que la registrada entre octubre y diciembre.