La banca española vendió activos tóxicos por valor de 16.456 millones de euros en 2022 a través de 47 operaciones, lo que supone un 70% más respecto a las carteras transaccionadas en 2021 y recuperar los volúmenes prepandemia. Así se desprende de la I edición de Atlas Insight Assets Management, informe donde se explica que la banca todavía cuenta con un stock para vender de 63.699 millones de euros.
Pese a que la morosidad de los préstamos concedidos por las entidades de crédito a empresas y particulares cerró en diciembre de 2022 con un descenso al 3,54% --frente al 4,29% registrado a cierre de 2021-- y continúa su tendencia a la baja, España se sitúa en el cuarto puesto de Europa con un mayor ratio de préstamos fallidos o dudosos de cobro (non performing loans o NPL, en inglés) frente a la media europea del 2,5%, solo por debajo de Chipre, Grecia y Polonia.
Esta situación, según la consultora, lleva a que las entidades financieras mantengan su interés por la desinversión de NPL a través de la venta de carteras. Asimismo, del estudio se extrae que Santander, CaixaBank, Gescobro y BBVA son las cuatro entidades que lideran la venta de carteras.
Santander lidera la venta de activos, con 7.178 millones de euros
De este modo, atendiendo al acumulado de los últimos tres años, los movimientos de desinversión de activos tóxicos alcanzan el valor de 34.040 millones de euros. En este sentido, la entidad que más activos tóxicos ha sacado de balance ha sido el Banco Santander, con 7.178 millones de euros, seguida de CaixaBank con 5.229 millones y Sareb con 3.500 millones. Por su parte, encabezan la compra de activos Intrum, con 3.560 millones de euros, Procobro, con 3.300 millones, y Axactor, con 2.692 millones, según lo recogido en el informe.
"El miedo a que los impagos suban debido a la inflación y el alza de los tipos de interés va a hacer que este año 2023 aún más las entidades quieran paquetizar sus activos tóxicos con el objetivo de liquidarlos. Una tipología de activos que va a ser un posible foco de atención este año son los reperforming loans (RPL), que ya han empezado a desaguarse este pasado 2022", vaticina el socio de Servicios Financieros y Real Estate de Atlas Value Management, José Masip.
Para el primer semestre de 2023, la banca espera cerrar transacciones por valor de prácticamente 1.000 millones ya puestos en mercado. Para el segundo semestre del año, se mantiene la desinversión estimándose al menos el cierre de unas 24 transacciones que actualmente están puestas en el visor tanto de NPL como de RPL y REO (o real estate owned) por un valor inicial de más de 4.300 millones de euros.
Exposición al sector inmobiliario
El estudio dedica un apartado a la exposición al 'ladrillo' de la banca española y concluye que esta exposición sigue reduciéndose de manera paulatina. Concretamente, el análisis elaborado de las diez entidades bancarias pone de manifiesto que la exposición total inmobiliaria se ha visto reducida en un 11,2% --de 40.118 millones en 2021 a 35.168 millones en 2022--, lo que se traduce en 4.950 millones de euros menos en el ejercicio 2022.
En cuanto al crédito promotor, también sigue una tendencia bajista en 2022 y las previsiones para 2023 continúan en esta misma línea. El saldo vivo conjunto de las entidades analizadas no supera los 16.000 millones de euros, cuando en 2017, el Santander, BBVA y CaixaBank ya superaban de manera holgada los 18.000 millones de euros.
El banco con mayor financiación a este sector es CaixaBank (4.824 millones) seguido por Sabadell (2.327 millones), el Santander (2.327 millones) y por el BBVA (1.861 millones).