La Federación Bancaria Europea (EBF, por sus siglas en inglés) ha salido en defensa de la banca española al criticar que los impuestos adicionales al sector se conviertan en una "herramienta política crónica", justo cuando la región necesita de inversiones para asegurar su competitividad. En un comunicado publicado este miércoles, la patronal del sector a nivel europeo ha criticado que los impuestos que se están debatiendo en algunos países comunitarios "pueden desanimar la inversión y la innovación", en contra de lo que proponen los informes de Mario Draghi o Enrico Letta. "La situación de impuestos adicionales al sector prolongados en el tiempo va en la dirección opuesta, poniendo freno al empuje de Europa por la competitividad, la resiliencia y el crecimiento", ha subrayado la Federación.

Las críticas de la patronal europea de banca, han reforzado las advertencias de la presidenta de la Asociación Española de Banca (AEB), Alejandra Kindelán, que considera que el impuesto a la banca tendrá un efecto negativo relevante sobre el crecimiento económico en un momento de incertidumbre geopolítica en el que Europa necesita competir. En una entrevista al canal 24 horas de TVE, Kindelán ha insistido en que "hablamos de impactos muy grandes, no a los bancos, sino a la capacidad de financiar a familias y empresas de este país".

Reforma transparente

Por ello, ha pedido que las negociaciones sobre cuestiones "tan importantes" como la reforma fiscal sean "transparentes" y "den confianza y seguridad a los ciudadanos". A su juicio las desavenencias entre los partidos presentes en el Congreso para votar la reforma fiscal este jueves está "muy lejos" de lo que el país necesita. Kindelán afirma "no tener ni idea" de cuál será finalmente el acuerdo de este jueves sobre la reforma fiscal y que puede incluir el mantener el impuesto a la banca, que actualmente está solo vigente hasta 2025. El sector bancario se ha sumado a las críticas lanzadas por el energético, cuyo impuesto también se debate mañana.

"Ese es el problema, que en una cuestión tan importante como es la fiscalidad de este país, con un impacto tan relevante sobre el crecimiento económico, sobre el progreso social de nuestro país, necesitamos procesos que sean transparentes, procesos que den seguridad, que den confianza a los ciudadanos, al mercado, y esto está muy lejos de lo que necesitamos en este momento", ha especificado en concreto.

Menos crédito para pymes y familias

Con respecto al impacto de 50.000 millones de euros sobre el crédito que supone el pago del impuesto a la banca (y con el que se ha recaudado casi 1.700 millones de euros en 2024 por los ingresos de 2023), Kindelán ha explicado que este pago afecta sobre la ratio de capital. Por un lado, está el capital en el numerador, mientras que en el denominador están los activos ponderados por riesgo (APRs).

"Si quitas 1.700 millones del numerador [es decir, de capital], en el denominador tienes que ajustar 50.000 millones por la ponderación por riesgo. Y como es por riesgo, afecta más a las pequeñas empresas y a las familias", ha explicado Kindelán, en referencia a que una pyme o una familia puede suponer mayor nivel de riesgo de impago que una gran empresa.

Banca europea

Un argumento que también ha utilizado la federación europea de banca que insisten en que los impuestos especiales a la banca afectan a su capacidad de financiar la economía y que estos impuestos hacen que la inversión en bancos europeos, y por tanto en la economía europea, sea menos atractiva para inversores globales.

"Lo que es preocupante es que, aunque los tipos de interés han estado cayendo en Europa, la narrativa para impuestos desproporcionados a la banca todavía está viva en algunos países europeos", ha alertado la Federación bancaria. En esta línea, ha pedido "prudencia" a los políticos europeos a la hora de diseñar reformas fiscales.