"¿Cuál es el sector más estratégico de un país? ¿La energía? ¿La salud? Si no tenemos educación, no habrá un buen sistema de salud, si no tenemos educación –si no tenemos ingenieros– no podremos hacer una energía más sostenible. Por lo tanto, hemos perdido la perspectiva, no entendemos cómo es de estratégica la educación para un país". Esta es la advertencia de Baptista Borrell, director del área de educación de Seidor, una tecnológica catalana que, entre otras cosas, aborda el proceso de transformación digital y provee de productos y soluciones al sector de la educación.


Sobre investigación, Borrell recalca que no se puede abusar de "la buena voluntad" de las escuelas y las empresas. Hace falta una buena "integración" y no se está llevando a cabo. Apuesta por incrementar la inversión para que la industria y las escuelas realicen investigación para "encontrar evidencias de aquellos casos de uso que hacen buena la tecnología para la mejora del aprendizaje". Ha recordado que se invierte mucho en investigación, pero que se ha dejado de lado la investigación en el ámbito de la educación, en la cual, con menos fondos, "pero bien focalizados", se conseguirían resultados.

Borrell ha hecho estas declaraciones en el tercer debate de FOCUS ON, con el título 'Aprender en digital: ¿puede la tecnología mejorar la educación'? que se ha centrado en las nuevas herramientas digitales y la IA que transforman este sector. En el debate, moderado por Jordi Font, CEO de Batec, Monod i Crisàlide, también han participado Ramon Eixarch, presidente de Edutech Clúster y CEO de Wiris; Andreu Dotti Boada, CEO de Innovamat; y Lourdes Guàrdia Ortiz, profesora de los Estudios de Psicología y Ciencias de la Educación de la Universitat Abierta de Catalunya (UOC).

Sobre los cambios en la manera de enseñar que ha traído la tecnología, Borrell ha empezado recordando que la UOC ya hace décadas que la aplica. Ve la tecnología como un conjunto de soluciones para la enseñanza. "No estamos buscando una solución a un problema, sino que la tecnología nos trae soluciones y tienes que mirar aquellas que pueden ser recursos para el aprendizaje, que pueden ser plataformas, como aquellas soluciones nos ayudan a encontrar un problema". Respecto al debate de metodología o tecnología, precisa que "es verdad que primero es la metodología, pero yo creo que muchas veces la tecnología ha ayudado a pensar una metodología, y la IA nos puede ayudar a pensar metodologías que a día de hoy ni las vemos".

La tecnología ha ayudado a innovar y a trabajar en equipo. "Ayuda a crear, a innovar, a trabajar en equipo, a presentar, y son competencias que los niños, gracias a la tecnología, gracias a las herramientas de las que las escuelas muchas veces disponen, pueden experimentar y pueden trabajar para proyectos y pueden hacer presentaciones". Y ha expuesto un caso práctico: "Que en un aula haya una pantalla digital interactiva, solo por el hecho de que esté, obliga a los críos a salir y explicar el trabajo que han hecho delante de los otros. Eso hace 20 años no existía, es un recurso que ayuda a mejorar su competencia".

Sobre el riesgo de la exclusión que puede provocar la tecnología en los alumnos, ha indicado que "no es el coste, ni es el acceso, porque aunque aún hay gente con riesgo de exclusión, las escuelas tienen al alcance la tecnología". El reto "es la adopción, la brecha de la adopción, la capacitación de los docentes para utilizar correcta o estratégicamente aquella tecnología en base a trabajar unos casos de uso, que pedagógicamente aporten un valor para la mejora del aprendizaje".

baptista Borrell Seidor
baptista Borrell Seidor, director del área de educación de Seidor.

Y ha señalado que hay que contar con la administración, aunque, a veces, cuando se habla de la administración se hace con tono de crítica. En este sentido, ha indicado que su experiencia en los últimos años, sobre todo durante el Covid, es que "las administraciones se volcaron, pusieron recursos, estuvieron cerca de las empresas e intentaron, con los fondos que tenían, que hubiera el mínimo de niños sin un ordenador y que tuvieran acceso a la tecnología en aquellos momentos críticos". Ha recordado que la integración es "un trabajo entre administraciones, el tercer sector y fundaciones que están sobre el terreno, en los barrios con riesgo de exclusión. Es un trabajo conjunto que pienso que se está haciendo bien" aunque "nunca hay bastante".

Borrell dirige el área de educación superior de Seidor, con presencia en Europa y Latinoamérica. Se dedica a ayudar a las universidades en la captación de alumnos en un momento en que ha bajado su número, por causas demográficas, y compiten con una gran oferta global. En esta tarea también acuden a la tecnología. "Ayudar a las universidades a tener estrategias de captación de estudiantes, hacer un buen marketing personalizado, optimizar sus procesos de gestión académica, es decir, ayudarlas a ser más competitivas mediante el uso de la tecnología. Estamos por consolidar este crecimiento desde la óptica de captación de alumnos y de la fidelización: cuando salen, intentar que regresen con posgrados, con másters".

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