El número de pasajeros de cruceros al Puerto de Barcelona se ha multiplicado por 10 en un cuarto de siglo. Si a finales del siglo pasado (1997) la cifra se situaba en los 359.283, en año pasado cerró en 3.568.901, o, que supusieron un récord histórico. El aumento es del 50% si comparamos los datos con 2014, y la previsión es que se marque un nuevo máximo este año de cruceros; en el primer semestre, pues han superado un 6,2% las visitas del mismo periodo del pasado año, según datos Puerto de Barcelona recogidos por ACN. El número de escalas se sitúa alrededor de las 800 por año, una cifra similar a la de la última década y a la que se prevé para el presente 2024.
El alcalde de Barcelona, Jaume Collboni, defendió limitar la llegada de cruceros en mayo. Dos meses después, pero, en una entrevista en El País, enfrió estas intenciones, defendiendo subir el recargo municipal de la tasa turística a los cruceristas en tráfico más allá de los 4 euros para compensar la huella que dejan, no para disuadirlos de venir. El posicionamiento llega en pleno auge de la capacidad del Puerto, que tiene seis terminales para cruceros, -pondrá otra en marcha el próximo año- a la vez que dejará de operar la más próxima a la ciudad (World Trade Center), y este año ha adjudicado una séptima. Plataformas como Stop Cruceros ha reivindicado en balde que se parara la licitación, con el argumento de que las dos terminales que se pondrán en marcha harán crecer las llegadas hasta los 5 millones. Según la asociación contrataría a los cruceristas, el aumento de llegadas contribuirá a "empeorar la calidad del aire y la salud de la ciudadanía", además de consumir "agua, energía y otros muchos recursos de la ciudad".
Juegos olímpicos
Los datos reflejan un constante crecimiento salvando el 2020 por el paréntesis pandémico. La actividad de cruceros al puerto empezó coincidiendo con los Juegos Olímpicos del 1992, y de hecho, una encuesta de Turismo de Barcelona de 1994 ya recoge 173.838 llegadas en 289 embarcaciones. El incremento desde ese año fue continuo hasta 2011. En esa década pasó de 650.000 cruceristas en 2000, hasta un máximo de 2,65 millones en ese periodo. La cifra de barcos turísticos que atracaban en Barcelona, unos 800, era muy similar al actual, Pero, obviamente, su capacidad -en busca de mayor rentabilidad- se ha disparado. MSC también tiene puesta su mirada en Tarragona.
La crisis financiera puso freno a la ascensión del número de llegadas, aunque sin reducirlas. Así, en 2019, se alcanzaron los 3,14 millones, un récord que se pulverizó el año pasado. La covid arrasó con los cruceros al puerto, que se quedaron por debajo del centenar, con menos de 200.000 viajeros. Algo puramente coyuntural a tenor del ritmo de recuperación en estos cuatro años, hasta el récord de 3,56 millones y el previsible aumento en 2024.
Puerto base
Unos crecimientos que se explican, también, en que muchas empresas de cruceros han elegido Barcelona como puerto base, que en este primer semestre del 2024 ya llegan al 83% de las escalas. Son los que empiezan o acaban su viaje en la capital catalana, así que son turistas que suelen dejar más beneficios que aquellos que solo se están unas horas. Por ejemplo, en el aeropuerto y algunos hoteles, pues algunos viajeros alargan su estancia en la ciudad. Hace una década, esta cifra se situaba 20 puntos por debajo de los niveles actuales. Por el contrario, las escalas en régimen de tráfico han caído un 32,5% los primeros seis meses del año respecto al mismo periodo del 2023. Por número de pasajeros, el 53,4% embarcan o desembarcan desde la ciudad catalana, mientras que por el resto, la ciudad es una parada intermedia.
Mayoría de españoles
La mayoría de cruceristas que pisan Barcelona son europeos, aproximadamente dos terceras partes del total. Un 14% son españoles, un porcentaje igual al de italianos y británicos, y ligeramente por encima del 12% de alemanes. Los franceses representan el 5% de los viajeros, mientras que el 10% son otros países del mismo continente. Los norteamericanos son el 16% del total, y el resto del mundo, un 11%.