Uno de los objetivos que persigue el nuevo sistema del Régimen Especial de Trabajadores Autónomos (Reta) es elevar paulatinamente las bases de cotización para igualarlos a los ingresos reales de los trabajadores por cuenta propia. En el primer año del nuevo sistema, correspondiente al ejercicio fiscal de 2023, el objetivo se ha cumplido, aunque no sea una gran cantidad. Fuentes de los asistentes a la reunión del lunes entre el secretario de Estado de la Seguridad Social, Borja Suárez, y empresarios, sindicatos y asociaciones de autónomos, comentan a On Economía que el número dos del ministerio que lidera Elma Saiz desveló que la base de cotización media de 2023 ha subido 5 euros, respecto a la de 2022.

Antes de la reforma del Reta -que ha entrado en vigor el 1 de enero de 2023-, cada autónomo podía elegir libremente por qué base de cotización quería calcular su cuota mensual, sin importar si ganaba mucho o poco. Aunque sobre una horquilla de un mínimo y un máximo. La estadística de la Seguridad Social no aporta información de la base media de los autónomos, pero durante las negociaciones de la reforma, el ministerio, que entonces lideraba José Luis Escrivá, desveló que el 85% de los autónomos estaba cotizando por la base mínima que en 2022 fue de 960 euros. La máxima se estableció en 4.139 máximo. Lo que supuso una cuota mínima de 294 y una máxima de 1.267 euros mensuales.

15 tramos de cotización

En 2023 ha entrado en vigor un modelo más complejo, con una tabla con 15 tramos basados en rendimientos previstos por el propio autónomo. Los tres primeros tramos se consideran ingresos reducidos, por debajo del salario mínimo interprofesional, desde menos de 670 euros mensuales a 1.166 euros. Los otros doce tramos, generales, parte de unos rendimientos de 950 euros hasta 4.495 euros. Según la previsión de ingresos, cada autónomo elige el tramo y dentro de este tramo, puede escoger la base de cotización que prefiera. Para entenderlo. En el primer tramo de los generales, los ingresos previstos pivotaban en 2023 entre los 1.166 (SMI) y 1.300 euros. En este tramo, la base oscilaba entre un mínimo de 951 euros y un máximo de 1.300 euros. La cuota se calcula aplicando el 31,3% a la base elegida. Siguiendo con el ejemplo, si un autónomo quiere quedarse en el mínimo de la base (950 euros), lo corresponderá una cuota mensual de 297 euros, y si prefiere cotizar por el máximo (1.300) la cuota será de 407 euros. Y, ya se sabe, a más cuota, más pensiones y mayores prestaciones sociales. La tabla ha variado para 2024 y lo hará nuevamente en 2025, bajando los mínimos de los tramos reducidos y elevando los máximos del general.

Pues bien, la base mínima de 960 euros de 2022 podría equivaler a la de 950 euros de 2023. Sin embargo, según los datos aportados en la mesa de negociación este lunes, la media en 2023 sería 5 euros superiores a la de 2022 (960 euros), lo que implica que en vez de situarse en los 950 euros mínimos de 2023, se elevaría 15 euros, hasta 965 euros. Lo que explica el optimismo del ministerio de Inclusión y Seguridad Social.

550.000 cambios de cuota

Suárez ha comentado este martes que 550.000 autónomos cambiaron sus bases reguladores a lo largo de 2023, pues el nuevo Reta permite seis modificaciones, cada dos meses, para ir ajustando las bases -y con ello las cotizaciones- a los ingresos reales. De ellos, dos terceras partes -unos 367.000, las elevaron y los restantes las redujeron. Lo que ha provocado confusión entre los asistentes al encuentro del lunes, cuando el secretario de Estado habló de 400.000 cambios.

El sistema establece que a partir de noviembre, las administraciones fiscales entregarán a la Tesorería de la Seguridad Social las declaraciones de la renta de los autónomos, que en 2023 fueron 3.737.000 que cotizaron en algún momento al Reta, aunque la media mensual de activos es de 3,3 millones. Suárez ha reconocido que todavía están a la espera de la información fiscal, aunque apuntó en la mesa que tienen más problemas con las cuatro haciendas forales (tres vascas y la navarra) que con la AEAT, aunque prevén recibirlos la semana entrante.

Con los ingresos declarados a Hacienda, la Seguridad Social cotejará las bases elegidas por cada autónomo para comprobar si se han ajustado a su horquilla real de ingresos. Los que estén por debajo, deberán abonar la diferencia -cosa que sucederá en marzo del año próximo- y los que las superen, recibirán la diferencia de forma automatizada, aunque pueden renunciar a ella, para generar una sobre cotización que redunde en una mayor pensión y prestaciones sociales más holgadas.

Fuentes de las asociaciones de autónomos consideran que la regulación afectará a un tercio de los autónomos de 2023, 1,3 millones de profesionales a los que saldrá a ingresar o a devolver.

Nuevas negociaciones

Pero el lunes no se limitó a hablar del proceso de regularización de los autónomos, aunque sí centro el debate. Entraron en dos nuevas mesas de negociación que abrirá la secretaria de Estado de la Seguridad Social. La primera, cuya primera reunión se producirá el próximo lunes, es para debatir la propuesta lanzada por la ministra Elma Saiz para reformar la Incapacidad Temporal o bajas laborales. Poco adelantó Suárez en la reunión, pero fuentes asistentes comentaron que se centró más en el absentismo que en la recuperación de los trabajadores enfermos. Desde el Ministerio recuerdan que en el acuerdo sobre la flexibilización de la jubilación, firmado el 31 de julio, se acordó abrir un grupo de trabajo para analizar posibles cambios en las bajas laborales.

Respecto a los autónomos, se reabrirá la mesa que reformó el Reta, aunque todavía no se tiene fecha para su formalización. Entre los temas pendientes, está la reforma del cese de actividad, pues no está funcionando como se esperaba y, dentro de este tema, varias organizaciones de autónomos han pedido que el gobierno español se replantea la creación de un subsidio para autónomos de 52 años que no pueden ejercer su profesión. Igualmente, se abordará una reforma de las prestaciones que reciben los autónomos de la Seguridad Social y la incorporación en el Reta de ciertos colectivos de mutualistas, como los abogados.