El Banco Central Europeo tiene clara su opinión sobre los distintos impuestos a la banca que se están aplicando en Europa desde que empezaron a subir los tipos de interés. La institución cree que afecta a la rentabilidad de las entidades financieras y a la concesión de crédito, de manera que lo rechaza. Pero si algún país, como España, se plantea que deje de ser temporal y se convierta en permanente, se posiciona por un impuesto como el de Italia.
Así lo defendía este martes el vicepresidente del BCE, Luis de Guindos, durante su participación en un foro económico. "Nuestra opinión está clara, y no solo para España, coincide con la de otros países. Aunque es cierto que la rentabilidad de la banca ha aumentado por encima del 10%, su sostenibilidad no está garantizada en el tiempo. Existen dudas sobre su sostenibilidad", comentaba.
Por ello, De Guindos expresaba que en Italia "ha habido una solución inteligente", ya que, de algún modo, facilita la capitalización de las instituciones bancarias. Hay que recordar que en Italia se anunció un impuesto a la banca en agosto del 2023 por el mismo motivo que en España, para gravar los beneficios extraordinarios obtenidos por las subidas de tipos de interés, pero fue modificado en septiembre.
Con el cambio se dio la opción a la banca de no pagar el impuesto si deciden elevar sus niveles de capital hasta un nivel que multiplique en dos veces y media lo que les correspondería pagar por el impuesto extraordinario. Asimismo, el impuesto de Italia está planteado sobre beneficios y no sobre ingresos, como aquí. En concreto, la tasa aplica al 40% de los beneficios extraordinarios de los bancos siempre que superen los de 2021 en al menos un 10%.