El Consejo de Gobierno del Banco Central Europeo (BCE) ha decidido este jueves mantener sin variación los tipos de interés. Actualmente, se encuentran en el 4,5%, tras dos reuniones consecutivas de pausas por parte de la entidad central, en un contexto económico marcado por la contracción de la economía en la eurozona y el descenso de la inflación hasta el 2,4%.
La decisión confirma el freno al encarecimiento de la financiación y del precio del dinero, después de que en octubre dejara por primera vez los tipos intactos. El ciclo de endurecimiento financiero hasta el momento ha constado de diez subidas consecutivas que el BCE ha llevado a cabo, situando el interés en su nivel más alto en 20 años, para tratar de contener la inflación enfriando la economía europea.
"Las anteriores subidas de los tipos de interés siguen transmitiéndose con fuerza a la economía. El endurecimiento de las condiciones de financiación está frenando la demanda, lo que está ayudando a reducir la inflación", ha destacado el organismo que preside Christine Lagarde en un comunicado. Los expertos prevén que el crecimiento económico continúe siendo débil a corto plazo y esperan que más adelante la economía se recupere gracias al incremento de las rentas reales, "ya que los ciudadanos se beneficiarán de la caída de la inflación y del aumento de los salarios", y a la mejora de la demanda exterior.
Prevé un descenso de la inflación más rápido
En este sentido, la previsión es que un repunte del crecimiento desde un promedio del 0,6% en 2023, hasta el 0,8% en 2024, y el 1,5% en 2025 y 2026. Aunque esta revisión supone una décima menos para 2023 y de dos décimas menos para 2024, que en sus estimaciones de septiembre.
Respecto a la inflación, las estimaciones contemplan un descenso gradual durante el próximo año y que se acerque al objetivo del Consejo de Gobierno del BCE del 2% en 2025. En conjunto, los expertos prevén que la inflación general se sitúe en promedio en el 5,4% en 2023, el 2,7% en 2024, el 2,1% en 2025 y el 1,9% en 2026.
"En comparación con las proyecciones de septiembre, esto supone una revisión a la baja para 2023 y especialmente para 2024", apunta el BCE. En resumen, el organismo espera que la eurozona crezca ligeramente a un menor ritmo del esperado inicialmente, pero también que los precios bajarán más rápido de lo esperado.
No obstante, la presidenta del banco ha destacado durante su discurso que esperan un repunte de la inflación para este mes de diciembre. "Es probable que la inflación repunte debido a un efecto de base al alza en el coste de la energía", ha advertido Lagarde durante la rueda de prensa posterior a la reunión del Consejo de Gobierno del BCE. En noviembre, la tasa de la eurozona se moderó al 2,4%, su nivel más bajo desde el verano de 2021.
En cuanto a la inflación subyacente, el dato ha seguido moderándose, "pero las presiones inflacionistas internas continúan siendo intensas, debido principalmente al fuerte crecimiento de los costes laborales unitarios", señala la entidad. De este modo, los expertos prevén que la inflación, excluidos la energía y los alimentos, se sitúe en promedio en el 5% en 2023, el 2,7% en 2024, el 2,3% en 2025 y el 2,1% en 2026.
No da pistas de posibles bajadas
Con esta decisión, la tasa de referencia para sus operaciones de refinanciación seguirá situándose en el 4,5%, mientras que la tasa de depósito se mantiene en el 4% y la de facilidad de préstamo en el 4,75%.
A pesar de confirmar el freno en la política monetaria restrictiva que ha llevado a cabo desde el verano de 2022, el BCE no da nuevas pistas sobre la fecha en la que comenzarán a bajar las tasas. En este sentido, el banco central reitera una vez más que continuará aplicando "un enfoque dependiente de los datos" para determinar el nivel de restricción y duración apropiados de la política monetaria.
En particular, sus decisiones sobre los tipos de interés se basarán en su valoración de las perspectivas de inflación, teniendo en cuenta los nuevos datos económicos y financieros, la dinámica de la inflación subyacente y la intensidad de la transmisión de la política monetaria.
No obstante, los mercados esperan que el organismo comience a bajar los tipos de interés en la primera mitad del próximo año, con los más optimistas apuntando a marzo. Por su parte, la Reserva Federal de Estados Unidos (Fed), el mayor banco central del mundo, dio por concluido ayer el su ciclo de subidas y confirmó que la previsión para 2024 es un descenso de los tipos de 75 puntos básicos en conjunto.