El Banco Central Europeo (BCE) cumple con las expectativas y ha reducido este jueves un 0,25% el precio oficial del dinero, por cuarta vez consecutiva, al situar su tipo de referencia en el 2,75% como vaticinaba la mayor parte de los analistas y se intuía de las pistas que ha ido deslizando la institución monetaria. El BCE vuelve a poner distancia con su homólogo estadounidense, la Reserva Federal (FED), que este miércoles optó por mantener inalterable el precio del dinero, para gran disgusto del presidente del país, Donald Trump.
Tras la decisión del Consejo de Gobierno del BCE, los tipos de interés aplicables a la facilidad de depósito (los de referencia para los mercados), a las operaciones principales de financiación y a la facilidad marginal de crédito disminuirán hasta el 2,75%, el 2,9% y el 3,15%, respectivamente, con efectos a partir del 5 de febrero de 2025.
La reducción de tipos se ha aprobado unas horas después de que se conociese que el crecimiento del producto interior bruto (PIB) de la zona euro se frenó completamente en el cuarto trimestre de 2024, ya que la economía del bloque se estancó respecto de los tres meses anteriores, cuando había crecido un 0,4%, según el dato preliminar avanzado este jueves por Eurostat. De este modo, la economía de la zona euro aumentó el 0,9% el pasado 2024, mientras que en la UE fue del 1,1%.
El BCE señala en su comunicado que ha decidido bajar los tres tipos de interés oficiales del BCE 25 puntos básicos por su "evaluación actualizada de las perspectivas de inflación, de la dinámica de la inflación subyacente y de la intensidad de la transmisión de la política monetaria". Y matiza que "el proceso de desinflación sigue avanzando y probablemente retornará al objetivo del 2% a medio plazo". El BCE entiende que la mayoría de los indicadores de la inflación subyacente sugieren que la inflación se estabilizará en torno al objetivo de forma sostenida. No obstante, considera que "la inflación interna sigue siendo elevada, principalmente porque los salarios y los precios en algunos sectores están aún ajustándose a la anterior escalada de la inflación con un retraso considerable". Algo que se ha detectado este mismo jueves en España, donde el IPC se ha incrementado en dos décimas y se aparta 1 pp del objetivo del 2%, marcado por el banco central.
Recuperar la demanda
La entidad de preservar el euro, saca pecho cuando dice que las recientes bajadas de los tipos de interés -con esta van cuatro seguidas- están abaratando gradualmente los créditos nuevos para las empresas y los hogares. Sin embargo, el BCE reconocer que las condiciones de financiación continúan siendo restrictivas, "debido entre otras cosas a que la política monetaria también lo sigue siendo" y a que las anteriores subidas de los tipos de interés siguen transmitiéndose al saldo vivo del crédito concedido, con renovaciones a tipos de interés más elevados de algunos préstamos que vencen. Sobre la economía de la zona euro, el BCE considera que "se enfrenta aún a factores adversos, pero la mejora de las rentas reales y la desaparición gradual de los efectos de la política monetaria restrictiva deberían con el tiempo respaldar una recuperación de la demanda".
Así, aunque remarca -como siempre- que el Consejo de Gobierno tiene la determinación de asegurar que la inflación se estabilice de forma sostenida en su objetivo del 2% a medio plazo, "aplicará un enfoque dependiente de los datos, en el que las decisiones se adoptan en cada reunión, para determinar la orientación apropiada de la política monetaria" En particular, señala que las decisiones del Consejo de Gobierno sobre los tipos de interés se basarán en su valoración de las perspectivas de inflación teniendo en cuenta los nuevos datos económicos y financieros, la dinámica de la inflación subyacente y la intensidad de la transmisión de la política monetaria, "sin comprometerse de antemano con ninguna senda concreta de tipos".