El presidente de Estados Unidos, Joe Biden, anunció este martes nuevos aranceles sobre importaciones chinas por valor de 18.000 millones de dólares, siendo los vehículos eléctricos el sector más castigado con gravámenes que pasan del 25% al 100%, informa Efe. Cabe recordar que el pasado año, la empresa china ByD desbancó a la estadounidense Tesla como primer vendedor de coches eléctricos y que 5 de cada 10 coches eléctricos vendidos en el mundo son de fabricantes chinos.

El fuerte empuje de los coches eléctricos chinos ha obligado a Tesla a reducir drásticamente sus precios, con descuentos superiores a los 7.000 euros en el mercado español. Además, el desembarco de los productores chino en Europa, como Chery con su factoría en Catalunya, e incluso acuerdos entre fabricantes europeos, como el acuerdo de Stellantis con Leapmotor suponen una dura competencia.

Los nuevos aranceles afectan a sectores descritos por la Casa Blanca como "vitales para el futuro económico y la seguridad nacional de Estados Unidos" y entre los que figuran el acero, el aluminio, los semiconductores, los vehículos eléctricos, las baterías, los paneles solares, las grúas de descarga de buques y los productos médicos o las grúas portuarias a fin de "proteger a los estadounidenses de las prácticas comerciales desleales de China".

La Casa Blanca dice que las medidas son necesarias, porque China está inundando los mercados globales con exportaciones artificialmente baratas. Según el Ejecutivo demócrata, estas nuevas medidas afectan a las importaciones procedentes del gigante asiático por un valor total de unos 18.000 millones de dólares (16.667 millones de euros).

Medida proteccionista

Esta medida tiene como objetivo proteger a la industria del vehículo estadounidense, que se prepara para recibir cientos de miles de millones de dólares en subsidios federales para fomentar la transición hacia el vehículo eléctrico. Durante estos últimos días y tras la visita de Estado del presidente chino, Xi Jinping, a Francia, el Gobierno chino criticó la posición de Washington, asegurando que el "problema de exceso de capacidad china no existe".

Estados Unidos considera que China ha contribuido "con el robo de propiedad intelectual" al control de hasta el 90% de la producción mundial de "insumos críticos" para la industria tecnológica, de infraestructura y atención médica. "Esto crea riesgos inaceptables para las cadenas de suministro de Estados Unidos y la seguridad económica", ha insistido la Casa Blanca asumiendo también que esta tendencia contribuye "a un creciente exceso de capacidad y de aumentos repentinos de las exportaciones de China que amenazan con dañar significativamente a Estados Unidos". Durante estos últimos días y tras la visita de Estado del presidente chino, Xi Jinping, a Francia, el Gobierno chino criticó la posición de Washington asegurando que el "problema de exceso de capacidad china no existe".