Es una relación inversamente proporcional. Cuando los combustibles suben, el bolsillo de los conductores se vacía, pero cuando los combustibles bajan, lo que se vacía es el bolsillo de Hacienda. Así, durante el pasado 2023, la recaudación neta del IVA (descontando el IVA soportado por las empresas y autónomos) derivada de la compra de combustible reportó a la Agencia Tributaria (AEAT) unos 3.915 millones de euros, cuando en año anterior, los ingresos por este concepto alcanzaron los 4.530 millones de euros, según los datos de la recaudación tributaria. Lo que ha supuesto una merma de 615 millones de euros a las arcas del Estado el pasado año. El motivo: la caída media del precio medio de los combustibles entre el pasado año y el anterior fue de un 13,6%, lo que ha provocado un descenso del mismo tenor en la recaudación neta del IVA. A los que hay que sumar 18 millones de minoraciones de ingresos en el primer trimestre de este año. En total, 630 millones en 15 meses.
El ingreso del IVA es proporcional al precio, pues se recauda un 21% de coste de venta al público, por lo que si el precio final venta al público crece, el ingreso por litro crece un 21%, y si baja, baja ese mismo 21%. Así, con los datos de la AEAT, por cada litro de gasolina que se consumió en 2023, el Estado ingresó 0,284 euros, mientras que en 2022, se embolsó 0,310 euros. Teniendo en cuenta, que el año pasado se consumieron 6.730 millones de litros de gasolina, esos céntimos de diferencia se convierten en centenares de millones de euros. Respecto al diésel, por cada litro servido en los surtidores, Hacienda obtuvo 0,270 euros en 2023, frente a 0,313 euros el año anterior, una diferencia que se multiplica por los 21.705 millones de litros consumidos en 2022, superior a los 21.452 de 2023, un incremento del consumo que contribuyó a llenar un poquito más las arcas de Hacienda y de las comunidades autónomas, que se quedan con la mitad de lo ingresado por el IVA, no solo de los carburantes, sino de todos los productos y servicios.
En total, según los datos de la propia Agencia Tributaria, en las 15 comunidades autónomas de régimen común (sin País Vasco y la Comunidad Foral de Navarra), durante 2023 se adquirieron 32.993 millones de litros de combustible; de los que 21.451 fueron gasóleo A y su aditivo biodiésel, a los que se suman 4.813 millones de litros de gasóleo a tipo reducido. De gasolina se compraron 6.730 millones de litros. El año anterior, 2022, el consumo fue mayor, a pesar de los mayores precios. En conjunto, 33.403 millones de litros de combustible (500 millones por encima de 2023), de los cuales, 21.705 millones fueron de diésel y otros 5.346 millones de litros de gasóleo a tipo reducido y 6.352 millones de litros de gasolina.
Las ventas de 2022 también superaron las de 2021, aunque aquel año tuvo un descenso debido a las restricciones a la movilidad por el covid. Con los datos de la Agencia Tributaria, en aquel 2021 hubo unas ventas de 32.907 millones de litros de combustible, similar a 2023, de los que 21.422 fueron diésel y 5.709 millones de litros de gasóleo reducido y 5.776 millones de litros de gasolina. Pero los ingresos tributarios de 2021 fueron muy inferiores a los de 2022 y los de 2023, pues los precios entonces no estaban tan altos. Por cada litro vendido de gasolina, el Estado y las CCAA se repartieron 0,241 euros y por el de diésel, 0,217 euros.
Como se puede apreciar, el diésel sigue siendo muy mayoritario, pues el mayor consumo proviene del transporte de personas y mercancía, tanto el pesado (camiones y autobuses) como el ligero (furgonetas y furgones) que casi en su totalidad están equipados con motores diésel. No obstante, el consumo de gasolina ha aumentado mil millones de litros en tres años.
Primer trimestre de 2024
El descenso de los ingresos fiscales por el IVA de los combustibles ha continuado en 2024, aunque en menor medida. Según los cálculos estimados a partir de los datos de la Agencia Tributaria, el descenso del precio durante el primer trimestre en referencia a 2023 (aunque se produjeron subidas respecto al cuatro trimestre de 2023), los ingresos han sido un 18% inferiores al mismo periodo de 2023. Entre enero y marzo, Hacienda ha recaudado 815 millones de euros netos, frente a 827 millones de euros del mismo periodo del año 2023. Y eso, a pesar de que el consumo ha crecido durante el presente año: 6.777 millones de litros (sin contabilizar el gasóleo a tipo reducido), frente a 6.508 millones de litros el año anterior.
Pero en estos tres meses, por cada litro vendido, el Estado se ha quedado con menos dinero que en los años anteriores. De los 1.632 millones de litros de gasolina quemados en el primer trimestre de 2024, Hacienda ha recaudado por IVA 0,273 euros por litro, frente a los 0,286 euros de 2023 o los 0,283 euros de 2022. Y con los 5.145 millones de litros de diésel, por IVA se ha pagado 0,265 euros en 2024; 0,282 euros en 2023 y 0,268 euros en 2022.
Con dos precisiones. La primera y principal, que los precios de 2022, empezaron a dispararse a partir de febrero, tras la invasión de Ucrania. De hecho, en junio de ese año se pagó por IVA 0,367 euros por cada litro de gasolina y 0,353 euros por litro de diésel. En el mismo mes de 2023, se había reducido a 0,277 euros en la gasolina y 0,248 euros el diésel. La segunda, que el consumo de los primeros trimestres es el más bajo del año, salvo que Semana Santa caiga en marzo. En verano aumenta el consumo, especialmente de gasolina por las vacaciones, al igual que en otoño, por los puentes y la Navidad. Lo que supone que los 18 millones habrán aumentado, teniendo en cuenta que en el segundo trimestre y lo que llevamos del tercero, ha seguido descendiendo el precio de los combustibles.