CaixaBank Research desmonta las previsiones económicas del Gobierno y el Banco de España para el año que viene. El centro de estudios de la entidad catalana mantiene sin cambios sus previsiones de crecimiento del PIB para este año 2023, que sitúa en el 2,4%, pero advierte que de cara a 2024 el ritmo de crecimiento económico se desacelerará hasta el 1,4%. La cifra es mucha más baja que la del Banco de España, que mantuvo en el 2,3% su previsión de crecimiento del PIB para este 2023, pero rebajó cuatro décimas la de 2024, hasta el 1,8%; También es seis décimas inferior a la previsión del Ejecutivo, que prevé un PIB del 2% en 2024.
"El próximo año también vendrá cargado de desafíos para la economía española. Tras una primera parte de 2023 en la que la actividad se vio apoyada por el buen comportamiento del turismo y la bajada de los precios de la energía, a partir del verano hemos asistido a una desaceleración provocada por el impacto de los mayores tipos de interés, la subida del precio del petróleo desde julio y la marcada debilidad del crecimiento en la eurozona, lo que pensamos que llevará a cerrar este ejercicio con un crecimiento medio del 2,4%. Para 2024, nuestro escenario central contempla un avance del PIB del 1,4%", apunta el informe de noviembre de CaixaBank Research.
En este sentido, la entidad estima que el año que viene el ritmo de la economía se ralentizará afectada por el impacto del menor dinamismo de nuestros principales socios comerciales y el reciente repunte del precio del petróleo. "Los primeros datos del cuarto trimestre apuntan al mantenimiento de la senda de ralentización", han indicado, si bien el índice PMI para el sector servicios se mantiene en zona expansiva, en los 51,1 puntos. En este contexto, con los tipos de interés en máximos de los últimos 15 años, uno de los supuestos principales de la entidad es la continuidad del "proceso desinflacionista".
"El impacto de una subida de tipos tarda bastante en transmitirse a la economía. Típicamente, el impacto máximo se produce entre uno y dos años después de la subida. Estos retardos explican que, a pesar de que prevemos tipos más bajos en el promedio de 2024 que en el de 2023, el impacto de los tipos de interés sobre el crecimiento del PIB sea sustancialmente negativo en 2024", apunta Oriol Carreras, analista de CaixaBank Research.
PIB en la eurozona
En la eurozona, el PIB cayó un 0,1% en el tercer trimestre, tras crecer un 0,2% en el segundo trimestre. En parte, esta cifra refleja la volatilidad del PIB en Irlanda (–1,8% intertrimestral vs. +0,5% en el 2T), aunque excluyendo los datos irlandeses, la eurozona prácticamente se habría estancado en el tercer trimestre. Esta atonía de la actividad fue prácticamente generalizada entre las grandes economías, con un descenso del 0,1% intertrimestral en Alemania (que sigue a un estancamiento en la primera mitad del año), un moderado avance del 0,1% en Francia (un dato no tan modesto si se tiene en cuenta que el 0,6% del segundo trimestre estuvo fuertemente aupado por efectos temporales, tras los que se hubiera podido observar más reversión) y el estancamiento de Italia, mientras que España se mostró más dinámica (0,3%).
"Esta resistencia de la actividad no empaña la reducción de la inflación, que sigue convergiendo hacia el objetivo del 2% de la Reserva Federal", indican desde CaixaBank Research. Sin embargo, señalan que "en septiembre el IPC mandó algunas señales mixtas". En concreto, la inflación general se mantuvo sin cambios en el 3,7% interanual debido, principalmente, a la subida de los precios de la energía. La inflación núcleo, por su parte, descendió 2 décimas hasta el 4,1%, pero sus dinámicas intermensuales fueron menos positivas que en meses anteriores, con una tasa estable en el 0,3% y, por componentes, una aceleración de la inflación de los alquileres (0,6% vs. 0,3% en agosto), que pesan más del 40% en la cesta núcleo.
Situación de las familias
Asimismo, el servicio de estudios de la entidad bancaria prevé que el consumo de los hogares siga tirando de la economía española durante 2024, impulsado por la desaceleración de la inflación y la probable bajada de los tipos de interés. "Durante el próximo año es probable que el consumo se consolide como el principal sostén de la economía española", ha asegurado el informe mensual de este servicio correspondiente al mes de noviembre. Así, el estudio apunta que, pese a las dificultades del momento, "la posición financiera de las familias se encuentra menos tensionada de lo que se esperaba hace unos trimestres".