Los ministros de Economía y Finanzas de la UE volverán a intentar acordar este miércoles, en una reunión por videoconferencia, la reforma de las reglas fiscales de la UE que, tras cuatro años congeladas por la pandemia, volverán a limitar la deuda y el déficit de los Estados miembros. La presidencia española del Consejo mantiene su optimismo de cara a cerrar el pacto en un nuevo formato telemático que no gusta a todos los países y que ha recibido críticas de la primera ministra italiana, Giorgia Meloni, quien considera que es "mucho más útil negociar en persona".
Sin embargo, fuentes comunitarias consultadas por Europa Press prefieren no prestar "demasiada atención" a declaraciones de este tipo a varios días de la convocatoria y, aunque se inclinan más por la posibilidad de que se cierre un acuerdo, tampoco se atreven a asegurarlo. En cualquier caso, incluso si los Veintisiete lograsen superar sus diferencias sobre la reforma de las reglas fiscales y cerrar un acuerdo, al tratarse de una reunión informal, el resultado debería ser refrendado a nivel de embajadores el jueves 21, según fuentes diplomáticas.
Está “cerca”
Los ministros ya aseguraron que el acuerdo estaba "cerca" tras su reunión del 8 de diciembre, que culminó sin consenso, a pesar de que las negociaciones se demoraron unas 8 horas, hasta las 3 de la madrugada. La vicepresidenta primera y ministra de Economía, Nadia Calviño, señaló entonces que sólo convocaría un Ecofin extraordinario si lo creía necesario en función del resultado de las consultas nacionales que han desarrollado en las últimas semanas.
Por su parte, los ministros de Economía y Finanzas de Francia y Alemania, Bruno Le Maire y Christian Lindner, protagonistas de los principales choques desde el inicio de las negociaciones, confirmaron también que el acuerdo estaba cerrado entre un 92% y un 95%. "Ya tenemos un entendimiento común sobre las salvaguardias del déficit y la deuda, un avance que realmente aprecio", reconoció Lindner, para quien la tarea reside ahora en "calibrar estas medidas de la manera correcta", convencido de que "los déficits excesivos deben reducirse y no excusarse".
Reducción del 1% PIB
La propuesta que hay sobre la mesa incluye una reducción anual de su deuda equivalente al 1% de su PIB para los países cuyo endeudamiento supere el 90%, como es el caso de España (ronda el 109% del PIB), mientras que plantea un ajuste del 0,5% anual para los Estados miembro con una deuda entre el 60% y el 90%. También introduce un colchón fiscal para los países con bajo déficit, pero una alta deuda, a los que pedirá reducir el déficit para tener un margen entre el 2% y el 1,5% por debajo del límite del 3% para tener espacio para responder a posibles 'shocks' económicos.
Por otro lado, se pedirá a los países que superen el valor de referencia del 3% de déficit, a los que se abrirá un procedimiento de déficit excesivo (EDP, por sus siglas en inglés), una senda de gasto neto corrector "coherente" con un ajuste anual mínimo de, al menos, el 0,5% del PIB.