Hasta 75.000 autónomos dedicados al campo han desaparecido desde 2021, según ha denunciado este jueves la Unión de Profesionales y Trabajadores Autónomos (UPTA) en el contexto de las protestas de los agricultores.  "La realidad de la España vaciada es cada vez más cruda y sin signos de mejora", ha señalado en un comunicado la patronal, asegurando que por cada 20 explotaciones agrarias o ganaderas que se pierden en España, desaparece un autónomo del ámbito rural en el sector servicios.

En total, la crisis por la que atraviesa el sector primario ha llevado a la desaparición de más de 4.000 autónomos de sectores que desarrollaban sus negocios en las poblaciones de menos de 10.000 habitantes en España, según los datos que maneja la organización. Las provincias españolas con menos densidad de población y más rurales son las que han perdido el mayor número de autónomos en estos tres últimos años. Este fenómeno se produce con más intensidad en Castilla y León, Castilla la Mancha y las provincias andaluzas de Jaén, Córdoba y Almería, donde han desaparecido el mayor número de explotaciones agrarias y ganaderas.

El presidente de UPTA, Eduardo Abad, destaca que “es una cuestión de vasos comunicantes" y que el problema del campo español no solo tiene repercusión sobre el sector agrícola o ganadero, sino que cuantas menos actividades del sector primario existan también "repercutirá en menos autónomos de servicios auxiliares a la población que habita el ámbito rural.” Por ello, Abad pide a los gobiernos que dejen de hablar de la España vaciada y pongan soluciones a corto y medio plazo que frenen la destrucción de la economía del 80% del territorio nacional.

"Apoyamos cada una de las reivindicaciones de las organizaciones agrarias, es fundamental para la existencia de vida en el ámbito rural que se tomen cada una de las medidas que legítimamente solicitan y que deben ir de la mano de una batería de medidas de urgencia para la supervivencia del trabajo autónomo en el ámbito rural", ha señalado. Entre las medidas, ha destacado incentivos fiscales, relevo generacional, transformación del tejido productivo a través de sistemas de digitalización y autoabastecimiento energético.