Si estás pensando en obtener financiación para comprar un coche, reformar tu casa, obtener una hipoteca o incluso montar un negocio, la capacidad de endeudamiento es un término fundamental que debes conocer. Más aún en el contexto económico actual marcado por la inflación y los elevados intereses que han mermado el poder adquisitivo de las familias. Así pues, saber qué es el endeudamiento, cuánto puedes endeudarte y cómo calcularlo es algo esencial a la hora de tomar decisiones financieras. 

La capacidad de endeudamiento de una persona o familia es la cantidad de deuda que pueden asumir. Una cifra que dependerá de la situación económica de cada persona, teniendo en cuenta los ingresos y los gastos a los que hacer frente cada mes. Conocer al detalle estos dos factores es algo esencial para poder cumplir con las deudas y establecer estrategias que ayuden a reducir los gastos no esenciales.

De este modo, lo más importante a la hora de adquirir financiación sin pasar luego por apuros financieros es no gastar por encima de nuestras posibilidades. Algo que aplica tanto a no desembolsar más capital del que ingresamos, como a destinar una parte de nuestros ingresos al ahorro, fundamental para afrontar problemas de solvencia económica. Dicho esto, desde algunas instituciones concretan la cifra que debemos tener en cuenta a la hora de endeudarnos. 

Regla del 35%

Es por ello que organismos nacionales como el Banco de España (BdE) recomiendan aplicar la regla del 35% de endeudamiento para saber cuánto es recomendable ahorrar y cuánto gastar. ¿En qué consiste esta regla? Pues básicamente, el BdE explica que el límite para endeudarse, el resultado de restar los gastos fijos mensuales a los ingresos totales percibidos al mes, no debe ser superior al 35% del capital neto.

En este sentido, hay que tener en cuenta cuáles son los gastos esenciales a los que no podemos renunciar cada mes y de dónde se puede recortar para generar un colchón y cubrirnos ante posibles imprevistos. Es decir, gasto y ahorro. Luego está la cantidad concreta de endeudamiento a la que estamos dispuestos a llegar, que no debe ser más de la necesaria para el asunto concreto que queramos financiar. 

Teniendo en cuenta estos tres bloques, se puede aplicar la regla del 35% de endeudamiento. Según la estrategia, la cantidad máxima que una persona debería gastar en financiación no debería sobrepasar esta barrera. Normalmente, las deudas de una persona o familia se abonan en cuotas mensuales a la entidad financiera que ha prestado el dinero y la capacidad de endeudamiento es el límite de deudas que se pueden soportar sin riesgo de caer en impagos. 

Obviamente, que el límite recomendado sea el 35% no implica que tenga que ser la cantidad adeudada siempre. Si bien el endeudamiento en sí no es bueno ni malo, cuanto menos deuda estemos obligados a abonar mensualmente mejor salud financiera tendremos y mayor parte de los ingresos podremos destinar al ocio, a viajar o al ahorro, entre otras cosas.

Gastos esenciales y ahorro

Si el límite recomendado para la financiación no debe sobrepasar el 35%, lo aconsejable es que la cantidad destinada a los gastos mensuales no supere el 50% de nuestros ingresos. Algo que suele ir a cubrir necesidades básicas como la comida, el transporte, la vivienda, los hijos (ropa, colegio, etc.) y otros gastos como el ocio, el deporte o la ropa. En este punto dependerá mucho de la situación personal de cada uno, del lugar de residencia o del entorno económico.

De este modo, la última variable en la ecuación es el ahorro. Por lógica, aquí lo aconsejable es que, una vez cubiertos los gastos esenciales, el 15% de los ingresos se guarden y acumulen. Es un factor igual de importante que los anteriores, puesto que se debe tener una mentalidad a largo plazo en nuestras finanzas, para futuros desembolsos que queramos realizar o imprevistos que puedan surgir sin tener problemas de liquidez.

Con estos tres factores, ya se puede calcular la capacidad de endeudamiento. Si te encuentras en proceso de solicitar financiación, las entidades financieras sabrán a través de sus sistemas automáticos si eres apto o no para pedir un préstamo con tu situación financiera actual.

Sin embargo, antes de acceder a estos organismos, tú mismo puedes calcular la capacidad de endeudamiento restando los gastos fijos a los ingresos mensuales para posteriormente multiplicar el resultado obtenido por 0,35. Así, por ejemplo,  con un sueldo de 1.500 euros al mes y unos gastos fijos de 700 euros, la deuda mensual que podrías pagar sin exceder el límite recomendado sería de 280 euros.