Francia confía en mantenerse este año como el primer país del mundo por el número de turistas internacionales, alcanzando los 100 millones, frente a 98 millones de 2023. Con estas cifras igualaría o batiría a España, donde se esperan también unos 100 millones de visitantes extranjeros. El año pasado llegaron 85 millones. Pero este 2024, de enero a julio, se ha alcanzado el número más alto de la serie histórica.

En concreto, 53,37 millones de personas han visitado el país. Por ello, hay quien vaticina que en los siguientes cinco meses se podría llegar a esos 100 millones, unos datos que asustan en muchas regiones donde ya viven aglomeraciones turísticas. Lo que sí es seguro que Francia seguirá por debajo de España e Italia en ingresos, con unos 68.000 millones de euros, tras los 62.500 del pasado ejercicio.

Las proyecciones de Francia las realizaba este martes la ministra francesa de Turismo, Olivia Grégoire, en una conferencia de prensa sobre los primeros resultados de la temporada estival, en la que insistió en la importancia que hay que dar a la "calidad de la oferta" y dijo estar convencida de que en el futuro Francia tiene "los medios para superar a España".

Francia está vigilante: quiere ser el país más visitado

Grégoire, que afirmó que se mantienen "vigilantes" para mantener un año más el primer puesto mundial en visitantes extranjeros, vaticinó que este año será "superior" a 2023. En la primera mitad del año, los ingresos por el turismo internacional aumentaron en el país galo un 6% respecto al mismo periodo del pasado año, hasta 32.500 millones de euros, y en julio ese incremento fue del 8%.

Este verano, la pérdida de turistas en algunas regiones se ha visto compensado con un alza del 13% de las llegadas de extranjeros a París durante los Juegos Olímpicos. Eso se ha hecho notar con la subida de clientela procedente de otros continentes y muy particularmente de China (+43% de incremento en las llegadas por vía aérea), Japón (+13%) y Estados Unidos (+13%).

Los visitantes de los países limítrofes se han mantenido a un nivel estable en verano, con una buena evolución de los alemanes y belgas y un menor número de británicos, que este verano se han desplazado más para sus vacaciones a España e Italia.

Estados Unidos, que el pasado año ya fue el quinto mercado en importancia para el turismo francés, con 6.300 millones de euros de ingresos, podría superar en 2024 al alemán. La ministra hizo hincapié en que frente a la competencia de países como España o Italia, Francia tiene que corregir algunas cosas, como algunos precios que "no son comprensibles" y, sobre todo, una mayor diferenciación de la oferta para que la experiencia turística, aunque más cara, sea "inolvidable".

Preguntada por los problemas de masificación turística, Grégoire rechazó esa expresión y señaló que en su departamento se utiliza el concepto de "picos de llegadas" y de "fiebres turísticas".

Contó que se ha constituido un grupo de trabajo sobre la cuestión, en asociación con los ayuntamientos a los que se ofrece un soporte financiero en primer lugar para evaluar el fenómeno con instrumentos para contabilizar los flujos de visitantes y sobre todo para tratar de reajustar los itinerarios y proponer otros alternativos.

El objetivo es "preservar la calidad de la experiencia", comentó antes de poner como ejemplo lo que se ha hecho en el Parque Natural de las Calanques, a las afueras de Marsella, donde se han regulado las visitas, pero sin reducir su número.