La consellera de Economía y Hacienda de la Generalitat, Natàlia Mas, ha presentado una propuesta de Proyecto Estratégico para la Recuperación y Transformación Económica (Perte) dotado con 8.100 millones de euros para las empresas industriales y gestionado por las comunidades autónomas.
Lo ha dicho este lunes en rueda de prensa junto al secretario de Asuntos Económicos y Fondos Europeos, Miquel Puig, y el director general de Fondos Europeos y Ayudas de Estado, Aleix Cubell.
Mas ha explicado que los fondos provendrían de las convocatorias industriales realizadas por el Estado que han quedado desiertas y los procedentes de la adenda al Plan de Recuperación, Transformación y Resiliencia.
El cálculo de la Generalitat es que, teniendo en cuenta el peso de la industria catalana en el total estatal -el 22,5%-, Catalunya debería recibir 1.820 millones.
Los fondos se destinarían a convocatorias de ayudas a fondo perdido para "fortalecer la industria" y se dividirían en tres grandes líneas: innovación, inversión y nueva producción.
La consellera ha afeado la "poca eficacia" del Estado a la hora de asignar los fondos, ya que, en sus palabras, están mal diseñadas y realizadas de forma homogénea y no adaptada a cada territorio.
Esto, según Mas, ha provocado que el 72% de las convocatorias de industria realizadas por el Estado haya quedado desierta, un porcentaje que es del 31% en el total de las convocatorias.
"Frustración" empresarial
Mas ha asegurado que hay "frustración" entre las empresas por las dificultades a la hora de poder pedir y recibir los fondos Next Generation.
Ha señalado que el tejido industrial pide "eficacia" en la gestión de los fondos para financiar inversiones y que los fondos europeos, textualmente, pueden generar mucho más impacto del que tienen ahora mismo.
"Desde el Govern queremos aportar soluciones, queremos que los recursos lleguen a las empresas, queremos que el sector industrial sea la punta de lanza" de la economía catalana, ha añadido.
Mas ha apuntado que "ya ha pasado suficiente tiempo para decir que la distribución de los recursos no está funcionando como debería" y ha alertado que existe el riesgo de que no haya tiempo para aprovechar la oportunidad que, según ella, ofrecen los Next Generation.