Catalunya acumula un déficit de financiación de más de 33.500 millones de euros entre los años 2002 y 2022, según un informe de la Sindicatura de Cuentas hecho público este miércoles, que pone énfasis en el hecho de que esta infrafinanciación, consecuencia del incumplimiento del modelo pactado por parte del gobierno del Estado, ha obligado a la Generalitat a endeudarse más de la cuenta para mantener el gasto público.
El informe cifra el impacto de la infrafinanciación colectiva y relativa con respecto a los ingresos del sistema de financiación autonómica de 2009 en 33.570,61 millones de euros, "si el Estado hubiera garantizado las necesidades de financiación por habitante ajustado pactadas cuando se aprobó el sistema de financiación".
La institución que lidera Miquel Salazar ha hecho varios cálculos para cifrar la falta de recursos que el Estado ha dedicado al Principado durante los últimos años, teniendo en cuenta varios escenarios. Catalunya sale perdiendo en todos. El impacto sería de 32.692 millones si el Estado hubiera garantizado la "financiación normativa corregida por habitante ajustado que cada comunidad tuvo por término medio durante el periodo 2002-2008".
En otro escenario, si las comunidades autónomas de régimen común, entre las cuales se encuentra Catalunya, hubieran llevado a cabo el mismo aumento de impuestos que hizo el Estado para recuperar la caída de ingresos de la crisis económica del 2008, habrían dispuesto de 22.810 millones más del fondo de suficiencia. Y si la financiación por habitante ajustada de Catalunya hubiera sido igual a la media de las comunidades autónomas de régimen común en el periodo 2002-2022, habría recibido 6.237 millones más.
El endeudamiento de Catalunya
El informe responsabiliza esta infrafinanciación del alto endeudamiento de Catalunya, especialmente con la crisis del 2008, cuando sus recursos cayeron con fuerza. “Catalunya tiene insuficientes recursos para financiar el gasto y estas insuficiencias se asocian a los sistemas de financiación autonómica, porque los ingresos que proceden de estos sistemas representan entre el 85,4% y el 91,5% de los recursos totales de Catalunya”, compilación.
La Sindicatura de Cuentas añade que “Catalunya tiene una autonomía fiscal limitada para hacer ir al mismo ritmo sus ingresos a sus necesidades de gasto por la falta de capacidad normativa en la tributación indirecta”, y lamenta que a pesar de tener una capacidad de generación de ingresos tributarios “claramente” por encima de la media de comunidades autónomas de régimen común, el sistema de financiación “le da unos recursos normativos prácticamente iguales a la media”.
Las recomendaciones de la Sindicatura de Cuentas
Para resolver esta situación, propone revisar y actualizar el cálculo de las necesidades de financiación de Catalunya. “El Estado, en el momento del traspaso de competencias de algunas comunidades, había hecho un despliegue mayor de los servicios transferidos que en otras comunidades. Estos servicios fueron valorados a niveles más altos y esto perjudicó las comunidades que como Catalunya recibieron antes el traspaso de competencias”, añade.
Una segunda recomendación es común a toda la sociedad civil catalana: que se respete el principio de ordenalidad: “Los recursos se pueden nivelar, pero no alterar la orden que deriva de la capacidad tributaria de cada comunidad autónoma”. La sindicatura lamenta que los recursos que recibe Catalunya están por debajo en los de siete comunidades que aportan menos.
Y paralelamente con la revisión de la financiación –no propone un nuevo modelo, sino una revisión–, insta al Govern a iniciar una negociación con el Estado para revisar también el endeudamiento, teniendo en cuenta los escenarios que ha planteado.