Optimismo del Govern ante las cifras económicas del año pasado. La economía catalana cerró 2023 con un crecimiento del 2,6%, cinco veces más que la de los países del euro, según ha destacado el departamento de Economia i Hisenda de la Generalitat en la presentación del Informe anual de la economía catalana 2023. La industria, las exportaciones y también los servicios, con la recuperación del turismo como protagonista, han sido las claves del crecimiento catalán, que se espera que se modere este 2024.
Pere Aragonès y Natàlia Mas, presidente de la Generalitat y consellera de Economía respectivamente, ambos en funciones, han presentado este mediodía el anuario, en el que dan una gran importancia a la industria a pesar de las sacudidas que ha sufrido, con noticias negativas como cierres de fábricas (Danone) y expedientes de regulación de empleo (Hitachi).
El año pasado, "el crecimiento de la economía catalana (2,6%) fue cinco veces superior al de la zona euro (0,5%), gracias sobre todo a la expansión de la industria, en contraste con las bajadas importantes en países como Alemania e Italia", destaca el informe, que solo ve "factores desfavorables en el escenario global", como la inflación y el estancamiento de la zona euro y los altos tipos de interés. "Pese a las dificultades, la economía catalana ha resistido en 2023 y ha mejorado", ha destacado más, que ha remarcado también la reducción de las desigualdades.
La consellera d'Economia sí que ha remarcado una gran mácula en el funcionamiento de la economía: “Una de las debilidades de la economía catalana en 2023 ha sido la debilidad que viven las inversiones, por los altos tipos de interés”. Mas también ha responsabilizado al Gobierno. “Desde el Govern hemos impulsado la inversión pública a niveles nunca vistos. Somos muy conscientes de la necesidad imperiosa de invertir, para paliar la alarmante carencia de inversión del Estado en Catalunya”, ha concluido.
El Govern ve "cambios estructurales en el turismo que apuntan en la diversificación geográfica, la mejora en la calidad y la desestacionalización"
Pere Aragonès ha valorado que "la economía catalana va bien, especialmente si lo miramos en términos relativos respecto a nuestro entorno" y ha destacado que "a pesar de este contexto --de pandemia, la inflación provocada por la guerra de Ucrania y la sequía--, hoy la economía catalana es un sólido motor de la economía europea, con una diversificación muy mayor que las economías de nuestro entorno". También ha remarcado que "hoy tenemos más personas trabajando que nunca la historia de Catalunya" y ha agradecido a patronales y sindicatos el trabajo hecho con el Govern a favor del crecimiento. "Hoy dejamos un país mucho mejor que el que encontramos al inicio de la legislatura", ha concluido, a pesar de que ha lamentado que la mejora de la economía no se refleja suficientemente en el bienestar de las personas.
Por sectores, fueron los servicios los que más aportaron al PIB y crecieron un 3,1%, gracias en parte al momento álgido que, después de la pandemia, volvió a vivir el turismo, y que se mantiene al alza este año. Con respecto a la industria, el informe destaca la recuperación, del 3,5%, que vivió una moderación de los costes en comparación con 2022, cuando la invasión rusa de Ucrania disparó los precios, especialmente los energéticos. La construcción se moderó y la agricultura cayó como consecuencia de los efectos de la sequía.
Si nos fijamos específicamente en el turismo, el año pasado llegaron 18,2 millones de turistas extranjeros en Catalunya, un 21% más que en 2022, aunque todavía se sitúa un 6,2% por debajo de las cifras de 2019. Los visitantes, además, gastaron un 26,7% más que el año anterior. El Govern asegura que ha habido "cambios estructurales destacables que apuntan a la diversificación geográfica, la mejora en la calidad y la desestacionalización". Destaca el incremento de turistas de los Estados Unidos, que triplican cifras prepandemia, y del sur de Europa.
El anuario pone énfasis en que el crecimiento catalán es "más diversificado que el de los países del entorno", como España. El conjunto del Estado creció el año pasado un 2,5%, una décima menos que Catalunya, y la mitad del aumento fue gracias a un solo sector, el del comercio, transporte y hostelería, muy ligado al turismo. En cambio, la industria tuvo la mitad de peso que en Catalunya.
La buena salud de las exportaciones
El sector exterior tuvo una gran importancia en el crecimiento catalán en 2023, año récord en exportaciones, en el cual se superaron por primera vez los 100.000 millones de euros. Catalunya es la comunidad más exportadora del Estado y el Port de Barcelona es la puerta de entrada y salida de mercancías más importante de España. Del 2,6% de mejora del PIB, 1,4 puntos vinieron por la demanda exterior, mientras que la demanda interna aportó el resto, 1,2 puntos.
"La demanda externa ha sido uno de los grandes motores de crecimiento por el dinamismo de las exportaciones de bienes y servicios no turísticos y también porque ha continuado el proceso de recuperación del turismo extranjero. Así, las exportaciones de bienes de Catalunya crecen un 6,1% y sobrepasan por primera vez los 100.000 millones de euros, un aumento que contrasta con la atonía del comercio mundial y la caída de las exportaciones en economías próximas como Alemania (-2,0%) o el Reino Unido (-3,5%)", destaca el informe anual.
Esta mejora de las exportaciones ha beneficiado también a las empresas. El número de empresas catalanas exportadoras, con ventas superiores a 50.000 euros, ha escalado hasta un récord de 7.882, un 2,2% más. Las empresas con ventas superiores a los 5 millones de euros han crecido un 20% desde 2019, hasta las 1.940.
Con respecto al mercado de trabajo, el informe subraya una "expansión notable", con una crecida de la afiliación del 2,9%, hasta un nuevo récord histórico, y del 3,9% de la población ocupada según la Encuesta de Población Activa (EPA), hasta superar las 3,7 millones de personas con trabajo. La tasa de paro ha bajado del 10% al 9,3%.