La política migratoria está a la orden del día a raíz del acuerdo entre Junts y el PSOE para presentar juntos la ley que cederá próximamente las competencias de inmigración en Catalunya. Y desde el punto de vista económico, el Colegio de Economistas de Catalunya ha celebrado una mesa redonda con un informe sobre el Modelo productivo e inmigración en nuestra casa, que ha contado con el actual secretario de Asuntos Económicos y Fondos Europeos de la Generalitat, Miquel Puig.
La necesidad de mano de obra
Una de las principales conclusiones del debate ha sido que Catalunya tiene que definir primero el modelo productivo que quiere para después determinar qué tipo de inmigración necesita. Los participantes también han hablado de la evolución de la población inmigrante en Catalunya en el último medio siglo, su impacto al mercado laboral y las alternativas para atraer inmigración cualificada en las próximas décadas, entre otras cuestiones. Puig ha recordado la importancia de entender que Catalunya está ante un cambio de paradigma que afectará a su futuro. Según sus proyecciones, "entre los años 2023 y 2043 se incorporarán al mercado laboral 1,6 millones de personas y se jubilarán más de 2,2 millones, lo que dejará potencialmente un hueco de más de 600.000 puestos de trabajo sin cubrir".
Ante esta demanda de mano de obra, también se ha añadido a las conclusiones la profesora agregada del Departamento de Economía de la Universidad de Barcelona Judit Vall: "el aumento exponencial de la llegada de mujeres inmigrantes jóvenes en Catalunya ha provocado una reducción de un 5% en la brecha salarial de género de la población nativa" y ha añadido que "las mujeres inmigrantes hacen el trabajo de cuidados de los más pequeños y los mayores, cosa que ha permitido que las mujeres nativas salgan al mercado laboral y puedan mejorar sus ingresos salariales".
El perfil mayoritario que llega
A pesar de todo, desde el actual Govern ya perfilan al inmigrante mayoritario de los tiempos actuales. En este sentido, Puig ha dicho que las personas inmigrantes escogen Catalunya por delante de otras zonas del Estado porque "tiene una ciudad global y se apuesta por el turismo". Y ha afirmado que en los próximos años la inmigración que llegue a Catalunya "será mayoritariamente del África central con baja formación, principalmente porque es la región del planeta donde la mujer está menos empoderada y va pocos años a la escuela". Se ha especificado que el estudio se llevó a cabo cuando Puig todavía no era el actual secretario de Asuntos Económicos de la Generalitat.
La profesora Vall ha radiografiado a la mayoría como "hombres y mujeres jóvenes, con un bajo nivel educativo, que ocupa un 25% de los empleos elementales y que el 35% del total vive en grandes áreas metropolitanas", principalmente Barcelona y Madrid. Por su parte, en el estudio también ha participado el subdirector del Centro de Estudios Demográficos (CED) y director del Grupo de Estudios de globalización, migraciones y espacio (Globmigres), Andreu Domingo que ha puesto encima de la mesa el debate más latente: "El primer límite es la misma economía global y el sistema mundo. Pero si lo miramos desde la óptica de la fuerza de trabajo demandada, según las proyecciones, estaríamos muy lejos de estos límites", ha añadido.
El decano del CEC, Carlos Puig de Travy, que ha dado la bienvenida al acto, ha manifestado que la inmigración puede ser una estrategia para afrontar el desafío para ampliar la fuerza laboral, pero hay que gestionarla adecuadamente. "Es importante que las políticas de inmigración estén bien diseñadas y consideren la integración, la diversidad y las necesidades de la sociedad y la economía".
¿Qué dicen las cifras?
La tendencia actual sigue la misma pauta. Con 140.140 habitantes más, Catalunya es la comunidad autónoma que ha experimentado un mayor incremento de la población en el último 2023. Mientras que el crecimiento natural hace tiempo que es negativo (hay más defunciones que nacimientos), el motor principal de esta tendencia demográfica es la inmigración. Actualmente, viven en Catalunya 1,3 millones de extranjeros, unos 126.300 más que en el 2022.