La calidad de vida de los catalanes ha ido a peor en los dos últimos años y está entre las cinco comunidades que se queda más rezagada, según el informe de la competitividad regional de España 2024 elaborado por el Consejo General de Economistas de España. En la octava edición del informe se hace un análisis monográfico de la evolución de la calidad de vida de las comunidades autónomas de 2008 a 2023 basado en el Índice Multidimensional de Calidad de Vida (IMCV) que elabora anualmente el INE. La conclusión no es muy halagüeña para Catalunya.
- La calidad de vida ha aumentado en el conjunto de España un 1,54% desde 2008 y en Catalunya el 0,88%.
- La calidad de vida de los catalanes ha estado por encima de la media de 2008 a 2021, pero en 2022 se coloca por debajo y consolida este resultado en 2023, último dato disponible.
- En 2008, Catalunya ocupaba la décima posición en el ranking de calidad de vida, justo por detrás de Madrid, y en 2023 cae a la décima tercera, mientras que Madrid se mantiene en la novena. En estos años, han superado a Catalunya las comunidades de Castilla y León, Castilla-La Mancha y Extremadura.
- De las cinco últimas posiciones en calidad de vida —Catalunya, Región de Murcia, Andalucía, Galicia y Canarias, siendo esta última la más baja—, tres de ellas han tenido mejoras superiores a Catalunya. Desde 2008, la calidad de vida ha subido un 1,96% en Galicia; un 1,93% en Andalucía; el 1,06% en Canarias. Solo la Región de Murcia, con una mejora del 0,14%, tiene un peor resultado que Catalunya (+0,88%).
El mejor territorio para vivir, según el estudio del Colegio de Economistas que cita al INE, es la Comunidad Foral de Navarra, que se coloca en 105,30 puntos sobre el índice 100 que arranca en 2008. Ese año ya estaba en cabeza, por lo que el crecimiento de su calidad de vida ha sido mínimo, el 0,12%, en estos últimos 15 años. Una evolución que se repite en La Rioja, con un índice de 104,14 y un incremento también por debajo de la media, 0,81%, muy similar al 0,88% de Catalunya. La tercera comunidad autónoma donde hay una mejor calidad de vida es Aragón, con un índice de 103,89 (sobre la media 100 de 2008), pero con un crecimiento del 1,57% que ha permitido desplazar a Asturias de la tercera posición en 2008 a la sexta el pasado año.
Miguel A. Esteban Yago, profesor e investigador de la Universidad de Murcia y responsable de la parte de calidad de vida del informe de Competitividad Regional del Colegio de Economistas, comenta a ON ECONOMIA la dificultad para medir la evolución de la calidad de vida. A principios de este siglo, la OCDE o la Comisión Europea detectaron la necesidad de contrastar la evolución del PIB, como un indicador meramente económico, con la mejora en la calidad de vida de los ciudadanos. En esta ocasión, el Colegio de Economista ha buscado la relación existente entre la competitividad de las regiones con la mejora o el empeoramiento de la calidad de vida en cada comunidad autónoma.
“La comparación del IMCV (mide la calidad de vida) y el ICREG (la competitividad regional) permite afirmar que hay un paralelismo bastante evidente, únicamente interrumpido por el inicio de la crisis financiera y por la pandemia, lo cual podría achacarse a algunos indicadores utilizados en varias dimensiones del IMCV. La relación establecida entre IMCV y el ICREG muestra el carácter inclusivo que produce la competitividad territorial”, concluye el informe.
Pero el responsable de la parte de calidad de vida aclara que es muy difícil seguir la evolución, pues muchos indicadores que se utilizan para elaborar el IMCV, son subjetivos —obtenidos mediante encuestas— y sin periodicidad, lo que contamina el resultado. Por este motivo, el IMCV, elaborado por el INE, es un “indicador experimental”.
Calidad de vida en Catalunya
El Instituto Nacional de Estadística analiza 56 indicadores para elaborar el IMCV, distribuidos en nueve dimensiones: 1. Condiciones materiales de vida; 2. Trabajo; 3. Salud; 4. Educación; 5. Ocio y relaciones sociales; 6. Seguridad física y personal; 7. Gobernanza y derechos básicos; 8 Entorno y medio ambiente; y 9. Experiencia general de la vida. De los nueve índices, los españoles están ahora peor que hace 15 años en tres: condiciones materiales de vida, ocio y relaciones sociales y gobernanza y derechos básico. A esos tres, los catalanes suman dos más: salud y seguridad física y personal. Sobre 100, los catalanes han perdido 0,263 puntos porcentuales (pp) en las condiciones materiales de vida, por encima de la media española, que cae en 0,188 pp. En el ocio y relaciones sociales, la perdida ha sido muy superior en estos 15 años en Catalunya -6,020 pp— que en el conjunto de España -3,217—; aunque la mayor diferencia se produce en Gobernanza y derechos básicos, pues los catalanes han perdido 4,734 pp sobre 100 y para la media de los españoles, este índice de calidad de vida baja 1,439 pp.
De los 7 indicadores que se analizan para determinar el ocio y relaciones laborales, Catalunya pierde especialmente en 3 de ellos. Según el estudio, en 2008 los catalanes estaban en 100,64 (siendo 100, el índice base de la media nacional) cuando se les preguntaba si tenían a alguien al que contar sus problemas personales. En 2023, se ha derrumbado al 76,38. También se han reducido las reuniones con los amigos, que en 2008 se situaba en el índice 92,4 y quince años más tarde, cae 10 puntos, a 82,39 y, en menor media, ha empeorado la confianza en los demás. En 2008, estaba en 105,11 y ahora en 101,8.
Derechos básicos
En gobernanza y derechos básicos, la otra dimensión que ha influido en el descenso de la calidad de vida en Catalunya, la reducción se concentra en la participación de los ciudadanos en la actividad política, del 116,8 a 95,4.
Sin embargo, como matiza Esteban Yago, estas dos dimensiones son poco objetivas y con poca o nula periodicidad. En el caso del ocio y las relaciones laborales, de 2008 a 2018 se ha usado el mismo dato y se ha actualizado en 2018 y 2022, y en la gobernanza y derechos básicos, aún peor. De los cuatro indicadores que lo configuran, tres no se han actualizado desde 2008 y el cuarto, participación ciudadana en la actividad política, solo en una ocasión, en 2022.
A estos tres índices, se suman la salud, que en Catalunya desciende 0,377 pp básicos, mientras que en el conjunto de España ha mejorado 1,68 pp y seguridad física y personal, que cae en Catalunya 0,523 pp y ha crecido en el conjunto 0,243 en estos quince años.
En el platillo positivo de la balanza, en los 4 índices en los que los catalanes están hoy mejor que hace quince años, el crecimiento ha sido superior a la media de España. Así, en Trabajo, Catalunya ha aumentado su índice en estos años en 2,31 pp por 1,77 en la media española; en Educación, Catalunya sube 11,67 pp y España 10,04 pp; en entorno y medio ambiente, 2,925 pp de mejora en Catalunya y 1,999 en el conjunto de España y, finalmente, la experiencia general de vida ha subido 2,907 pp en Catalunya y un poco más en la media española, 2,958 pp.