El catedrático emérito en Economía aplicada de la Universitat Autònoma de Barcelona, Josep Oliver Alonso, se ha mostrado pesimista sobre la mejora de la productividad de Europa a partir de las inversiones propuestas por los informes Letta y Draghi en su intervención en la Jornada de Economistes de Barcelona. "El informe Draghi quedará en un cajón, no se hará", ha augurado, poniendo como ejemplo otros fiascos de la Unión Europea como el intento de frenar el Brexit con un mensaje de unión o el Green Deal Europeo. "La Unión Europea no es un proyecto, cuando Alemania quiere frenar los aranceles de China, va el presidente alemán y no Europa", ha sentenciado. 

"La Unión Europea está ultrafragmentada", ha dicho Oliver, quien ha resaltado la dificultad para realizar fusiones transnacionales tal y como pedía el informe Draghi para hacer frente a un mundo más competitivo y menos cooperativo en que la Unión Europea estará bajo la estela, y lejos, de Estados Unidos y China. Oliver se ha mostrado especialmente pesimista sobre la demanda de Draghi de que la Unión Europea dedique 800.000 millones de euros anuales, un 5% de su P.I.B, en inversiones para mejorar la competitividad y la productividad. 

La victoria de Donald Trump y el nuevo e incierto escenario geopolítico consolidará un escenario de alianzas más basadas en objetivos comunes que en el bien común, ha alertado Pol Morillas, director del think thank sobre geopolítica Pol Morillas

Ante este panorama, con el crecimiento de aranceles impuesto por la administración de Trump y los riesgos asociados a Oriente Medio y Ucrania y Rusia, la Unión Europea debe resolver su "problema de productividad", ha apuntado Carme Poveda, directora de Análisis de la Cambra de Comerç. Poveda ha recordado que tan solo tres de las 50 mayores tecnológicas sean europeas y que la primera, Accenture, aparezca en el puesto número 14 del ránking. "Una de cada 3 start-ups que nace en Europa se va a los Estados Unidos", ha destacado. Las empresas más innovadoras de Europa, ha destacado Poveda, "son tradicionales" y son Mercedes-Benz, Bosch y Volskwagen. 

Consecuencias de la victoria de Trump

La mesa de debate sobre geopolítica ha arrancado con un análisis de Pol Morillas sobre los principales puntos a tener en cuenta de la victoria de Donald Trump en las elecciones de los Estados Unidos. En primer lugar, Morillas ha señalado que "existen unos actores mundiales que comparten una visión sobre la obsolescencia de la preponderancia de Occidente en el mundo", aunque no compartan la manera de hacerlo. 

"Estamos ante una creciente competición entre potencias internacionales donde la cooperación se basa en qué hay de lo mío y en las prioridades nacionales inmediatas por delante de los desafíos globales", ha reflexionado Morillas. Son alianzas, ha dicho, "coyunturales y no permanentes", donde un actor como Turquía puede a la vez "ser miembro de la Otan y candidato a la Unión Europea y funcionar como mercado secundario para Rusia", de la misma forma que India. 

En el escenario de la victoria de Trump, "el acuerdo de poner fin a conflictos convive con el miedo a la escalada nuclear", ha dicho Morillas. En Ucrania, por ejemplo, "un escenario inminente de negociación de paz por territorios" se alterna con "el cambio de paradigma ruso con respecto al uso de armas nucleares". 

En Oriente Medio, "Trump puede reconfigurar el orden regional con la doctrina Netanyahu de debilitar a todos los aliados de Irán e Irán o bien una vía más pragmática de revivir el mutuo reconocimiento", ha avisado Morillas. 

En China y Taiwan, la política de Estados Unidos de dejar de pagar la defensa, "se encamina hacia subida de tarifas y la retirada del paraguas de seguridad hacia Taiwan"; ha comentado. Todo para un escenario de "desorden internacional" que puede "abrir oportunidades para la Unión Europea" si entra en el juego de hacer política internacional en base a intereses particulares y coyunturales. "La amenaza es Rusia", ha advertido Morillas, que cree que el presidente de Estados Unidos, Joe Biden, puede haber dado el paso adelante de enviar misiles a Ucrania para que pueda lanzarlos contra Rusia, "porque confía en que Trump negocie la paz y así Zelenski llega más fuerte" a ese momento. 

Sobre el efecto económico de esta victoria, Oliver ha destacado que "el equipo de Trump será más radical" que el anterior y por tanto su programa también puede serlo. La victoria debe propiciar en primer lugar crecimiento económico, con más oferta y demanda y aumento de actividad en varios sectores y con las actividades vinculadas al cambio climático o a la cadena global como más perjudicados. 

¿Vuelve la inflación? 

Crecerán también los precios, ha dicho, por el choque de oferta y demanda y los aranceles, pese a que parte de su victoria se ha cimentado en la crítica a la inflación disparada durante el mandato de Biden. La bajada de impuestos puede tener un efecto en el déficit público, actualmente del 7%, y en la deuda pública, del 100%, a no ser que haya recortes.

Los aranceles, en cambio, pueden provocar un "menor crecimiento global" en el mundo, con precios más elevados y una devaluación de la moneda china. "Europa puede recibir una gran presión sobre los mercados con productos que allí no quieren", ha dicho Oliver, que ha previsto una posible caída del euro que podría motivar nuevas políticas monetarias del Banco Central y una posible crisis de deuda. 

La mesa ha estado moderada por Sofía Rodríguez Rico, subdirectora del Banc Sabadell y miembra del Col·legi d'Economistes. Rodríguez Rico ha advertido que la nueva incertidumbre puede provocar  "episodios de pico en los precios de las materias primas", así como "infraestructuras críticas que no funcionen" o escasez de bienes como tierras raras o falta de mano de obra. 

Por su parte, Constantí Serrallonga Tintoré, director general de Fira de Barcelona, ha destacado las dificultades de Europa para competir con el resto de países por el "exceso de regulación", escenario del que se quejan muchas empresas. "Somos un jardín en medio de una jungla", ha dicho.