CEOE, Cepyme, ATA y Foment del Treball han tardado pocas horas desde el anuncio de acuerdo de gobierno de Pedro Sánchez y Yolanda Díaz, que incluye la reducción de la jornada laboral a 37,5 horas semanales como medida estrella. Las tres patronales se oponen frontalmente a la medida y advierten que afectará negativamente a las empresas, y en especial a pymes y autónomos. La consideran, además, un “atropello” al diálogo social.

Las patronales han expresado su “rechazo” a las medidas del acuerdo de investidura de PSOE y Sumar porque “van a tener un impacto negativo para la actividad de las empresas, en especial de las pymes y autónomos y, por tanto, para el crecimiento de la economía y la creación de empleo en España”.

En un comunicado que la confederación empresarial que preside Antonio Garamendi firma con Cepyme, la socia de CEOE que aglutina las pequeñas y medianas empresas, y la agrupación de autónomos ATA, insiste en que reducir la jornada “supone un aumento de costes para las empresas, que se suma a los mayores costes de producción, de financiación y de otro tipo que ya venían sufriendo y cuando muchas de ellas, en especial pymes y autónomos, siguen yendo por detrás en la recuperación”.

La reducción de jornada unilateral, un "atropello" del diálogo social

Además de denunciar que el acuerdo incrementa los costes y socava la competitividad de las empresas, en especial pymes y autónomos, las organizaciones se muestran sorprendidas porque consideran que el acuerdo de PSOE y Sumar “se adentra en cuestiones propias del diálogo social, acordando aspectos muy relevantes, como el relativo a la jornada laboral, a espaldas de los interlocutores sociales y con un afán intervencionista evidente y que es un atropello al papel constitucional de los agentes sociales”.

“La confianza es respetar los pactos sociales alcanzados en el diálogo social, desde la Reforma Laboral hasta el V Acuerdo por el Empleo y la Negociación Colectiva firmado el 10 de mayo por un periodo de tres años. Lo contrario es un atropello al papel constitucional de los agentes sociales”, insiste el comunicado de CEOE, patronal de la que forma parte Foment del Treball.

Las organizaciones admiten que se pueden explorar “nuevas fórmulas de reparto entre tiempo de trabajo y tiempo de descanso u ocio, pero no como consecuencia de una imposición legal” sino en el marco de la negociación colectiva. CEOE, Cepyme y ATA defienden que la jornada laboral debe verse y negociarse sector a sector y empresa a empresa, “analizando en cada caso si hay margen de productividad suficiente y las necesidades organizativas del empleador”.

Desde Foment, han reiterado los argumentos de CEOE y han asegurado que “no tenemos que hablar tanto de reducción como de reordenación del tiempo de trabajo”, incidiendo en la flexibilidad como elemento clave de la jornada laboral. “Desde Foment recordamos que numerosos convenios colectivos y acuerdos de empresa fijan jornadas laborales inferiores a la jornada legal máxima de 40 horas, pero se tiene que determinar en el seno de cada sector y empresa la jornada adecuada en función de su situación y realidad”, añaden.