Antonio Garamendi ha revalidado su presidencia al frente de la Confederación Española de Organizaciones Empresariales (CEOE) por cuatro años más con una abrumadora mayoría: 534 votos a favor, el 83% del total. Su opositora, la vicepresidenta de Fomento del Trabajo, Virgen Guinda, ha recibido 87 votos (13,5%), en unos comicios en los que han participado 643 compromisarios. Solo hubo 14 votos en blanco y 8 nulos.
Finalmente, pues, en la Asamblea de la CEOE no se produjo una avalancha de abstenciones como buscaban los críticos que, conscientes del fuerte apoyo de Antonio Garamendi, no pretendían la presidencia sino dejar testimonio del malestar interno por la reforma laboral. Sin embargo, el resultado minimiza las críticas que se han producido en los últimos meses desde algunas organizaciones quejicosas con el modo de gestión que ha mantenido el empresario vasco en sus cuatro años de mandato. De hecho, la campaña de la candidata catalana se ha centrado en el supuesto malestar por los modos presidencialistas de Antonio Garamendi con pocas consultas a los dirigentes de otras organizaciones. Incluso se le atribuía no contar con sus vicepresidentes en la toma de decisiones.
En el fondo latía el descontento de muchos empresarios y de algunas organizaciones por la decisión del presidente de la CEOE de haber avalado la reforma laboral y haberse sumado al acuerdo. Garamendi hacia referencias veladas tras su renovación en su discurso en la Asamblea electoral al decir que la CEOE está "por alcanzar acuerdos".
Conversaciones de Sánchez Llibre
El grupo crítico ha estado encabezado por el presidente de Foment del Treball, Josep Sánchez Llibre, quien desde primavera ha buscado una candidatura alternativa, para lo que tanteó a varios vicepresidentes, como Gerardo Cuerva, presidente de Cepyme, o Miguel Garrido, de la madrileña Ceim, que declinaron presentarse a las elecciones.
Hasta una semana antes de que se cerrase el plazo para la presentación de candidatos, Sánchez Llibre mantuvo conversaciones con Gerardo Pérez, presidente de la patronal de concesionarios de automóviles, Faconauto, para que diese el paso al frente, una posibilidad que meditaba hace meses. Sin embargo, ante la falta de apoyos decidió no confrontar con Garamendi por la presidencia de la CEOE.
Garamendi: "aquí no sobra nadie"
Ante la falta de un candidato ajeno a Foment, la vicepresidenta de la patronal catalana, Virginia Guinda, se presentó el pasado 8 de noviembre, unos días antes del cierre del plazo de presentación. Sin embargo, pese a la dura confrontación entre Sánchez Llibre y Garamendi, patente en la organización, el reelegido presidente ha tendido su mando a la patronal catalana.
Antonio Garamendi aclaró ante los periodistas que "aquí no sobra nadie", pero ha subrayado el respeto institucional que merece la organización. “¿Foment del Treball fuera? Bajo ningún concepto”, ha subrayado el líder de la patronal, que el próximo 21 de diciembre tiene convocada junta para cerrar el comité de dirección.
De abajo a arriba
Tras ser reelegido, Garamendi ha dado las gracias al apoyo recibido para "ser su representante", aunque en velada alusión a sus críticas, quiso aclarar que "esto va de abajo arriba, de las grandes, de las medianas, de las pequeñas empresas y de los autónomos". "Lo más importante es la palabra unidad y de ahí tenemos que salir unidos", dijo el presidente de la CEOE ante una asamblea congregada en el Auditorio Nacional de Música Madrid. Y es que, "cuando el director de la orquesta y todos los instrumentos funcionan a la vez, es cuando es imbatible", ha dicho el líder de los empresarios, para añadir que "me he elegido como director de orquesta y la nota hay que darla bien".
También recordó la intensidad de estos últimos cuatro años de trabajo, tanto en clave interna como externa, con numerosos acuerdos firmados con Gobierno y sindicatos, gracias a los que "sacaron adelante a millones de trabajadores y miles de empresas que habrían cerrado".
Negociar no significa pactar
Así, ha valorado la unidad, la moderación y la independencia que caracteriza a la patronal, pero también el consenso porque "si no llegamos a acuerdos, ¿para qué estamos?, aunque también tengamos que decir que no cuando toca", ha remarcado. "Las negociaciones con el Gobierno siguen abiertas", ha dicho Garamendi en declaraciones a los medios al finalizar el acto tras ser preguntado por la reforma de las pensiones. Pero "que estemos sentados no significa que vayamos a llegar a acuerdos. No nos hemos levantado de la mesa en ningún momento, pero no coincidimos en determinados planteamientos", ha advertido.
Garamendi criticó en su discurso que las últimas medidas impositivas anunciadas por el Gobierno español, como las que gravarán a las energéticas y financieras, no les gustan y las calificó de "impuestos a la carta que generan inseguridad jurídica e inestabilidad regulatoria". "Y últimamente estamos viendo también que no hay calidad en la norma", ha añadido, en alusión a los problemas a los que se está enfrentando la "ley del solo sí es sí", dijo.
Guinda pide más debate interno
Tras conocerse el resultado, Guinda ha señalado en declaraciones a los medios que "es deseable que haya más debate interno" en la patronal y ha agradecido el apoyo a quienes la han votado. A la Asamblea no han asistido ni representantes del Gobierno de España ni de los sindicatos al tratarse de un acto en clave interna, lo cual es inusual en este tipo de eventos a los que se invita al resto de organizaciones sociales y representantes económicos del Ejecutivo.