Cepyme denuncia, en un informe, que España tiene el salario mínimo interprofesional más costoso de la Unión Europea “pese a protagonizar la segunda mayor caída de la productividad”. En opinión de la patronal de las pymes integrada en CEOE, la subida del SMI compromete la creación de 350.000 puestos de trabajo en las microempresas. Una prueba del perjuicio de las subidas acumulativas del SMI en las pymes es la evolución del empleo en las microempresas, que ha subido en un 0,9% desde finales 2018 frente al 12,9% que podría haber subido de proseguir las tendencias de aumentos de contratación en la dinámica anterior, según el informe del servicio de Estudios de Cepyme. “Medido en puestos de trabajo, el cálculo supone que la microempresa ha dejado de crear 350.000 empleos por la repercusión del SMI”.

El informe de la organización empresarial que dirige Gerardo Cuerva señala que el coste efectivo para el empresario llega a ser un 75% más alto que el SMI. El SMI anual, dividido por el tiempo de trabajo efectivo, supone “un coste para el empresario de hasta 2.077 euros al mes, sin contar el menoscabo del absentismo”, señala el estudio. Y habla de sectores intervenidos. “Como viene reflejando el informe anual de salarios del servicio de Estudios de Cepyme, la imposición de un salario mínimo creciente supone la práctica intervención de algunos sectores -como el comercio y la hostelería- en los que la gran mayoría de los asalariados se sitúan en rangos de SMI”.

Además, la patronal de las pymes señala que el aumento del SMI ha sido desproporcionado a la evolución de la facturación y la productividad, llegando al punto de haber “subido desde 2018 el doble que las ventas del comercio minorista y más del triple que las ventas registradas por los negocios con un solo establecimiento”.

El departamento de estudios de la patronal calcula que el salario mínimo ha subido un 71% desde 2016, frente a un alza del 17% en los bienes de equipo, lo que incentiva la mecanización de la producción, señala Cepyme.

SMI por provincias

Siguiendo la tesis mantenida desde la CEOE de que el SMI no debería ser un “salario mínimo” para todos los trabajadores españoles, sino que debería establecerse por provincias o comunidades autónomas, el informe de Cepyme declara que los 1.184 euros mensuales por catorce pagas del salario mínimo supera el 75% del sueldo medio en 34 provincias. Y señala a Ávila (95,1%), Zamora (93,1%) y Toledo (89,7%), entre las provincias más perjudicadas, “lo que limita su capacidad para competir con otros territorios”.

Leído a la inversa, se concluye que el salario medio en Ávila está muy cerca de los 1.184 euros al mes del SMI, apenas un 5% por encima, o un 7% en Zamora. Girona es la única provincia catalana en la que el SMI supera el 75% del salario medio de la provincia. El objetivo del Gobierno de coalición, siguiendo recomendaciones de la OCDE y la Comisión Europea, es establecer un SMI que equivalga al 60% del salario medio de cada país.

A escala autonómica, los 1.184 euros del SMI superan el 60% del salario medio de trece autonomías, “lo que viene a suponer un agravio en los costes laborales en favor de las más pujantes y que castiga especialmente a aquellas regiones afectadas por la despoblación”, declara el informe de Cepyme.

Siguiendo la tesis de establecer un SMI según los salarios de las comunidades, o incluso de las provincias, en Catalunya se debería haberse colocado el SMI por encima de los 1.184 euros, pues con los cálculos de Cepyme, el salario mínimo aprobado por el Gobierno de Pedro Sánchez está por debajo del 60% del salario medio catalán, concretamente en el 58,6%, por lo que incumpliría el objetivo comunitario. En el caso de Navarra, el SMI supone el 57,9% del salario medio de la comunidad foral, en País Vasco el 56% y en la Comunidad de Madrid, el 53,9%.