El Cercle d'Economia, que preside Jaume Guardiola, considera que la evolución de la economía catalana los últimos veinte años es preocupante, como evidencian los indicadores porque desde el inicio del siglo ha habido un estancamiento absoluto del nivel de vida y un declive relativo con respecto a España y a Europa. En la última nota de opinión del Cercle d'Economia, los empresarios catalanes advierten al Govern catalán de las deficiencias "muy importantes" en la gestión de políticas públicas básicas que redundan en la pérdida de competitividad de Catalunya respecto de España y de Europa. Mencionan, entre otros, el bajo nivel de productividad, un deterioro progresivo de algunos servicios sociales básicos, la situación del mercado de trabajo con un desfase entre oferta y demanda, reclaman una reforma de la financiación para que Catalunya disponga de un marco fiscal mucho más competitivo, y una mejor política industrial que capitalice de manera adecuada la oportunidad que proporcionan los fondos europeos Next Generation. Los empresarios también califican de "estancamiento" la evolución de la economía española respecto de la Europea, en el mismo periodo de tiempo.
La entidad, que ejerce de lobby empresarial, basa sus argumentos en la contención de los últimos 20 años, tomando como referencia el PIB per cápita. Así asegura que en el 2021 el nivel de renta per cápita en términos reales era muy parecido al del 2000. Este estancamiento todavía resulta más preocupante si se tiene en cuenta que durante este periodo Catalunya ha perdido posiciones relativas con respecto a España y a Europa: el año 2000, la renta per cápita en Catalunya era un 24% superior a la española y un 20% superior en la media de la UE. En el 2021 estos porcentajes se habían reducido al 17% y al 1%, respectivamente. Mientras tanto, países del entorno como Portugal sí que han tenido un incremento del PIB per cápita en relación con el conjunto de la UE, según Guardiola.
El presidente del Cercle d'Economia ha destacado que "no todos los males de Catalunya tienen un origen externo", sino que "hay carencias que provienen de la actuación de la misma política catalana" y que, por lo tanto, "hay margen para mejorar la gestión de las políticas y ha mencionado la falta de liderazgo y de coraje político". En este sentido, la nota de opinión del Cercle puntualiza que hoy en Catalunya hay un nivel importante de malestar que amenaza la cohesión social y que hay que lindar con urgencia. El problema radica en gran manera en el déficit acumulado de inversiones y de infraestructuras, por lo cual los empresarios piden una mejora del sistema de financiación de la Generalitat que propicie un marco fiscal mucho más competitivo. Entre otros males de la situación actual, las advertencias empresariales se dirigen al retraso del despliegue de fuentes de energía renovable (los últimos diez años Catalunya ha pasado de ser abanderada a situarse en la cola del ámbito español) hasta la falta de infraestructuras del ciclo del agua suficientes para superar el episodio de sequía que nos afecta, los fracasos continuados en formación profesional o las carencias en nuestro sistema educativo.
Con la vista puesta en el futuro, según la entidad, hay oportunidades que no se tienen que perder, como el diseño de una política industrial "potente", que pasa por "ser selectivos a la hora de dar apoyo a aquellos proyectos que puedan tener "un impacto diferencial" para el conjunto del tejido y "actuar como tractores". Apuestan los empresarios, si hace falta, en la creación de agencias específicas para ser "más eficientes y eficaces".
En un momento complejo para la economía catalana, insiste en un mercado laboral que "no crea puestos de trabajo de calidad, sino que va justamente en la dirección contraria", según ha manifestado Miquel Nadal, director general de la entidad, durante la presentación de la nota de opinión a los medios de comunicación. Nadal ha puesto sobre la mesa la necesidad de ajustar más oferta y demanda. A pesar de todo, Barcelona, entendida como una metrópoli, tiene capacidad de generar y atraer talento en el ámbito tecnológico que, "a futuro, puede ser una de las palancas de crecimiento para Catalunya", ha enfatizado.
La última nota del Cercle d'Economia es la antesala del encuentro anual que la entidad celebra para poner a debate las cuestiones más candentes a que se enfrenta España y Catalunya y su alcance internacional. En la edición de este año, que coincide en que se llevará a cabo al día siguiente de las elecciones municipales y autonómicas en algunos territorios españoles, tendrá una presencia política "potente pero más selectiva" que otros años. Desde las máximas autoridades como el presidente del Govern espanyol, Pedro Sánchez, y el presidente de la Generalitat, Pere Aragonès, -con un programa diseñado de manera que no coincidirán. El presidente del Cercle d'Economia, Jaume Guardiola, aseguró durante la presentación de las jornadas que la reducción de la presencia política será habitual los próximos encuentros anuales, que la idea es que cada vez haya menos y que la programada para este año es absolutamente suficiente, ha dicho: "Todavía habrá socios que te llamarán: 'Hay demasiados políticos'.
Barcelona necesita relación público-privada
Frente a las elecciones municipales del próximo domingo, el Cercle d'Economia ha subrayado la necesidad de "huir del dogmatismo que pretende que el sector público lo puede todo o que el mercado solucionará por sí solo" los problemas. En la nota de opinión, asegura que las soluciones a los problemas de la ciudad requieren la colaboración entre el Ayuntamiento y el sector privado y evidencia que, durante los últimos años, “en Barcelona, el sector privado a menudo ha vivido bajo sospecha”.
Explica que la percepción internacional de Barcelona "sigue siendo muy buena", pero que no se puede menospreciar la sensación de deterioro de servicios básicos como la seguridad, la limpieza o la movilidad y problemas como el complicado acceso a la vivienda. “Los cuatro años próximos de mandato municipal serán cruciales para enderezar estos problemas y mejorar la calidad de vida que la ciudad ofrece”, señalan los empresarios.
Sobre movilidad, lamentan que el avance de las 'supermanzanas' y los ejes verdes se ha hecho "sin el consenso necesario" y con una dotación insuficiente de transporte público que compense la reducción de espacio para los vehículos privados.