Nadie cede. El gobierno chino ha asegurado este miércoles que mantendrá una “voluntad firme” y “recursos suficientes” para responder a la guerra comercial desatada por Donald Trump después de imponer unos aranceles del 104% a las importaciones del gigante asiático.
Mediante un comunicado, el Ministerio de Comercio chino indicó que “con una voluntad firme y abundantes recursos, China tomará contramedidas con determinación y luchará hasta el final”. Advirtió que no desean una guerra comercial, en la que “no hay ganadores”, pero que “no se quedarán de brazos cruzados si se vulneran los derechos legítimos del pueblo".
En un libro que también han difundido este miércoles, la administración china insta a las autoridades norteamericanas a “dialogar”, “gestionar las diferencias” y promover la “cooperación”. No solo son los aranceles porque sobre la mesa también tienen el futuro de la aplicación china TikTok en Estados Unidos, entre otras cuestiones.
Trump mantiene que su homólogo chino, Xi Jinping, busca un acuerdo con desesperación, pero, a tenor de la escalada en la guerra comercial, parece todo lo contrario. Por el momento, China está adoptando medidas para mantener el pulso en previsión de que esta situación no se resolverá a corto plazo.
Los analistas creen que Pekín "no cederá" porque el impacto que puedan tener los sucesivos aranceles irá disminuyendo: China se acerca a un escenario en el que no tiene nada que perder. Según informaciones recogidas por Efe, "el margen de beneficio de las exportaciones chinas (para sectores con alto valor añadido) ronda el 30% o el 40%. Si EE.UU. impone aranceles superiores al 35%, estaría eliminando la mayor parte de sus beneficios. Que el arancel sea del 70% o del 100% no tendrá importancia porque, básicamente, ya impide que China comercie, al menos directamente, con Estados Unidos”, señaló en un informe a sus abonados el experto Dan Wang, director para China de Eurasia Group.
Según este experto, los exportadores chinos optarán por buscar mercados alternativos, especialmente en el hemisferio sur, y reducir los envíos directos a Estados Unidos. Considera que si el yuan, la moneda china, se mantiene estable frente al dólar, los consumidores estadounidenses acabarán soportando costes más altos que los exportadores chinos.
Otra de las maniobras de Pekín es asegurar la estabilidad bursátil: El Banco Popular de China ha prometido liquidez en caso de que sea necesario, mientras que las plataformas estatales de inversión han apostado por acciones y fondos cotizados (ETF).
El fondo estatal chino Central Huijin Investment aseguró este martes que tiene suficiente capacidad para garantizar la estabilidad bursátil y recalcó la "fortaleza" de sus activos y su "abundante liquidez" a la hora de "asumir un papel estratégico para asegurar la estabilidad de los mercados" chinos.
Precisamente, las bolsas de Shanghái y Shenzhen subieron este miércoles un 1,31% y un 1,22%, respectivamente, precisamente en el día en que han entrado en vigor los nuevos aranceles de Donald Trump de hasta el 104% a las importaciones chinas. Las alzas de las bolsas chinas se interpretan como un desafío o una demostración de fuerza.