La presidenta del Banco Central Europeo, Christine Lagarde, ha expresado tras la bajada de tipos de interés que el pronóstico de los expertos sigue siendo que la inflación cierre el año al 2,5%, pase al 2,2% en 2025 y 1,9% en 2026, momento en el que se alcanzarían los objetivos para frenar las políticas restrictivas. Ha ahuyentado opciones de volver a bajar tipos en octubre, sin decantarse explícitamente y no queriendo apostar por "ninguna senda concreta de tipos", pero ha destacado que "la inflación doméstica no es satisfactoria, es persistente".
"Solo quedan seis semanas para el 17 de octubre, próxima reunión, es poco tiempo en relación con otros intervalos. Dependemos de los datos, no me puedo comprmeter de ninguna manera en lo que se refiere a los datos", ha dicho. La inflación subyacente, resultado de descontar los bienes más volátiles como alimentos frescos o energía, debe pasar al 2,3% en 2025 y al 2% en 2026, ha dicho Lagarde. La inflación de servicios, que ha subido del 4,2 al 4,4%, "es la que necesita más compensión".
Lagarde ha defendido la bajada actual porque "los pronósticos de desinflación se van cumpliendo", pero ha sido tajante sobre avanzar futuras bajadas asociadas a los datos. "Mantendremos los tipos de interés restrictivos el tiempo que sea necesario", ha dicho.
La subida de los costes salariales, especialmente recurrente en el sector servicios, empuja hacia arriba la inflación, ha defendido la dirigente, que ha pronosticado que estas subidas de sueldos están acercándose a su techo y empezarán a moderarse en los próximos meses. "Los beneficios empresariales están amortiguando estas subidas", ha defendido Lagarde, que ha defendido que la crecida del P.I.B europeo del 0,2% en el segundo trimestre ha estado sostenida por "las exportaciones netas y el gasto público", pero que "la actividad económica contenida refleja una debilidad del consumo interno y de las inversiones".
En cuanto a la evaluación de riesgos, Lagarde ha señalado que "siguen apuntando a la baja", pero existen riesgos por una "menor demanda para las exportaciones de la zona euro por una economía más débil o la escalada de tensiones geopolíticas". "La guerra injustificada en Ucrania o el conflicto en Oriente Medio podrían derivar en que las empress y hogares tengan menos confianza y el comercio global podría sufrir problemas", ha añadido.
"Los servicios han contribuido al crecimiento, mientras que la industria y la construcción han contribuido de manera negativa", ha resumido Lagarde, que ha avalado el informe Draghi pare reimpulsar a la industria y el informe Letta para apostar por el mercado único. "Apuntan a la necesidad urgente de reformas", ha dicho. "Implementar el marco de gobernanza revisado de la Unión Europea de manera integral y transparente es clave", ha dicho. Y ha señalado que la UE ayudará a "reducir los déficits gubernamentales e índices de deuda de manera sostenible".
La presidenta del BCE, por último, ha dado la bienvenida a José Luis Escrivá como gobernador del Banco de España y ha señalado que ha aportado "contribuciones muy significativas" en su primera reunión en el círculo de gobernadores.